Evan me coloca con cuidado en la cama, nos besamos con calma y a la vez con desesperación. Creo que los dos ya sabemos por donde va la cosa y ninguno de los dos está dispuesto a detenerla.
Muerdo mi labio.
Se levanta de encima mío y se quita el traje negro, con una rapidez se posiciona encima de mi. Deslizo mis dedos por debajo de su camisa y recorro sus abdominales, tan pronto hago que se deshaga de su camisa lanzándola lejos dejándome una mejor vista de su cuerpo. Me sonríe pícaro y vuelvo a sentir sus labios. El deseo de poder sentirlo otra vez se apodera de mí cuando comienza a bajar sus manos por mi vestido tocándome por encima de la tela.
Lo empujo despacio para que se aparte un poco y me levanto, llevo mis manos a las tiras de mi vestido, las bajo lentamente quedando en ropa interior. Se acerca a mí y recorre mi cuerpo con sus manos, pasándolas sin vergüenza sobre la tela de la prenda que aún llevo. Coloco mis manos en sus abdominales y me detengo en el cinturón de su pantalón.
Lo desabrocho mirándolo a los ojos, sus ojos llenos de lujuria y amor me observan mordiéndose el labio.
Gruñe cuando toco su miembro.
—Cariño, me estás matando — susurra. Me coloca en la cama y se termina desnudando, hago un puchero — después podrás desnudarme las veces que quieras.
Una vez desnudo se vuelve a colocar encima mío, hace que me incline un poco hacia arriba para quitarme el sujetador. Arqueo mi espalda cuando siento su húmeda lengua jugar con mis pezones, los chupa y los besa haciéndome experimentar cosas que nunca había sentido, aprieto mis labios y cierro los ojos.
Se siente tan bien.
Su boca se desplaza y desciende por mi abdomen dejando pequeños y húmedos besos hasta detenerse en mis bragas.
Toma mis bragas por los costados y las baja lentamente, mis piernas tiemblan y mi piel se eriza.
Se abre paso entre mis piernas y coloca mis dos piernas estiradas sobre sus hombros, un gemido se escapa de mis labios cuando siento su lengua lamerme.
Trago fuerte y aprieto las sábanas.
Su lengua juega con mi clítoris y su dedo le hace compañía.
—Evan — susurro en un gemido.
—¿Qué deseas?
—Te necesito.
Un grito se escapa de mi cuando sube rápidamente y se desliza muy lentamente dentro de mí, gimo y rasguño su espalda. Arqueo mi cuerpo y enrollo mis piernas alrededor de él. Busco sus labios y lo beso.
—Te sientes tan bien — gruñe aumentando la velocidad
La habitación está llena de nuestros gemidos y jadeos.
Mis piernas comienzan a temblar cuando Evan se mueve rápidamente, mucho más rápido. Comienzo a sentir como si algo fuese a estallar dentro mío.
—Juntos — sentencia.
Ambos nos venimos gritando el nombre del otro.
¡No se olviden de votar! ❤️
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Emily
Werewolf¿Qué pasa si despiertas en la casa de un alfa irresistible y dominante y dice que eres suya, aunque tú no sabes quién es él ni cómo llegaste allí?