Capítulo III

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—No es nada personal, Joven Maestro Mo.

—Si, no es que no confiemos en ti, es que no confiamos en que no intentes matarnos.

—SiZhui, por favor.

—¿Qué? Lo comenzaste y yo lo estoy terminando.

—Que gentil de tu parte.

—Lo sé, no necesitas agradecerme.

Mil veces. Wei WuXian hubiese preferido mil veces que lo atacasen o que lo entregarán, si es que lo iban hacer.

La secta GusuLan era conocida por tomar a discípulos con extraordinario potencial y convertirlos en grandes cultivadores, pero también era conocida por su comportamiento poco convencial o como Wei WuXian, decía: cultivadores de cara dura.

Y al parecer esto solo había empeorado con los años.

¿Cómo podría Wei WuXian ponerlo en palabras? No sólo le era imposible, sino que, un sentimiento ligero de mal humor lo invadía.

Inexplicablemente, su resurrección se había convertido en un juego de niños; había sido estafado y engañado para ser capturado por un crimen que él no había cometido.

Aunque, su rostro no mostraba signo alguno sobre su estado de humor, toda su persona irradiaba hostilidad.

¡Sin importa qué, tan demente y hereje, el mundo de la cultivación lo considerará, él jamas había sido tratado de manera tan desvergonzada!

Había sido arrojado al piso de la Sala Este de la mansión Mo, la cual estaba salpicada de sangre seca; con una cuerda alrededor de su cuerpo, un talismán de restricción en la frente. Y... ¡Lo habían desnudado! Solo una fina túnica interior protegía su cuerpo.

Desde una edad temprana, Wei WuXian había sido tan calmado y apropiado que era doloroso de verlo. Era imposible encontrar una falla en él; ni una sola mota de polvo o arruga en él, ni un solo acto humillante o vergonzoso, hasta ahora.

Después de un buen rato, todavía no podía aceptar esta realidad, pero tampoco, podía seguir estando aturdido, por lo que se rindió y se concentró en los jóvenes a su alrededor.

Lan JingYi le dedicó una sonrisa y dijo—. Realmente, siento este acto tan vergonzoso.

¿En serio? ¿Y por qué no lo evitaste? Si quieres ayudar a alguien, solo hazlo y no vallas por allí, lamentandote por no haberlo hecho.

—JingYi, no hagas una montaña de un polvo de arena —dijo Lan SiZhui. La forma en que habló, sonaba como sí no fuera nada de que agraviarse, pero había una pizca de diversión que todos podían notar.

—Eres terrible —reprendio Lan JingYi, siendo todo lo educado y tranquilo que Lan SiZhui no era.

—No soy tonto, si es tan habilidoso y poderoso como dícen, si intentará algo como esto en otro momento... de verdad, que moriría —Se acercó a Wei WuXian y intentó
pechizcarle las mejillas, Wei WuXian esquivo sus manos—. ¡Tengo que aprovechar!

—Lo dicho, terrible.

—En fin, el talismán de restricción durará tres horas, durante ese tiempo no tendremos que preocuparnos por él —Se alejo de Wei WuXian y camino hacia la salida—. Nosotros tenemos trabajo que hacer, vamos.

Los Juniors de Gusu acataron la orden y Wei WuXian se quedo solo, y sin nadie quien lo vigilará, pudo sentarse correctamente.

Si bien, las cuerdas le impedían moverse, estas no estaban apretadas con suficiente fuerza, lo que debería impedirle movimiento era el talismán de rectriccion. Un objeto realmente inútil considerando que el cuerpo de Mo XuanYu había sido limpiado y purificado de toda energía resentida. En cuanto a la energía espiritual...

Una Canción de BatallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora