—Este idiota ya se tardó mucho tiempo —Sakura recargó su cuerpo en la pared.
Los últimos días habían sido excesivamente irritantes. Aquella vez, en cuanto llegó a su casa revisó su cuello y en efecto, pudo vislumbrar una gran mancha roja, en ese momento sintió vergüenza y mucho enojo.
De eso había pasado al menos una semana y en todo ese tiempo no se había encontrado con el ninja que copia. Ahora estaba parada en la entrada de casa de Naruto, como siempre, el jinchūriki no estaba listo. Cuando llegó a su apartamento Naruto aún estaba durmiendo, pudo haber esperado dentro —como antes— pero sabía que si entraba terminarían revolcándose en cualquier parte de su pequeño hogar. Así que decidió forzar un poco más su voluntad y prohibirse el paso a su vivienda.
—¡Listo! —Naruto salió y se echó encima de Sakura— ¡Maldición, tenía tanto tiempo si verte!
—Hazte un lado. —Sakura lo empujó haciendo que Naruto casi cayera de bruces.
—¿Qué te sucede? Hace bastantes años dejamos ese tipo de agresividad.
—¿Qué me sucede a mí? Te recuerdo que ya no puedes tocarme solo porque sí. —Sakura lo miró con molestia.
El shinobi entendió de inmediato y solo alzó las manos en son de paz. Decir que las cosas habían sido estresantes para ellos cuando Hinata se apoderó del Uzumaki sería poco; la relación de Sakura y Naruto había evolucionado demasiado en los últimos años, Naruto había sido la primera vez de Sakura y viceversa, estaban acostumbrados a sofocarse el uno al otro.
Sasuke vino después, cuando la guerra shinobi hubo culminado y todos debían procesar en su cerebro la idea de continuar con la vida, aunque jamás como ellos la habían conocido. En esa ocasión, cuando Sakura estaba cobijada por la gran espalda de Naruto, Sasuke llegó y se quedó observándolos por bastante tiempo, ninguno de los tres se imaginó en que se convertiría su relación a partir de ese día. Sasuke despertó a Sakura y le hizo el amor, no solo a su cuerpo, sino también a su alma.
—¿Qué has hecho? —Preguntó el héroe de todo Konoha mientras miraba a la kunoichi.
—Ya sabes, lo mismo de siempre. Estoy en el hospital y después entrenó para aprender nuevas técnicas, a veces me embriago sola y otras con Ino y ¿tú?
—Estoy ansioso. Desde que salgo con Hinata me vuelto aún más impaciente, siento que me voy a derretir. —Naruto hizo un mohín y se llevó ambas manos atrás de su nuca.
—Relájate, quizás aún no te acostumbras a ella. Llegará el tiempo en que lo hagas. Yo me acostumbre a ti —La peli rosa le sonrió y ambos siguieron caminando.
Después de casi dos meses sin salir tan siquiera a dar un paseo. Naruto le había insistido hasta la muerte, y como todos saben, el ninja hiperactivo puede ser una gran piedra en el camino. El ninja rubio observó a la mujer con la que había compartido tantas cosas, la extrañaba ¿para qué mentir? A diferencia de Sakura, Hinata era una persona muy pasiva ¿era de extrañarse que Naruto se sintiera un tanto incomodo alrededor de ella? Sin contar que en el poco tiempo que llevaba su noviazgo ni una sola vez se habían besado, ni siquiera tomado de las manos; esto lo estresaba a un nivel poco entendible para todos a su alrededor.
—¿Qué piensas tarado?
—¿Eh? Sakura-Chan deseo tener sexo, no soportare más tiempo así. —El jinchūriki tenía un aura oscura sobre él.
—Eres un imbécil ¿Qué solo piensas en eso? —Sakura arremetió un codazo en su oblicuo externo.
—¿Tú no? Creo que había quedado bastante claro aquella vez.
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【Confesiones obscenas】ᴋᴀᴋᴀꜱᴀᴋᴜ
FanfictionCadena de Drabbles de nuestro ninja que copia. Kakashi Hatake ha sido por mucho tiempo uno de los mejores ninjas de la nación del fuego pero, su cabeza es un turbio lugar a donde pocos desean llegar. Después de la guerra nace en él un deseo prohibid...