~ Two Of You ~ Suga (Agust D) - BTS

Parte 36

Es obvio que me encanta discutir con él. Él sí se defiende. Su agresividad a veces es de preocuparse, pero creo que es un gran chico. Solo es cauteloso, hemos de recordar que no tuvimos una buena primera impresión uno del otro, pero ahora mira, compartimos una película y ricos fideos juntos. ¿Qué podría mejorar el día?

-¿Cuál será nuestra siguiente parada?- pregunté al salir de la tienda. -No falta mucho para que se oculte el sol y... ¿qué es eso?- de pronto, comencé a notar un grupo de personas haciéndose cada vez más grande por allá a lo lejos en una calle comercial. Es una calle exclusiva de tiendas, puestos de comida y, sobre todo, la infinita variedad de entretenimiento de jóvenes con talentos increíbles. -Quiero ir, date prisa.-

Irrumpí entre la pequeña multitud para poder ver a un grupo de chicos bailarines, realmente muy buenos.

-Cúbrete la cara, ¿quieres?- escuché de Yoongi a mi lado. Omití su petición; ni siquiera me gusta usar gorra, que se resigne con eso.

Conforme se ocultaba el sol, más personas llegaban a ocupar la calle, más chicos bailarines, otros con instrumentos, otros con sus propios micrófonos y quipos de sonido para cantar.
Al oscurecer, el ambiente iluminado era tan perfecto. Jamás había estado aquí, no es una zona de Daegu que conocía, me pregunté si mis amigos tenían idea al menos porque esto era increíble.

Me detuve en el lugar de un chico cantante con su teclado. No había muchas personas con él, llegamos casi a la mitad de una canción.

-Es bueno.- comenté, no especialmente para Yoongi.

-Apuesto a que tú lo harías mejor.-

De verdad me sorprendió lo que dijo. -¿Estás alentando mi talento? Qué dulce.-

Le vi rodar los ojos, lindo, por cierto. -Solo digo, por como cantaste hace rato, no lo haces mal.-

Ah, podría derretirme ahora mismo. -Debo guardar recuerdo de este momento, me estás haciendo un cumplido.-

-Me estoy arrepintiendo.-

-No, continúa, lo haces bien. ¿Qué tal si hacemos un dúo?- sabía que iba a mirarme así de mal. -¿Rapeas, no? No sé cómo lo haces o si eres muy bueno, pero debemos intentarlo.-

-No, no debemos.-

-Sí, hagamos un cover de esa canción de la película.-

-Ya cállate.-

-Tu eres Wiz Khalifa y yo seré tu Charlie Puth.-

-Jass...-

-Primera vez que dices mi nombre, está funcionando.-

-Jass, no...-

Le hice una señal al chico del teclado mientras caminaba hacia él. Amablemente y con gusto me dejó tomar su puesto. Probé las teclas un poco, sonaba bien. Le sonreí a Yoongi que se había quedado parado ahí entre la gente. Hacía mucho tiempo que no cantaba frente a un público, igual es una sensación que no me molesta para nada.
Al oprimir teclas al azar, finalmente mi cerebro encontró una canción. ¿Qué tan bien conoce Daegu a John Legend?

Una canción muy opuesta a mi personalidad, apuesto a que Yoongi pensó eso por tal forma en que no se movió en esos largos cuatro minutos.
Nada en especial con esta canción en particular, la aprendí muy bien en piano así que me sabía la letra a la perfección con tanta práctica en mis tiempos de novata en la música. Bien, recibí aplausos así que no lo hice tan mal.

Le agradecí al chico del teclado y volví con Yoongi.

-¿Por qué me miras así?-

-Tú...-

-¿Yo qué? ¿No te ha dado hambre otra vez? Yo siento mi estómago vacío. Comamos algo, porque después tendremos que conducir una hora para volver a la casa y recibir una paliza de Namjoon por escaparnos.-

...

Por suerte había un restaurante con mesas privadas cerca de dónde estábamos. Ahí Yoongi pudo descubrirse por completo y relajarse un poco. Se notaba más callado de lo normal. Ya habíamos ordenado y en ese pequeño lapso de espera no encontré nada de qué hablarle. Es que su mirada ya comenzaba a incomodarme.
Sus codos bien firmes sobre la mesa, con sus manos juntas y su mantón a merced de ellas, estaba juzgándome bastante bien.

-¿Ya te enamoraste de mí?- pregunté con una actuación perfecta de serenidad. Ante esto, solo negó con la cabeza. -¿Entonces?

-Es que no entiendo cómo pudiste transmitir algo así.-

-¿Qué?- me reí un poco. -Es la canción, ¿yo qué?-

-Exacto, ¿tú qué? Eres descarada, atrevida, insolente...-

-Veo que has leído un buen diccionario de sinónimos.-

-Y tu voz...-

-Gracias.- este lo dije con sinceridad. Y aquí llegó el contacto visual incómodo, qué bueno que la mesera lo interrumpió al traer nuestra comida.

Nos tomamos unos minutos de silencio mientras cada quien probaba de todo lo que estaba en la mesa. Poco después, me sorprendió que Yoongi fuese el primero en hablar.

-¿Namjoon sabe que cantas así?-

Negué antes de responder. -Cantar no es mi fuerte y apreciaría que dejáramos de hablar del tema porque con esto solo alientas mi teoría de que te enamoraste de mí.- lo último lo dije para fastidiar. Me hizo reír su rodada de ojos. -Como un momento mágico de las películas en el que tú, el antipático protagonista, sientes tu corazón detenerse al escuchar mi melodiosa voz y con eso ya te das cuenta de que me juzgaste mal y quieres remendar las cosas conmigo.-

-No.-

-¿No? ¿Estás seguro?-

-Eres fastidiosa.-

-Sígueme insultando. Sé que se te están acabando esas palabras y pronto cambiarás a decirme cosas más bonitas. Ya veremos en nuestra próxima cita.-

Di en el blanco, acerté tanto que hasta soltó una ligera risa incrédula. Vaya, al fin lo hice reír.

-¿Cita?- sus ojos se hacen adorablemente pequeños cuando sonríe. -Justo cuando pensé que no podrías decir algo más estúpido.-

-Estúpido te dejé cuando canté tan maravillosamente. ¿Maravillosamente es una palabra? Bueno, quedaste tonto igual.-

-No eres mi tipo, Jass, te lo digo de una vez.-

-Claro que soy tu tipo. Soy el tipo de tu tipo, claro que sí.-

Que no deje de sonreír me llena el estómago de maripositas. Sucias y traicioneras mariposas. No puedo ser la única que esté sintiendo esto, él debe de sentirse igual, si no, qué dolor. Ya me di cuenta de que este chico me está gustando cada vez más, si llego a enamorarme, estoy perdida.

-Termina de comer y larguémonos de aquí.- dijo, aposté que para desviar el tema, más que obvio.

El camino de vuelta no fue para nada silencioso. Estuvimos explorando las estaciones de radio buscando por buena música y discutiendo sobre ella. No le gustan los mismos artistas que a mí y eso nos llevó a más pleitos, insultos y risas.

Finalmente llegamos a la casa. En cuantos las luces del auto dieron con el frente de la casa, la figura de Namjoon sentado en el porche me congeló la sangre por un momento.

...