Sweven; Lee TaeYong; LS#2

01

Tomé asiento a un lado de John, deje la bandeja sobre la mesa y me concentré en probar mi comida.

Ten, que se encontraba frente a mí, no dejaba de reír al ver la pantalla de su teléfono. JungWoo a su lado le seguía la corriente, el más alto de todos solo comía con el ceño fruncido.

—¿De que se ríen?— Yukhei acababa de llegar junto con una bandeja en sus manos, se dejó caer en el lugar vacío a mi lado.—Parece divertido.

El tailandés tomo un poco de aire antes de contestar su pregunta. —Son las fotos de ayer, fue una noche memorable.

—Me sorprende que estés de buen humor después de todo lo que tomaste.— Johnny lo apunto con los palillos y el chico le saco la lengua.— Me sorprende que esté aquí después de la fiesta.

Parpadee un par de veces y observé al hombre a mi derecha, las bolsas bajo sus ojos eran bastante notables.

—Vamos, si se trata de eso, tu tampoco estarías aquí.

Mire mi plato por unos segundos debatiéndome si la pregunta era correcta para la situación.

—Disculpen, ¿Qué fiesta?

Un silencio súbito llenó la mesa, Ten sonrió de lado mientras que Johnny escondía su rostro entre sus manos.

—¿Jonh no te lo menciono?— JungWoo me preguntó desde su lugar, negué con la cabeza.— Bueno, supongo que por eso no estabas ahí.

—¿Por qué no la invitaste, John?— Ten se recostó sobre la mesa, mirando al más alto.— Me parece muy desconsiderado de tu parte, no invitar a tu mejor amiga a una fiesta.

El tailandés recibió un manotazo en el brazo por parte de Yukhei, que le murmuraba cosas como "No debes decir esas cosas" y "Siéntate bien".

—¿Por qué llevaría a SooMin a una fiesta llena de hombres alcoholizados?— JungWoo arqueó una ceja.— Solo me estoy preocupando por ella.

—Si tu lo dices.— Murmuró el más bajito en su asiento.— Oye, ¿Hiciste la tarea?

El chico siguió hablando, pero yo solo podía fijar mi vista en la comida que de veía de todo menos apetecible.

Conocía a Johnny desde que era pequeña, vivíamos en el mismo vecindario y nuestra familias eran conscientes de la existencia de la otra. Ser amigos solo era cuestión de tiempo.

Entonces, fuimos a la primaria  juntos, también a la secundaria y aquí estaba, en la universidad a su lado.

El mayor no tenía otra opción las que convertirse en abogado, por mi parte, me parecía realmente interesante ese campo. Incluso cuando mi padre me dijo que podía elegir la carrera que quisiera, decidí seguir a Johnny.

Eso era lo que los mejores amigos hacían, ¿Verdad?

¿Verdad?

Suspiré mirando mi plato, a veces Ten no media sus palabras y lo entendía. El chico no tenía filtro alguno con sus comentarios, pero era amigo de John, así que tenía que aceptarlo. Lo mismo sucedía con JungWoo, Yukhei era un poco más tranquilo, solía acompañarme a clases de vez en cuando.

Alze la cabeza recordando el presente que le había preparado al más alto, busque en mi mochila las galletas que prepare la noche anterior. Saqué la bolsa de plástico y la coloqué a un lado de la bandeja del mayor.

—John, mi madre ha mandado galletas.— Las señale con un dedo.— Son de chocolate.

El mayor tomo la bolsa de plástico sorprendido, una sonrisa sincera se posó en sus labios y me rodeó en un abrazo.

—Gracias por traerlas.— Con una de sus manos, desordeno mi cabello.— Son mis favoritas.

Sentí como mi corazón golpeaba en mi pecho con ganas de salir a dar una vuelta y no regresar nunca. ¿Podía desmayarme por la felicidad? Esperaba que no.

Mis sentimientos por John eran... Complicados.

Más que complicados, difíciles de explicar.

Me gustaba, eso lo sabía. Pero era incapaz de confesar mis sentimientos hacia él, perder su amistad... Era un lujo que no podía dar.

¿Y si yo no le gustaba? Las cosas se volverían incómodas y no podía recibir los abrazos que tanto me gustaban, no podría sentarme a su lado mientras decía cosas graciosas.

Negué con la cabeza varias veces para sacarme de la cabeza esos pensamientos, si no pensaba eso podría olvidarme momentáneamente de mis sentimientos.

—¿SooMin?— Yukhei llamó mi atención, por lo que voltee a verlo.— ¿Estás bien?

—Si, no te preocupes.— Sonreí tomando nuevamente los palillos que había dejado sobre la bandeja.— Solo estaban pensando en algo.

—Si pasa algo, puedes decirme, ¿Está bien?— Dio un par de palmadas en mi cabeza. A lo que yo asentí mientras sonreía.

—Oh, SooMin.— Johnny estaba mirando la pantalla de su móvil.— Tenemos que ir a clases.— El mayor se puso de pie para empezar a caminar hasta la salida de la cafetería.

Terminé mi comida rápidamente y con una mano me despedí de los chicos mientras acomodaba la mochila sobre mis hombros, siguiéndole el paso a Johnny.

Corrí hasta llegar a su lado, una vez ahí, respire hondo para calmar mi respiración irregular. Cosa que fue inútil, porque el más alto paso un brazo por mis hombros.

—SooMin~— Llamo mi nombre con un tono meloso.— ¿Tienes los apuntes de Argumentación Jurídica?

—¿Los de la última clase?— Asintió.— Dejé la libreta en casa, pero si quieres te la llevo por la tarde.

—¡Genial!— Plantó un beso en mi frente y me abrazo.— ¡Eres la mejor amiga del mundo! Lo digo en serio.

—Lo sé.— Le sonreí.— Ahora, ¿Puedes dejarme respirar? Te lo agradecería.

—¿Estás despreciando mis abrazos?— Hizo una mueca y se alejó cruzándose de brazos.— No puedo creer que me hagas esto, Soo.

—Valoro mi vida, John.— Abrí la puerta del salón de clases.— No quiero morir asfixiada.

El mayor cruzó por la puerta riendo. Si un suspiro largo y me encamine hasta el primer asiento que vi que se encontraba en la mitad de la habitación. Johnny había tomado asiento en la parte de atrás de la clase, sacó su móvil y empezó a teclear en él mientras sonreía.

Esta era la vida que yo, Park SooMin, había elegido.