Sweven; Lee TaeYong; LS#2

To our past

La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.

La joven SooMin observó las luces iluminar el interior del hogar de su vecino y mejor amigo, la música la aturdía un poco desde donde se encontraba.

—¿No vas a ir?— Su padre se acercó a la castaña con los brazos cruzados, traía puesta su pijama y un antifaz sobre la cabeza.— Te lo estás pensando mucho.

—No es mi tipo de ambiente.— Sus palabras se contradecían con lo que llevaba puesto, decir que se había arreglado hace dos horas parecía una exageración, sin embargo, no era nada más que la verdad. La chica soltó un suspiro sin quitar sus ojos de la ventana.— Si voy, seré una aguafiestas.

—SooMin, ¿Cómo estás tan segura de eso?— El mayor depositó la palma de su mano sobre uno de los hombros de su hija.— Nunca has ido a una fiesta así, que yo sepa.— Hizo una mueca al pensar en su hija escapándose para ir a alguna casa lejos de la ciudad.— Es tu último año, disfrútalo.

—¿Y si me pasa algo?

—¿Qué te puedes pasar, Soo?

—¿Y si me desmayo?

—Johnny puede traerte caminando, SooMin.— El hombre puso los ojos en blanco y se dio la vuelta con la intención de irse, no sin antes dejar un beso sobre la frente de la castaña.— Es nuestro vecino y tú amigo, va a cuidar de ti.

El mayor se despidió perdiéndose en las escaleras.

Dentro de la cabeza de SooMin todo era un desastre, ¿Estaría bien si iba? Todos sus compañeros estarían ahí, ¡Incluso los amigos de John! Solo le quedaba rezar para no pasar vergüenza frente a tantas personas.

Durante sus años en el instituto, solo había sido la tranquila SooMin, la amiga de Johnny Seo, la tímida Park. ¿Cómo iba a plantarse en esa fiesta con esa reputación?

Sin darse cuenta, sus pies ya la estaban llevando hasta la puerta de vecino. La música repicaba en sus tímpanos con fuerza, ¿Se estaba sintiendo mareada?

Ni siquiera había probado su primer trago.

Bueno, ni siquiera tomaba.

El asfalto pareció llamar su atención puesto que había fijado la vista en el mismo en todo el recorrido, solo la alzó una vez que estuvo frente a la casa. Las puertas estaban abiertas de par en par, las personas entraban y salían, otras se encontraban en el patio charlando o haciendo... Cosas que no valía la pena mencionar ni recordar.

Cruzó el umbral de la entrada y se detuvo al ver el mar de personas dentro del lugar, era mucho peor de lo que pensaba. Apenas se ponía caminar en el sitio.

¿Acaso había invitado al todo el instituto?

—¡Hey, Park!— Yukhei se acercó a la menor con una sonrisa en el rostro.— ¡¿Cómo está mi amiga favorita?!— Sin aviso alguno, el chino la rodeó con sus brazos, alzándola provocando que el corazón de la castaña quisiera salirse de su pecho.— ¡Te extrañé!

—Yo también te extrañé, Yukhei.— El más alto presionó mejilla contra el rostro de SooMin, haciendo que el calor en su cara no tardará en aparecer.— Pero, ¿Puedes bajarme?

—No quiero.

—Por favor, Yukhei.

—Déjame abrazarte un poquito más, ¿Sí?— El tono aniñado que había usado hizo que la más baja soltará una leve carcajada.—¡No sabes lo mucho que me haces falta! ¡Te quiero mucho!— El contrario arrastró la última sílaba de la palabra en un intento de enseñarle que tanto le quería.— ¡No te quiero soltar nunca!