「༻ 11 ༺」

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 Este capítulo es mucho más largo de lo habitual. Disfrútenlo.

El té siempre es bueno. El té ayuda a evocar paz y tranquilidad, ¿Qué otras cosas puede hacer un shinobi para sosegar al averno que habita dentro de él? Puede fumar opio... el opio sirve para anestesiar el cerebro pero, no el alma. El alma siempre está en decadencia. Puede follar, pero follar solo calma por un breve tiempo el malestar corporal. Entonces, ¿Meditar? Sí, meditar sirve indudablemente. Pero, en esos tiempos violentos, donde su coraza estaba duramente expuesta, el meditar no es la respuesta.

Sólo quería beber una taza de té verde Sencha, ¿eso es mucho pedir?; una exquisita y aromática taza de té, el dulce sabor de la bebida siempre calmaba el tormento dentro de Kakashi. El shinobi siguió observando a través de la ventana, mientras se cuestionaba si era sabia decisión entrar. ¿Por qué se lo preguntaba? Resulta, que dentro de esa pequeña, pero majestuosa casa de té, se hallaba una mujer noble con quien había mantenido una breve relación sexual. Esta mujer se había enamorado de Kakashi pero, era tan buena actriz que el ninja que copia no lo vio venir. Cuando se percató de tal hecho era muy tarde; la frágil doncella al verse abandonada por "el del Sharingan" arremetió contra los cargos más altos de Konoha, haciéndoles ver que entre sus shinobis de confianza tenían a un rufián. Un desalmado hombre que solo buscaba sexo.

La nación del té impuso nuevos impuestos y subió el costo de sus magníficas creaciones a Konoha, todo por el pene indómito del Ninja que Copia. «¿O era miembro salvaje? » Kakashi había olvidado con exactitud las palabras del ministro y padre de la doncella pueril.

—Solo quiero beber té. ¿Por qué un hombre debe sufrir de esta manera los infortunios del amor? —Kakashi se preguntó en voz alta mientras que con su único ojo visible miraba dentro del lugar.

—Bueno, eso depende de que haya hecho el hombre. —La voz de una mujer conocida se hizo presente.

Kakashi se alarmó enseguida y se irguió para encontrarse a su ex alumna de pie y con algunas bolsas de compra entre sus brazos.

—No debiste escuchar eso. —Frunció el ceño.

—Considerando que lo dijo en un tono de voz bastante alto, no fue mi culpa.

Kakashi hizo un mohín y refunfuñó un poco la nariz. A Sakura eso se le hizo muy atractivo, a pesar de que todo había sido visto únicamente desde la lejanía de su máscara, ella pudo imaginar sus labios y su nariz recta haciendo tales gestos.

Kakashi por su parte buscó en Sakura la prueba de su anterior enojo. Le gustó cerciorarse de que en la blanquecina piel de su ex alumna no quedaba ni un solo rastro de lo hecho por Genma. ¿Cuánto había pasado desde aquel día? Esperaba que solo hubiera sido un mal sueño, un genjutsu en el que idiotamente había caído.

—Entonces... ¿Qué hace ahí parado? Si desea beber té, debe entrar.

Kakashi subió la vista hasta toparse con la mirada jade de ella. El ninja apretó lo dientes, no quería verse como un niño frente a la "casi infante" que tenía a su lado.

—Acaso, ¿esa hermosa mujer ahí dentro le ha roto el corazón? —Sakura se pasó la bolsa de víveres al otro costado de su cuerpo—. Nunca imaginé que un hombre como usted se enamoraría.

—El amor es un sucio artilugio de brujas. Demonios, ensimismados en placeres más allá de los carnales —Frunció un poco el ceño y miró de nueva cuenta por el ventanal—. Es probable que ella sea una de esas brujas.

Sakura empezó a reír de manera poco cortés. Kakashi la observó y sintió un tirón en el estomagó, la peli rosa abrió su boca para dejar salir aquella risotada contagiosa y un tanto burlesca. El hombre de mirada endeble no pudo detener su imaginación, se vio a sí mismo descargándose dentro de esa pequeña y húmeda cavidad bucal.

【Confesiones obscenas】ᴋᴀᴋᴀꜱᴀᴋᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora