Capítulo XII

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Al amanecer del día siguiente, la gran noticia ya había sido oida por todos aquellos interesados y por los no interesados también.

Lan QiRen se enteró gracias a Lan XiChen, que a su vez lo había oído de Jiang YanLi, a quien se lo había contado un asustado Jin ZiXuan que compartía habitación con Nie Huaisang y Wen Ning que lo habían escuchado de un Jiang Cheng emocionado y alegre.

¡Wei WuXian y Lan WangJi estaban enamorados!

Por supuesto, estaban los escépticos que creían que la gran noticia era una mentira, los asombrados por el hecho de que Wei WuXian pudiera sentir alguna emoción, los deprimidos porque Lan WangJi ya había sido atrapado; los que se divertían con el chisme, los dramáticos que imaginaban miles de escenas futuras para la nueva pareja y los hermanos mayores.

—¡Esta es nuestra única oportunidad! —comentó Lan XiChen.

—Una oportunida, tal vez única en esta vida —Lan QiRen sólo podía estar de acuerdo.

—Si no logramos que el joven maestro Wei se case con WangJi me temo que nunca podremos deshacernos de él.

—¡Hay que trabajar duro!

—Muy duro.

—Aunque, lo mas difícil era que Wei WuXian se enamorará de WangJi y ya está hecho.

—¡Un milagro de los Dioses!

Lan XiChen se preocupaba mucho por el futuro de su pequeño hermano. Si bien, Lan WangJi había heredado la belleza mistica de los Lan, eso no le garantizaba un futuro.

Lan WangJi era orgulloso y desvergonzado al igual que la mayoría de los Lan, pero también era molesto y fastidioso, lo que desencantaba nada mas al pasar más de tres horas junto a su compañía.

Y Lan XiChen no iba a dejar que su hermano se convirtiera en una réplica de su tío Qiren. Tal vez si su padre hubiera sido como él, y se hubiera preocupado más por la vida amorosa de su hermano, Lan QiRen no hubiera terminado como lo hizo.

—Escuche que a Wei WuXian le gustan las comidas simples. No le gusta el contacto humano. También, escuché que no es bueno con el alcohol, que...

Lan QiRen miró a Lan XiChen con una mirada entre burlona y resignada.

—Querido sobrino, ¿otra vez estuviste intercambiando información con el joven maestro Nie?

Intercambiando información lo llamo Lan QiRen, cuando en realidad, quizo decir chismoseando.

—Al igual que el honorable tío estuvo otra vez en los burdeles y en las casas de apuestas —Lan XiChen podría ser una persona que se enfadaba con facilidad, pero de allí a avergonzarse, nunca. Los Lan no conocían el significado de vergüenza.

—Bueno, XiChen, aqui nadie está acusando a nadie. Ambos somos jóvenes y débiles de voluntad.

—...

—¡XiChen, deja de romper los muebles! ¡No! ¡La flauta, no! ¡En la cara no que soy muy joven y guapo! ¡XiChen!

Por otro lado, Jiang YanLi y Jiang Cheng.

Una Canción de BatallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora