「༻18༺」

883 96 11
                                    

La agilidad de una Kunoichi es como la de una pantera negra sobre los árboles. Enorme felino, que luce tan etéreo. Asesina, adicta a la sangre... adicta al poder. Una amenaza constante.

A Sakura no le gusta beber, porque beber implica pensar y hablar de más. Decir que lo hablado con Sasuke no la hubo jodido era una real mentira, ella está en la cúspide de lo que soñó en su adolescencia, sin embargo, se siente tan vacía. ¿Por qué los humanos se abruman tanto tratando de llegar a una meta? Para cuando asciendes a tu trono dorado tu pensamiento se ha enmohecido y lo que antes veías como una especie de pináculo, ahora cae regado a pedazos bajo tus pies.

Han pasado varios días desde que vomitó sobre las raíces de un árbol, dicho evento no pasó desapercibido pues al día siguiente cuando iba de camino al hospital, algunos aldeanos hablaban de lo asqueroso que lucía dicho batido naranja sobre el árbol. Y Sakura rio por dentro, porque el hecho de verse responsable, una delincuente, la hace sentir meramente viva.

Ahora quisiese fumar un poco de opio, fumar y olvidar. Sin embargo, todo su kit de consumidora no tan habitual fue olvidado en casa de su ex sensei. Hablando de su ex maestro, inevitablemente se siente estúpida, idiota porque escuchó la palabra "aterrador" seguido de una frase que la describe. Se mordió el labio molesta, a decir verdad el hecho de saber que Shizune mantiene relaciones sexuales con él, no le afecta. No tendría por qué hacerlo, pues en el mundo shinobi ese tipo de relaciones son más frecuentes de lo que parece.

Entonces, la Kunoichi se pone de pie y decide relajarse en la tina de baño, sí... un baño caliente le vendría bien; sus músculos se relajaran al extremo y puede que desaparezca esa migraña producida por su monólogo interno: ¿Qué es la moral y hasta donde tiene permitido llegar? En eso estaba, y en otras cosas más, cuando divisa algo colarse por su ventana; arroja una shuriken y frunce el ceño. No ha dado en el blanco.

—Pensé que eras más rápida.

El peli gris está cómodamente sentado en el sillón detrás de ella. Sus brazos están extendidos sobre el respaldo y esa mirada cansina y desvergonzada la atraviesan.

—¿Qué haces aquí? —pregunta mientras observa la figura perfecta del tipo que la hubo follado como un perro en celo hacía algunas semanas.

—¿Qué edad tienes Sakura? —cuestiona relajando su cuerpo al extremo sobre la cómoda y afelpada tela.

—Sabes mi edad.

—Sí, la sé —Cruza una pierna y la apoya sobre la otra— Y tú sabes la mía. Entonces, ¿por qué me evitas? Si algo no te agradó sobre nuestra noche, puedes decirlo.

Sakura se siente abatida y un tanto exultante por esta situación. El imbécil que está frente a ella es tan cínico y desmesurado en sus bordes que no tiene reparo en incomodar a los demás. Ah, ella no recuerda que Kakashi fuera así en su adolescencia, o quizás sí; pero estaba tan enajenada con el Uchiha que no veía más allá.

Y Kakashi la sigue observando esperando algún tipo de respuesta. Él pudo jugar el estúpido juego del gato y el ratón, pero lastimosamente para la kunoichi el carece de ese tipo de interés, nunca lo hizo ¿Por qué iba a empezar ahora?

—Todo me gustó. —expresa la ninja médico.

Kakashi arruga el entrecejo y lleva su cuerpo hacia enfrente.

—No lo parece, huiste despavorida de mi apartamento.

—Fue más un tema de introspección. —acotó ella sentándose en el descansabrazos del otro sillón.

—¿Introspección? Ja, ja, ja... ¿Sueles profundizar en pensamientos mientras follas?

—¿Tú no lo haces?

—En realidad estaba entregado al momento. Hace mucho que quería joderte. —El ninja que copia puntea de forma poco decorosa.

—Supongo entonces, que no fue lo esperado.

Kakashi vuelve a fruncir el ceño, siente que esta niña dice cosas a medias o lo que habla tiene un significado diferente de lo que intenta expresar.

—¿Por qué piensas que no fue lo esperado? Sí, tu pronta huida me molesto y me sorprendió. Pero, ¿por qué pensar eso?

La Kunoichi mira hacia arriba tratando de buscar palabras. Es demasiado evidente que la experiencia en el campo de batalla y en la cama es abismal, quizá ella es aún esa patética criatura en busca de atención.

—No lo sé... lamentó haberme ido. —Se pone de pie e inclina su cuerpo un poco a modo de disculpas.

El ninja siente decepción, él cree solemnemente que dentro de este rostro aniñado y dulce se esconde la perdición, él la vio cuando sus cuerpos estaban enroscados. Sin embargo, no es un tipo que persiga... nunca lo ha sido.

Se pone de pie dispuesto a irse, sabe que no va a sacar nada más de esta insípida conversación. Los recovecos de Sakura están herméticamente cerrados y contra eso él no puede hacer nada, las kunoichi son las emperatrices en el arte del engaño ¿él ha sido timado? No lo sabe, pero así parece.

—Creo que es mejor que me despida.

Al contrario de lo que Kakashi piensa, Sakura es una límpida mujer con roídos sentimientos navegando sobre su cuerpo. Tener sexo con él asombroso, piensa mientras ve como los músculos de su ex sensei se tensan sobre sus ropas. Ella quiere más, porque... porque Sasuke tiene razón, odia todo lo relacionado con su vida, odia ser médico y odia verse detenida en esta ciudad de grandes fronteras.

—¿Quieres hacerlo de nuevo? —pregunta sin recato.

Y las cejas de Kakashi se transforman en dos filosas espadas, ¿A qué juega esta niña?

—¿Vas a huir de nuevo?

—Estamos en mi casa... de aquí no puedo huir.

Y Kakashi se muerde el labio y avanza frenético hacia ella. Su mano se desliza sobre su mejilla y une sus labios en un sediento y salvaje beso, Sakura tiembla ante el tacto y el olor.

Los besos se disuelven y navegan por toda la casa... el atardecer entra por la ventana y colorea de tonos naranjas el contraído abdomen del shinobi que tiene a su alumna postrada en el sillón, se hunde en ella mientras la sigue besando. ¿Por qué antes no la hubo besado? Es claro que sus labios son un manjar, son como una nectarina madura.

Y Sakura tiene sus manos rodeando ese cuello mientras está siendo jodida. No está acostumbrada a besar, no le gusta; porque en ocasiones anteriores intentó besar a quien hubo amado y este se apartaba velozmente de sus labios. Pero no se hubo imaginado que los labios bonitos de su sensei fueran tan salvajes y tan mordisqueables.

Los gemidos de ambos se alzan por todo el vestíbulo y follan no solo en la sala. La folla sobre la mesa de centro y sobre la encimera de la cocineta; la embiste como un lobo salvaje contra una pared que lleva a su habitación. Y Cuando entran en ella Kakashi se ha vuelto un demencial porque lo olores en el cuarto de la kunoichi son excelsos.

Ellos siguen follando y es probable que follen lo que resta de noche, o de día... ¡Maldita sea! Si el jodido destino se lo permite la jodería toda la vida...


ɴᴏᴛᴀ ᴅᴇ ᴀᴜᴛᴏʀ. 

5 años más tarde... Ay no puedo y seré sincera. Estaba yo con la mitad de este pequeño capitulo desde hace meses, pero no me decidía.

Amo lo cliché bien hecho, pero no quiero que esta historia sea cliché... Entonces, estoy decorando los bordes de mi pensamiento con una trama más bien representativa a lo que soy y me gusta. Estoy jodida, lo sé... pero si les gusta lo que hago, nos estaremos viendo más seguido aquí. 

Ya saben si hay faltas de ortografía o gramaticales... Culpen a Wattpad, no a mí. 

【Confesiones obscenas】ᴋᴀᴋᴀꜱᴀᴋᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora