Capítulo 18: Soledad.

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Ki Hyun—¡Idiota!, No me hagas esto de nuevo.—se escucho por toda la blanca habitación del hospital.

Seung—Cállate Ki Hyun, despertarás a Kook.—Hablo mientras acariciaba los cabellos azabaches del menor.

Ki Hyun—Me importa una mierda el mocoso ese, ¿Crees que estoy bien?, Show Nu me dijo que necesitabas una donación de sangre y tuve que correr hasta aquí.—Le regaño una vez más y el más alto suspiro.

Seung—¿Puedes donarla o no?.—El mayor asintió.

Ki Hyun—No consumo drogas como tú.—Bien, Ki Hyun estaba muy enojado.

Seung—Kiki, no me regañes, aún estoy débil en cama y solo puedes pensar en mis errores Hyung, ten piedad de mi.—El más bajo rodó los ojos y le golpeó en la frente.

Ki Hyun—Ire con el doctor Lee, despierta a tu pequeño niño y dile que se vaya a casa.—El mayor suspiro y volvió su mirada a un cansado Kook a su lado.

Seung—Tu hermano me va a matar, pero, probablemente estuviera muerto si no hubieras estado ahí.—Sonrió para acariciar de nuevo las hebras azabaches del más bajo.

Después de unos minutos más el doctor Lee estaba de nuevo en la habitación, Ki Hyun había recostado a Kook en un sofá y había puesto una manta sobre el a petición del mayor de los Anh.

Doc.Lee—Si no supiera que eres tú sería de lo más raro que no te hayas desmayado.—El mayor río levemente antes de que el doctor empezará el procedimiento.

Después de que su organismo procesara el inserto de la sangre de ki Hyun su color palido—El normal.—Había regresado.

Domingo por la mañana, Ki Hyun había regresado con los demás chicos gracias a una llamada de Chang Kyung sobre Soul, la chica había despertado y no dejaba que nadie más se le acercase que no fuera el.

El mayor ahora medio sentado en la cama de hospital miraba por el gran ventanal, el sol apenas había salido y la contaminación no era tan fuerte, probablemente sería un hermoso día soleado en el que a Soul le hubiera gustado salir a caminar por ahí o pasarla en la piscina.

Soul Hyun y Jung Kook, todo en su mente eran ellos, por una parte, su pequeña hermana, claro, solo era más joven que el por unos minutos, pero, siempre había sido su pequeña.

Por el otro lado Kookie, el chico que le salvó de morir desangrado en la acera de una calle desolada en medio del frío, el chico que amaba después de solo unas semanas de conocerse.

So Yeon—Un chico me llamo, dijo que estabas en el hospital y cuando llame a el doctor Lee no le quedó más que decírmelo, ¿Por qué no me llamaste cariño?.—Acaricio la mejilla del menor y este la miro.

Sus ojos parecían vacíos, sin brillo y tan obscuros como siempre, sus cabellos azabaches caían sobre su frente cubriendo algo de sus ojos, sonrió soportando las lágrimas y abrazo a su madre con debilidad.

So Yeon—Llevas unos minutos perdido en tu propia mente, ¿Qué ocurre?.—Pregunto acariciando el cabello azabache del más alto.

Seung—Mamá... Yo, nunca fue mi intención, lo juro, hubiera preferido morir primero a verles morir, pero, ellos...—Se detuvo tratando de recuperar la respiración y mantener las lágrimas en sus ojos.

So Yeon—Esta bien mi niño, está bien, puedes contarme después, ahora tranquilízate, dime, ¿Quien es el chico que duerme ahí?.—Sin dejar de acariciar sus cabellos miro hacia el sofá.

Seung—El es el chico que me gusta.—respondio mirando la expresión relajada de Jeon.

So Yeon—¿Le llamaste?.—El menor nego dejándose abrazar por su madre.

Little Boy | Male Reader |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora