Sweven; Lee TaeYong; LS#2

16

—Soo, ¿Cuándo es tu cumpleaños? —Soltó de repente TaeYong, quien se encontraba frente a mí, dibujando.

—8 de agosto. —Respondí sin interés mientras tomaba una de las galletas que papá había traído hace poco. Asintió, tomando su celular, y tecleo un par de veces.

—A DoYoung le gusta hacer regalos en grupo. —Siguió escribiendo algo en su teléfono, pero se detuvo. —¡SooMin pero si eso es mañana! —Se levantó de su asiento, con las manos en su cintura.—¿Qué vas a hacer mañana?

—Absolutamente nada. —Me lleve otra galleta a la boca y sacudí mis manos, quitándome las migas en estas.—Solía celebrarlo con Johnny, pero como están las cosas, dudo que lo hagamos.—Aclaré. —Antes me hubiera afectado muchísimo, y probablemente estuviera hecha llanto en estos momentos, pero ya no más.

—Eso es un desarrollo de personaje, claro que si. —TaeYong aplaudió, acercándose a mi y reí ante su absurdo comentario. —Mañana tengo que trabajar, pero si mi turno acaba temprano te visitaré o podemos salir. —Revolvió mi cabello, haciendo que mi corazón se acelerará, y mi rostro se sintiera caliente.

Demonios, ¿Sería una cita?
No.
Probablemente él invitaría a los demás chicos, e iríamos todos en grupo.
De todos modos, ¿Por qué me emociona tanto la idea de ir a una cita con TaeYong?

Contrólate, Park SooMin.

—Seguro. —Continúe con mi dibujo, intentando calmarme, y no hacer notoria mi emoción.

—¿Quieres que lo llamemos una cita? —Detuve el movimiento de a golpe, abriendo mis ojos con sorpresa, mordí mi labio, intentado ocultar mi sonrisa, pues era probable que solo estuviera jugando.

—¿Es una manera sutil de pedirme una cita? —Levanté mi ceja, con un gesto sugerente. Vamos, que dos podían jugar a este juego.

—Puede ser.

Terminamos dibujando gran parte de la tarde, sin una charla de por medio, pues ambos disfrutábamos de la simple compañía del otro. Además que la concentración era lo más importante de todo.

—Creo que ya debo irme, mamá sospecha que tengo una vida oculta por no pasar mucho tiempo en casa. —Suspiró, mientras recogía sus cosas.

—Tienes que contarle, creí que íbamos en serio, Tae. —Bromee, caminando junto a él hacia la entrada de mi hogar.

—Lo sé, lo sé, estoy esperando el momento indicado. —Respondió, siguiendo la broma. Abrió la puerta principal y salió. —Esta pendiente a tu celular, te llamaré cuando sea media noche para felicitarte.

—No es necesario, solo con las felicitaciones estoy bien. —Aquí vamos de nuevo, SooMin siendo un tomate andante por cosas mínimas.

¡Autocontrol!

—Oye, los cumpleaños me emocionan, déjame ser.

—Bien, bien, esperaré tu llamada. —Sonreí, a la vez que él lo hizo. Nos quedamos en silencio, mirándonos el uno al otro y luego Reímos por lo bajo.