ᴛʜᴇʀᴍᴀʟ ᴡᴀᴛᴇʀꜱ.

722 61 8
                                    

Una gota de sudor que desciende por una tersa piel blanquecina hasta llegar a la parte inferior de sus oblicuos. Él tiene calor, lleva todo el día sintiendo ese fuego quemando en su pecho, su cintura se ha aflojado las suficientes veces para creer que está rota.

Sin embargo, para el de ojos índigo no ha sido suficiente. Ahora que está lejos de su hogar puede entregarse con fervor a la pasión de ser un adolescente, porque vamos, eso es lo que Naruto es. Aunque sus rasgos sean los de un veinteañero, la energía y la osadía que corre por sus venas aún son parecidas al chico de 16 años que recorría las 5 grandes naciones buscando al artífice de todo su fuego interno.

Sasuke se yergue haciendo que el sudor recorra el camino hasta llegar a su ombligo, está harto y exasperado.

—No me mires —objeta mientras buscaba algo para cubrirse.

Pero este shinobi no hace caso, observa enajenado como su compañero y el único ser humano por el que entregaría todo (sí, hasta su vida), se vuelve un gato negro malhumorado. Se lo ha follado toda la tarde, en realidad en cuanto llegaron a las aguas termales Sasuke no tuvo tiempo ni siquiera para asearse. Naruto estampó sus labios, los mordió y lengüeteó hasta hacerlos sangrar.

Ahora, el poderoso shinobi del clan Uchiha está sumido en una especie de vórtice, se pone de pie y ante la mirada hambrienta del Uzumaki se encamina hacia las aguas termales privadas que tienen en su habitación. El chico ojiazul se muerde el labio inferior al observar la espalda fuerte y delgada del contrario, se levanta y al igual que el otro joven se encamina hacia las termas.

El denso vapor del agua humeante se alza prolíficamente por todo el lugar mientras el olor a sándalo se expande en toda el área circundante. Sasuke quiere tranquilidad, así que sumerge todo su cuerpo en la piscina de aguas calientes; su cabello flota y navega cual serpiente por las aguas, está cansado, soportar a Naruto y a su maldito ímpetu es más cansado que vagar por toda la nación del fuego durante meses.

Él ha viajado tanto sintiéndose la mayor parte del tiempo ajeno a su alrededor. Suele estudiar en silencio el comportamiento humano, creció y siempre vivió solo, por lo tanto pasar mucho tiempo en compañía de otros le es complicado; albergó demasiados odios y su alma se corrompió, ¿aún es un despojo humano? A palabras ciertas, él ni siquiera se considera un verdadero ninja, los ninjas tiene honor y camaradería, él viaja solo... es un fantasma, un espíritu maligno.

En ese momento abre los ojos debajo del agua, sus ojos detectan ipso facto al otro chico que lo acompaña, él no quiere más contacto por parte de Naruto, está harto y exhausto; así que, se aleja nadando hacia el otro extremo del tanque. Sigue bajo el agua, sintiendo como esta entra por sus orificios nasales de poco a poco, vuelve a cerrar los ojos y sigue meditando.

La situación para el contrario es sumamente exasperante —como casi siempre—, sabe que Sasuke no quiere ser molestado y eso lo irrita. ¿Por qué después de tanto tiempo aún se encuentra incomodo frente a él? Quizá es el hecho de ser tan temperamental, ¡Maldición! Así lo hizo la vida, un hervidero de emociones y sensaciones; él quiere tocar y saborear, quiere morder y tragar todo el tiempo.

Sobre todo le gusta saborear lo que provenga del pelinegro. Es por eso que cierra los ojos y recuerda la primera vez que sus labios se enredaron de forma hambrienta, ambos estaban ebrios y el verano furioso se agazapaba sobre ellos. Sasuke fue el primero en deshacerse de sus prendas, mientras tanto él observó con sumo detenimiento los rasgos nítidos de la figura frente a él; su espalda llena de latigazos, él recordó en ese momento la mortal seriedad en los ojos del Uchiha, su temple estaba fallando; dio un paso al frente para detener tal masacre, sin embargo, una mano frágil lo sostuvo con fuerza. Sakura le negó avanzar, y si debía ser sincero, esa fue de las pocas veces que odio a la Haruno, si por él hubiera sido, cada golpe proporcionado a la espalda de su amigo, la habría recibido él; pero las cosas no eran tan fáciles e interponerse entre el verdugo y el joven famélico solo atraería más problemas.

Recuerda como Sasuke lo miró de reojo preguntando que ocurría, él se puso de pie y tocó delicadamente las heridas ajenas, preguntó si dolían a lo que el pelinegro solo respondió con un gesto negativo de su cabeza. Naruto se quedó ahí, acariciando las muchas marcas que iniciaban en los omoplatos y terminaban en sus hoyuelos de Venus. El otro no hizo nada, tan solo se dejó hacer, pronto Naruto ya estaba besando sin mucho apuro cada una de sus bestiales marcas; él pensaba que Sasuke era hermoso, más que cualquier Kunoichi, más que cualquier criatura mítica.

Y sí, ellos ya habían compartido cama con Sakura, pero jamás se habían lamido las heridas mutuamente.

Regresando al momento actual, Naruto abre los ojos e inhala el pesado olor de esa planta rojiza. Avanza hacia las profundidades del agua y va en busca de su compañero.

El otro percibe el movimiento y trata de nadar un poco más lejos, no obstante falla, pues su espalda ha chocado con algo parecido al acero. Sasuke se gira con una velocidad mortal y abre ambos ojos aún debajo del agua, se encuentra con los ojos ahora de un azul más oscuro y quiere escapar; quizá, si nada a una gran velocidad pueda llegar hasta el otro lado para salir corriendo, pero eso no sucede. Naruto lleva su mano detrás de su nuca y la posa ahí, le sonríe solo como él sabe hacerlo y a continuación, une de nuevo sus labios.

El oxígeno ahora escapa por entre las comisuras de sus bocas, y si Naruto no se detiene, ellos podrían morir dentro de esas asequibles termas; pero para ambos eso estaría bien, morir lejos de casa sin un funeral, sin honores. Tan solo fluir y volverse uno con la entropía, establecer un mensaje...

Sasuke es el primero en reconocer que se ha quedado sin el gas natural, se separa de él y sube hasta la superficie, respira con dificultad mientras maldice en silencio al rubio. No tarda mucho para que el otro este salpicando hacia todas las direcciones cuando sube.

—¿Me quieres matar? ¡Idiota!

Y Naruto lo único que hace es estrellar nuevamente sus labios con los ajenos. Lo abraza y se acerca a su oído:

—Si tuvieses que morir no me importaría en lo absoluto hacerlo por ti. —Enrosca sus fuertes brazos en el cuello y espalda de Sasuke —Morir por quien amas llena de gloria a la persona, no hay forma más grata de hacerlo.

Y el corazón de Sasuke se contrae porque Naruto ha dicho que lo ama. ¿A él quién puede amarlo? Él perdió ese derecho hace muchísimos años, pero este chico cálido, este gran perro torpe le dice sin reparo lo que siente, le estampa sus sentimientos a la cara y él debe admitir que se siente como una gran masa de chakra que fluye hacia todas las direcciones con locura y poca armonía.

Sasuke se separa de él y ambos se miran fijamente a los ojos, Naruto sabe que no obtendrá algún tipo de respuesta, el Uchiha no es así. Lo que obtiene son los fríos labios del pelinegro sobre su boca, su nariz, sus mejillas y sus ojos; el pelinegro se hunde de nuevo en la profunda agua hirviente, bajo el agua todo es más sencillo, el perro gigante lo sigue haciendo lo mismo y sus miradas se conectan y al parecer todo parece estar bien.

Sasuke dice algo debajo del agua pero para su desgracia Naruto aún no tiene la capacidad de entender lo que el otro dijo, no obstante, él desea creer que fue algo ligeramente parecido a un "yo también" o quizá un "te quiero, baka". Sonríe y besa de nuevo los belfos ahora hinchados del pelinegro. 

𝒩𝑜𝓉𝒶 𝒹𝑒 𝒶𝓊𝓉𝑜𝓇:

Me gusta tanto lo gay... y es que Sasuke se me hace como un felino más bien tímido y malhumorado, pero al mismo tiempo deseoso de cariño... llorémosle al emo vengador. 

But... solo serán especiales de este tipo, el otro cap será programación habitual. Las amo, nos vemos en la sección de comentarios nadie comenta o ella no responde.

【Confesiones obscenas】ᴋᴀᴋᴀꜱᴀᴋᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora