3 días antes del "Saqueo de Kibutsuji"
—¡Kamaboko! ¡Quiero más comida!— exigía un descontento Inosuke, literalmente pisándole los talones al contrario, ajeno a todo, tan solo exigía tener comida, armas, que por ahí robo de algunos guardias y tener vías de escape cuando mate al sultán— ¡¿Etinjero, me estás ignorando!?
Pero no había otra respuesta, Tanjiro seguía caminando, ignorando cualquier queja, Inosuke bufo y bruscamente lo tomo por la manga de sus prendas, jalando hacia atrás para ponerse delante y hacerse escuchar
—¿Inosuke? ¿Que pasa?— reacciona aturdido, estaba tan absorto por la última reunión con los consejeros, todas aquellas quejas y maldiciones por las decisiones "mal ejecutadas" de su parte, lo hacían sentir abrumado, porque él estaba tratando de ver por todos, pero se veía que eso era lo menos relevante—
—¡Quiero comida, Gompachiro! ¡Debo estar bien alimentado cuando ese cara pálida venga de nuevo! ¡Sé que doy miedo, pero eso es mucha cobardía!—
Tanjiro suspiro, buscando con la mirada algún sirviente pasando, pidiendo a una mujer que le sirviera cual cosa le pasará por la mente a Inosuke, pidiendo este una cantidad de platos exagerada, volviendo a seguirlo cual pollito con su madre
—¡Oe! ¿Porque estás así? ¡Te dije que serás alguien valioso cuando yo gobierne!
Quería subirle los ánimos de alguna manera, pero ni esa débil sonrisa lo reconforta, desistiendo cuando Tanjiro saluda en un susurro a quien sea que estuviera adentro—
—Bienvenidos— recibió dulcemente su madre, quien cuidaba la mayoría del tiempo a Adib, sentada cerca a la cuna, el pequeño dormía plácidamente como siempre, no podía dejarlo en manos de cualquier, el miedo se percibía por doquier y afirmando la muerte de la amada sultana, era mejor estar alerta—
Los generales no respondían al llamado de la capital, las cartas de Muzan dejaron de ser enviadas y los mensajeros ya no venían, la comunicación estaba fatal, no se sabía nada, fuera de los muros, la capital estaba ajena a todo y eso aumentaba el desconcierto, muchos otros fueron enviados a petición de los ministros y el general Kyojuro (único general que quedaba, pues Kochō se fue sin dar aviso) pero nunca más volvieron
—Hijo mío— dijo preocupada, viendo a su hijo pasearse por toda la estancia con Adib en brazos, su semblante estaba decaído y sus flamantes ojos apagados— ¿Has descansado? ¿Deseas-
—No madre, nada, no necesito nada— respondió de inmediato—
—¡Monjiro no seas mal educado!— le reclamo Inosuke de la nada, quien estaba recostado al lado de la puerta, debía agradecer que su madre aún estaba con él, aparte esa preocupación le hacía recordar tanto a querida madre que perdió, siempre pendiente de su estado—
Tanjiro suspiro culpable, dejando a Adib y caer en brazos de su madre, quien amorosa acarició sus cabellos, esta vez no hablo más, sin saber cómo consolarlo en una situación inimaginable, se limitó a tararear unas melodías, transportando al pasado, donde las frías noches eran cotidianas y aun siendo pobres, todo era tan simple como solo el querer vivir un día más
—¡Mucha ternura de nada me sirve! ¡Tengo hambre!— y aunque pareciera molesto, Inosuke no aguantaba presenciar cariño materno, pues verlo llorar era un privilegio que aún Tanjiro no vería de él (al menos no por ahora)—
—¿¡¿¡El sultán está de camino!?!?— Zenitsu necesito la ayuda de Nezuko para no caer de frente al suelo, Alá los había escuchado, las súplicas de la sacerdotisa parecieron dar frutos— ¿¡Cómo está!? ¡¿Herido!?— sollozo tan solo imaginar esa posibilidad, siendo rápidamente atendido por Nezuko, con un suave agarre de mano, mirándolo tranquila(aunque también feliz) resaltando esos hermosos ojos de rosa— se lo haré saber al consorte— dijo finalmente, viendo con decisión al general, que sonrió con las mismas fuerzas—
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¡𝐃𝐎𝐍𝐂𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐑𝐄𝐘!
Fanfiction¿Sería un capricho? ¿Una curiosidad? Sea como fuere quería agregar más amoríos a su lista y un doncel que pudiera tener una belleza similar a la de una mujer, suena bastante apetecible. 🎑 Esta prohibido, es propiedad del sultán...