【Ｃｏｎｆｅｓｉｏｎｅｓ ｏｂｓｃｅｎａｓ】ᴋᴀᴋᴀꜱᴀᴋᴜ

「༻ 16༺」

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Una majestuosa mantis alimentándose de su pareja, la cabeza es cercenada en un santiamén, es entonces cuando la reina de los insectos bebe todo el líquido que el ducto arroja.

El falo de Kakashi era bonito, pensó Sakura mientras lo observaba detenidamente. Este, tenía un lunar en la punta, casi en la entrada de su uretra. Sakura brindó otra lamida al miembro y Kakashi soltó una risita traviesa.

—¿Cuánto tiempo más vas a tardar en llevártelo a la boca? —preguntó el shinobi.

Sakura salió de su trance y subió la mirada para encontrarse con los ojos de depredador de su ex sensei. No respondió, siguió masajeando el palpitante trozo de carne y brindando cortos besos y lamidas un tanto lastimeras, todo esto sin dejar de mirar a Kakashi el cual estaba exasperándose de poco a poco.

Después de esto, la peli rosa pensó que el sabor semi amargo del veterano de guerra era como ambrosía, estaba realmente delirando y pensando en llevarlo hasta la parte trasera de su garganta. Quería... ¿qué quería? Ah sí, quería saborearlo y tragar toda su esencia; por lo cual no espero más tiempo para llevar toda la extensión de carne a su boca.

El sonido gutural que se desprendió de la garganta del mayor fue suficiente para hacer que Sakura fluyera con más seguridad. Masturbó la parte del falo que no entraba en su boca, mientras el glande acariciaba violentamente su úvula y le procuraba arcadas. Sin embargo, lejos de sacar el miembro por tal malestar, parecía que deseaba llevarlo mucho más adentro.

—A- ah... ¡mierda! —Kakashi levantó un poco las caderas haciendo que su miembro fuera engullido por la joven kunoichi.

Los ruidos en la habitación eran sinónimo de lo erótico y vulgar. Las dos personas que estaban sobre las sábanas negras estaban en trance, no se reconocían, tan solo eran dos majestuosas mantis luchando por su vida. Tan excitante y enfermo.

Era claro que Sakura tenía ventaja, ya que Kakashi estaba sumido en un arrebato casi exacerbado de rabia y lujuria. En su no tan corta vida, nadie le había dado tanto placer con la boca, Kakashi llevó su larga y masculina mano a la parte superior de la cabeza de Sakura, trató de imponer un ritmo sobre la chica pero, desafortunadamente ella seguía su propia cadencia, y no aceptó el control del shinobi.

Las cosas llegaron a un punto muerto cuando Sakura lamió el escroto del Hatake, primero lentamente mientras su mano subía y bajaba en el falo. Después se atragantó del saco del hombre, donde jugó con su lengua a aplastarlos. Kakashi no resistió mucho esta contienda.

—¡Vamos... no me jodas así! —Rogó y medio chilló aún con su mano en la cabeza de la chica.

A la Haruno no pudo importarle menos los bramidos de su sensei. Ella siguió con su tarea de lamer y ahogarse con las partes nobles del shinobi.

Un poco más tarde regresó a dar servicio al miembro hinchado y goteante del portador del sharingan. Para entonces, Kakashi tenía apretada la mandíbula y una de sus manos cubría su rostro; estaba jodido, ¡Dios, verdaderamente lo estaba! Sabía que pronto llegaría y no habría poder humano para no verse como un crío púber frente a la ninja médico.

—N- no puedo más... s- sácalo de tu boca, me correré.

Los intentos de retirar a Sakura de su regazo fueron un fracaso. Estaba tan excitado por saber que Sakura se tragaría toda su esencia, «¡M- mierda... ella es tan abrumadora» pensó mientras veía como su alumna devoraba su pene. No aguantó mucho más, dejó salir todo su semen, el cual golpeó las paredes lingüísticas de la chica.