Parte 41

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Armé una grandiosa escena, estuve hable y hable, regañándolos, maldiciendo todo, hasta que me embriagué lo suficiente y me tranquilicé, más por el mareo que por otra cosa.

-¿Terminaste?- Yoongi preguntó.

Me acabé hasta la última gota de cerveza que tenía en la mano y luego le alcé el dedo medio en señal de que se callara la puta boca.

Hoseok y yo bebimos de más, Adora y Yoongi fueron los moderados.
El atardecer se asomó por la pequeña ventana. La adorable amiga rubia comenzó a juntar las latas con cuidado mientras Yoongi venía hacia mí para ayudar a levantarme. ¡Qué considerado!

Tomó mi mano, llevando mi brazo sobre sus hombros y ¡oh! Mano a la cintura.

-¿Soy yo o esto me está excitando?- murmuré a su oído. Eso hizo que me mirara mal así que le sonreí. -Lo siento, ¿no te he hablado cómo soy cuando estoy ebria?-

-Cierra la boca, van a oírte.-

-Tus labios son tan suaves y rosados; quiero morderlos.- quise tocarlos, pero no me dejó.

-Jass, basta. Juro que si te oyen...-

Por suerte Adora no se dio cuenta, quiero creer eso. Yoongi me ayudó a bajar, nos fuimos primero. No supimos cómo es que Adora iba a bajar el cuerpo muerto de Hoseok pero la dejamos a su suerte.
Mientras Yoongi cerraba la puerta del ático, me escapé en dirección hacia su habitación.

-¿Qué estás haciendo?-

-Como si me fuera a robar algo.- me tiré a su cama en ese instante. -¿O qué tal tú virginidad? ¿Puedo robarme eso?-

Volvió a mirarme mal. Me encanta su mirada de asco hacia mí. Y me encanta más que sonría después de eso.

-Te lo perdono porque estás ebria.-

-¿Por qué te sientas ahí? Acuéstate aquí conmigo.- ya sabrán hacia a dónde va la pequeña Jass con un poco de alcohol en la ecuación.

El tipo se sentó en la silla del escritorio, en dirección hacia mí, muy dispuesto a solo observarme sin duda. -Aquí estoy bien.-

-Oh, vamos. ¡Estoy abierta!- metafóricamente. Y no metafóricamente. -Ves la línea de llegada, no hay corredores, eres el único que compite por el gran premio, ya eres el ganador ¡corre, Yoongi, corre!-

-Cierra la boca, ¿quieres que los otros te oigan?-

-Gemir, sí.-

-Está bien, hasta aquí.- oh, vamos, se dirigió a la puerta. -Es hora de que te vayas.-

-Pff.- tuve que obligarme a sentarme en la orilla de la cama. Peiné mi cabello hacia atrás, me rasqué en la nuca y suspiré fuertemente. -¿Entonces solo quieres hablar?-

Oh, bien, volvió a la silla. Justo frente a mí. Frente a frente. Juego de miradas.

-¿Hablar sobre qué?-

-Es mala idea cuando estoy así, te juro que soltaré más obscenidades, pero si quieres hablar, aquí estoy, Señor Clon.- tal vez si junto mis brazos así eso resalte mis pechos, ¿no? Míralos, míralos.

El chico sonrió un poco. Los vio, ¿no? -No quiero que me gustes, pero me gustas.-

-Tengo 21 y soy adorable, no te culpo.- le obsequié una gran sonrisa. -Tú tienes 27 y una enorme...-

-¡Min Yoon Gi!-

Ah, eso nos asustó a ambos. ¿Namjoon?

Namjoon comenzó a golpear la puerta de la habitación de Yoongi. Tuve que pensar rápido.

-¿Qué rayos estás haciendo? Ven aquí.-

Bueno, saltar por la ventana no era buena opción. Perdí el equilibrio cuando volvía a meter mi pie que saqué de la ventana y me sujeté de mi príncipe azul, quien me sujetó de la cintura. Adivina qué hizo Namjoon justo en ese momento. Entró, claro que sí.

Su cara fue como si hubiese visto un fantasma, luego cambió a una como si ese fantasma se hubiera cogido a... bueno, no es momento para esto. El punto es que se enojó más de lo que ya estaba por descubrir esa lata de cerveza vacía que tenía en su mano.
Adora estaba justo detrás de él muy preocupada.

Ah, escena de telenovela. Lo mejor es que Yoongi no me soltaba para nada. Bueno, yo estaba mareada y él no era nada más que un caballero que no iba a dejarme caer.

Namjoon arrojó la lata hacia nuestra dirección, no sé dónde pegó exactamente, cerré los ojos en ese momento, y, cuando menos me di cuenta, vi al malvado monstruo acercándose a nosotros. Bueno, en dirección a Yoongi, más bien. Yo no tengo la culpa de nada. Claro que no.

Caí al suelo, Adora vino a mi rescate. La pelea solo era de Nam y mi caballero.

-¡¿Por qué?!-

Adora me sacó de la habitación a como pudo.

-¡Son unos malditos idiotas!-

¿Qué le habrá molestado más? ¿La cerveza o el malentendido? De seguro la cerveza.

No sé cómo iba la pelea debido a que caí de rodillas de nuevo en el pasillo por culpa de mi mareo. Cuando bebo mucho mi visión se vuelve loca. El estruendoso ruido de la pelea me irritaba todavía más.
Pude darme cuenta de Kidoh que corrió todo el pasillo hasta llegar a la habitación del huracán.
Gritos, más gritos, parecía que estaban viendo un partido y que su equipo iba perdiendo.

-¡Estoy arriesgando mucho por ti y así es como me pagas!-

-¡Eres un idiota!-

-¡Ya cállense a la mierda!-

Me quedé sentada en el pasillo junto con Adora escuchando todo esto. El mareo se me pasó después de unos minutos.

Todo terminó cuando Namjoon fue el primero en salir de la habitación y de la casa. No supimos a dónde fue. Se fue en su auto.

Ni siquiera quise saber cómo quedó Yoongi ante la golpiza, caí dormida como una bebé en mi cama después de todo.
Adora me explicó la mañana siguiente que la lata de cerveza que encontró Nam la descubrió por Hoseok. Juré matarlo, pero no por ahora. Después yo tuve que explicarle a mi amiga lo mío con Yoongi. Quedó impresionada, debo decir.

En fin, Namjoon no volvió a aparecer en la casa hasta unos tres días después del incidente.

Y bueno, no vino solo.

...

~ Two Of You ~ Suga (Agust D) - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora