Capítulo XX

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(Este capítulo va dedicado a Manzana - roja que sugirio esta humilde historia ♡♡♡)

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—Tío Jing Cheng, dice que me parezco mucho a mi padre —dijo Jin Ling muy orgulloso.

—Cuanto lo siento —se lamentó Lan WangJi.

—..

Jin Ling sintió el rostro caliente pero no se desánimo en tratar de impresiónar a Lan WangJi. En cualquier otro momento, en cuanto viera o escuchara el nombre de Lan WangJi huirá por su vida, pero ahora dependía de Lan WangJi para salir vivo del bosque, tenia que esforzarse al máximo.

Le había pedido que le dijera, que porque no sería mejor dejarlo atrás y que se las arreglará el solo. Jin Ling estaba tan asustado ante de la perspectiva de ser dejado atrás en un bosque oscuro y lleno de espíritus que no pensó que Lan WangJi sólo estaba burlándose de él. Tampoco tuvo el valor de pedirle ayuda a Wei WuXian.

—Mi madre dice que soy de crecimiento rápido. Ya casi soy mas alto que el tío Meng Yao...

Las estruendosas carcajadas de Lan WangJi interrumpieron el discurso de Jin Ling.

Se estaba burlando de él. Jin Ling no era tan tonto, y Lan WangJi tampoco era discreto, de hecho Lan WangJi era todo menos agradable y Jin Ling en un momento momento de desesperación, uso a Hada como escudo, provocando más carcajadas de parte de Lan WangJi.

El perro demoníaco era una cosita peluda y no tan grande como para ocultar a una persona, mínimo podría usarse para cubrir su rostro.

Era imposible que Lan WangJi no se burlara, más aún, dejar de reír cuando ya había comenzado.

Wei WuXian no sabía que era peor, si las risas de Lan WangJi o el cuerpo tembloroso de Jin Ling. Solo sabia que quería alejarse de ambos. Admitia que prefería perderse en el bosque ante de seguir escuchando semejante intimidación.

Detrás de él, Lan WangJi se reía tan fuerte que no podia respirar. Después de que Wei WuXian estuviese alejado a gran distancia, su pecho pico y finalmente logró detener la risa después de un rato de toser.

Arrebato el perro demoníaco de las manos de Jin Ling, y comenzó a jugar con sus patas, al tiempo en que sus pasos de hacían más largos y alcanzaba a Wei WuXian.

—No te enojes, Wei Ying. No importa de quien me burle o a cuantos moleste, nunca podré olvidar que estas a mi alrededor —Wei WuXian casi deseaba haber sido olvidado. Una vez que Lan WangJi, recordará su presencia, la vida se volvería mucho más difícil para él.

Observando al perro en las manos de Lan WangJi, Wei WuXian recordó unas palabras que Lan WangJi una vez le había dicho. Por supuesto, las palabras eran tan tontas y ridículas que fue difícil para Wei WuXian olvidarlas por un tiempo.

Lan WangJi de por si sólo, era una persona difícil de olvidar pero cuando abría la boca...

—Wei Ying, los perros persiguen sus colas, yo persigo la tuya.

—...

... cualquiera intentaría olvidarlo. Golpeando su cabeza contra un muro, tal vez.

Wei WuXian siguió caminando y dejo que Lan WangJi hablará solo. Si seguía escuchandolo hablar no podría resistirse de querer... ¿qué quería exactamente de Lan WangJi? Wei WuXian no lo sabía.

Para empezar nunca había entendido al Lan WangJi de antes. Se habían esto rodeando uno al otro y sin embargo,  Wei WuXian nunca se había tomado en serio a Lan WangJi.

Una Canción de BatallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora