Capitulo 27: De vuelta a casa

310 44 6
                                    

Años después...

Laurent—¡Brindemos por todos los hijos de puta que lograron graduarse!.—Levanto su vaso por enzima de todos mientras gritaba.

Muchas personas le apoyaron y levantaron los vasos.

La fiesta era un descontrol, algunos bebían, otros tenían sexo, había realmente una variedad, pero, en su lugar, el tenía un vuelo a las 3 de la mañana de regreso a Corea.

¿Por qué estaba ahí?, Laurent, su compañero de habitación por todos los años de universidad, le había prometido una sorpresa en la fiesta.

Su sorpresa se trataba de nada más ni nada menos que una caja de condones y cinco chicas con fetiches por los asiáticos.

Demaciado para un "aburrido" como el, por eso, estaba desidido a largarse del lugar.

Antes de entrar a su auto el timbre de su celular sono para informarle sobre una llamada.

En la llamada

Soul—Llegas por la tarde, ¿No es así?.—Su voz calmada se escuchaba algo lejana.

Seung—Si.—Su respuesta fue seca gracias a el humo en sus pulmones.

Soul—¿Aún no has dejado el cigarrillo?, Sabes que hace mal para tu salud.—El mayor suspiró mientras reía.

Seung—Lo dejaré cuando vuelva a Corea, lo juro, ¿Qué tal están las cosas con mamá?.—La risa de una mujer se escuchó de fondo.

So Yeon—Tu vieja madre se encuentra de maravilla, esperando volver a ver a su pequeño.—La voz dulce de su madre le hizo sonreír.

Soul—Padre dijo que te declararía presidente de la compañía en unos meses, cuando te acostumbres a las funciones como presidente.—su voz sonó en un tono menos interesado.

Seung—me importa poco, sabes que solo regreso para hacerlo miserable.—la menor rio al otro lado de la línea.

Soul—¿Nam Joon te lo dijo?.—Pregunto después de un corto silencio.

Seung—Lo hizo, si quieres, Laurent está demaciado dispuesto a casarse contigo.—Lla risa melodiosa de dos mujeres sonó.

So Yeon—¿Laurent?, ¿El Laurent del que siempre hablas?, No dejaré que mi hija de case con el hombre como ese.—Su burla hizo reír a el menor.

Seung—Soul decidirá con quién casarse, no es nuestro problema mamá.—Miro la hora en su reloj y suspiro.

Seung—Me tengo que ir, llevaré a Laurent y el auto a su departamento y tomaré un taxi a el aeropuerto, nos vemos en unas horas.—Soneio ante la idea de volver a ver a su madre.

So Yeon—Bien, te veremos después pequeño.—La risa de Soul le hizo sonreír.

Soul—Nos vemos oppa.—

Fin de la llamada

[...]

Seung—Hola Corea.—Sonrio abiertamente mientras salía del aeropuerto.

Probablemente su madre se estaba encargando de su compañía y Soul le acompañaba, tendría que tomar un taxi a casa y encontrarse con su padre en la empresa más tarde.

Subió a uno de los tantos taxi vacíos junto a su equipaje y entrego la dirección de la casa en la que por tantos años había sufrido abusos.

Era suficiente, había superado sus traumas después de asistir a el psicólogo por unos años mientras estudiaba, podría dormir tranquilo, sin recuerdos horrendos.

Sonrío mientras miraba por la ventana, las calles que conocía perfectamente, tal vez algunos locales habían cambiado, pero, todo era igual a antes de irse.

El semáforo indicó detenerse y el auto lo hizo, mientras los peatones pasaban, su mirada se dirigió hacia la acera de aquella avenida.

Sus ojos obscuros fueron atrapados por una figura vestida de negro, el cabello azabache y una altura un poco más prominente a como le recordaba.

Ya no era el pequeño chico delgado eh inocente de antes, ahora era todo un hombre, soltó una risita ante la ironía de su destino, justo el día en que regresaba debía encontrarse con el.

Una vez el auto paro fuera de aquella gran casa el chico bajo de este junto a su equipaje para entregar el dinero a el conductor.

Entro sin prestar mucha atención a las cosas, todos seguía tan igual como siempre, lo único que había cambiado eran los jardines, ahora no tenían flores de colores, solo césped.

Entro a casa sin problemas, algunos empleados le saludaban cordialmente y otros solo le pasaban ya que estaban ocupados en sus propios asuntos.

Xx—Joven amo, su padre se encuentra en su habitación.—El chico levanto una ceja confundido.

Seung—¿Por qué se encuentra en casa?.—Pregunto desinteresado.

Xx—El señor ah caído en un estado algo vegetativo desde hace ya algunos meses.—Hizo una pausa con expresión de pena.

Xx—lleva un tratamiento en casa y nos ah pedido no notificarle de esto a la señora y la señorita, estamos muy preocupados por el.—El más joven suspiró mientras asentía para comenzar a subir las escaleras.

Todo fue silencio hasta que terminaron de subir las escaleras.

Seung—lleva las cosas a mi antigua habitación, iré a ver a mi padre.—camino por el largo pasillo hasta llegar al frente de una puerta que reconocía bien.

Miro con desdén la puerta por unos segundos hasta finalmente abrirla, dentro de esta estaba como recordaba, la diferencia, era que su padre estaba recostado en la cama con algunos aparatos en su cuerpo.

El hombre no tenía casi fuerzas, estaba pálido y se veía notablemente cansado.

Seung—Al fin pagas lo que hiciste conmigo.—Sonrio mirándole con diversión.

Seung—Mirate, estas ahí, tan vulnerable y asqueroso, ahora que eres un viejo decrépito.y senil las mujeres no te buscan ¿verdad?.—Solto una risita mientras se acercaba.

Antes de que pudiera hablar tosió fuertemente.

Sr.Anh—Veo que regresaste, ¿Aún sigues odiandome por educarte?.—Rio haciendo enojar al chico.

Seung—¿Educarme?, ¿A eso le llamas educación?, Si me hubieras educado bien, estaría más que preocupado por ti, lamentablemente, solo espero el mómento en que por fin te mueras.—Escupio las palabras cargadas de burla hacia el mayor.

Sr.Anh—Veo que lo que hice no te sirvió de nada, eras testarudo y sigues siendo de la misma forma, la vergüenza de la familia.—su enojo se hizo presente.

Seung—Nos veremos después padre, espero puedas sorbevivir unos meses más, no queremos enterrar a alguien antes de mi nombramiento y traer malas energías.—se despidió con una sonrisa falsa y salió de la habitación.

Eso había sido refrescante, soltó una risita mientras buscaba en la lista de contactos un número en específico, después de tres tonos el clic de la llamada sonó

En la llamada

Seung—Estoy de vuelta, ¿Salimos por la noche?.—Su voz sonó enérgica y con la misma pisca de arrogancia de siempre.

Nam—¿Esta noche?, Bien, yo pago.—se escuchó decidido

Seung—Bien, llevaré a Soul, celebremos que este hijo de puta volvió a casa.—Estallo en risas enérgicas.

Nam—Estas loco hermano.—Su risa estalló igualmente...

.

.

.

.

.

Little Boy | Male Reader |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora