Capítulo 7.

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—¿Qué les parecieron nuestras pizzas? — Les pregunto sentada al lado de Evan, él está tomando mi mano por debajo de la mesa. Mi amiga se quedó a comer junto a sus chicos y cocinamos unas pizzas caseras.

—Las mejores pizzas del mundo — me dice Axel mirando de reojo a Astrid. Alex asiente estando de acuerdo con lo que su hermano dijo.

Declaró que me marea un poco sus nombres, son muy iguales. Solo cambia la "x" y la "l" de lugar. He podido conocerlos mejor, Alex es el travieso y Axel el pacífico.

—Gracias. — sonrió emocionada. Creí que iban a salir mal porque amasar no es lo mío.

Unos labios se posan en mi mejilla afectándome, mis mejillas se están poniendo rojas.

—Evan — susurró. Lo hace a propósito para verme nerviosa. Me abraza o me besa sin aviso, por un momento me encanta que esté atento a mi, pero me da un poco de vergüenza que lo haga frente a nuestros invitados.

Los hombres de mí amiga se dan cuenta porque siempre sonríen de una manera traviesa.

—¿Si quieren nos vamos? — inquiere, juguetón Alex.

—No.

—Si.

Alzó las cejas en dirección a Evan —Quédense.

Bufa rodando los ojos y escucho la risa de los demás.

—¿El baño?

—Subís las escaleras y doblas a la izquierda — le contesta Evan a mi amiga.

—Permiso.

Se levanta de la silla y observó con una sonrisa como sus dos hombres la siguen con la mirada.

<< Estoy muy segura que mi amiga en pocos días se acuesta con ellos>>

—¿Ustedes quieren irse? — les pregunto divertida al ver que sus miradas se dirigen a la parte baja de Astrid.

Hombres.

—¿Nosotros? — ambos me observan confundidos.

—Si, como miran a mí amiga — suelto sin más, Evan ríe.

—Tenemos tiempo — me contesta pícaro Alex.

(....)

Hace unos minutos se fue Astrid con sus lobos, no quise que se fuera. Por mi que se quedara a dormir pero Alex y Axel no pueden dejar la manada por mucho tiempo. Ahora estoy en la cocina comiendo un pedazo de tarta de frutilla que hizo Evan mientras él está tomando una ducha.

Admito que se me pasó por la cabeza la imagen de su cuerpo en la ducha, el agua recorriendo su cuerpo, su cabeza inclinada hacia atrás....¿Hace un poco de calor, no?

—Hola.

Un pecho duro se presiona contra mi, por poco me atraganto con la tarta. Su voz me puso los pelos de punta.

—Hola — tartamudeo al sentir como entierra su cabeza en mi cuello e inhala — Evan.

—Mmm.

—Espacio.

Riendo se separa de mi, volteo todo mi cuerpo.

<<Ay, madre santa>>

—¿Te gusta lo que ves? — Está en torso ¿Cuántos cuadritos tiene?

—Me encanta...Mierda.. eh.. ¡Me encantó tu tarta! — me observa divertido haciendo que me sonroje. Apartó la mirada de su perfecto abdomen y me remuevo incómoda, mi respiración se volvió más rápida y pronunciada.

—Estas excitada — mis ojos a una velocidad impresionante caen en él — puedo olerte — sus pupilas están dilatadas. Entreabro mis labios y niego con la cabeza — lo estas.

Coloca sus manos debajo de mis muslos y me sienta sobre la mesada.

—¿Qué...que haces?

Sonríe y estampa sus labios con los míos, primero me quedo dura pero con las manos temblando lo rodeo con mis brazos, lo siento gruñir cuando estiró un poco de su pelo para acercarlo más a mí. Esto me fascina, sus labios son como un libro nuevo.

El beso empieza a subir de intensidad, coloca sus manos en mis caderas y me acerca más a su cuerpo haciendo sentir su...opa. Bajo sus besos a mí cuello y no sé si fue a propósito o sin querer, pero se rozó contra mí.

Me alarmó al soltar un gemido por instinto, me separo de él, gruñe en desacuerdo. Lo miro con la respiración acelerada, sus ojos brillan de deseo y amor. Es lo que mis ojos ven.

—Te deseo como un condenado. ¿Me deseas?

¿Qué pregunta es esa? El revoluciona todo en mí, no solo hablo del lado carnal sino del lado amoroso. Está logrando que lo meta en mi corazón, siento que él es mi ideal. La persona que siempre quise a mi lado por la eternidad.

Sin más asiento con la cabeza, embozando una sonrisa sus manos se encaminan a mí remera pero antes de que pueda quitármela, alguien se aclara la garganta haciéndome sobresaltar.  

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EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora