Siento unos brazos sostenerme con fuerza mientras me remuevo. Me doy vuelta y veo a Evan verme con el rostro soñoliento, su cabello está despeinado. Suelto una risa.
Me da una de sus encantadoras sonrisas.
—Buen día, ma belle.
Me acerco más a él y lo abrazo.
—Buen día — susurro en su pecho. Sonrió al sentir un beso suyo en mi cabello.
—¿Sexo mañanero? — pregunta haciéndome sentir su miembro contra mi abdomen.
Levanto mi cabeza.
—No. Quiero darme una ducha.
—Que aburrida eres. — ríe divertido —. Tendré que usar mi mano.
—¡Evan!
—¿Qué? Es tu culpa que me calientas.
Suelto una carcajada.
(....)
Para: Astrid.
"Hola ¿Cómo estás? Te extraño. Tengo tantas cosas para contarte, no aguantar la emoción. ¡Me voy a casar! Todavía no lo puedo creer, parece que estoy viviendo en uno de mis libros.
Espero que me visites, te quiero. Emily"
Doblo la hoja y la meto en un sobre que arme, Evan está en su oficina trabajando así que voy a buscar a su Beta, quien hace los recados de él. Quizás pueda llevarle esta carta a Astrid.
Salgo de la casa y miro para todos lados buscando al beta de Evan. Mis ojos lo localizan, está cerca de un árbol, camino hacia el.
Me aclaro la garganta llamando su atención.
—Hola — lo saludo.
—Señorita Black ¿Qué necesita?
—Supe que tenes que llevar unos papeles a la mansión de los gemelos Moon y me preguntaba, si no es mucho pedir podrías entregarle esta carta a su ¿Lana?
—Luna — me corrige divertido, sus ojos verdes miran la carta que le tiendo y la toma.
—No la leas.
—Jamás haría eso — dice indignado, suelto una risa y él también ríe. Esteban me cae muy bien, es un joven muy amable. Su risa se va apagando y mira detrás mío.
Evan viene caminando hacia nosotros con el rostro serio.
—Cariño.
Tiene el ceño fruncido y fulmina con la mirada a su Beta.
Oh.
—Con permiso. —Esteban se retira.
—¿Por qué reías? — me pregunta dándome una pequeña sonrisa, sus manos se colocan en mi cintura y me acerca a él.
—¿Acaso estás celoso?
—¿Celoso? ¿Yo? No tengo celos, si se que tu eres mía.
—Fingiré que te creo. — dejó un casto beso en sus labios.
—Así no.
Estampa sus labios con los míos en un beso lleno de amor.
Me encanta besarlo.
Nos separamos por falta de aire y enterré mi rostro en su cuello.
—No te quiero ver cerca de él — suelta sin más, lo sabía.
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Emily
Werewolf¿Qué pasa si despiertas en la casa de un alfa irresistible y dominante y dice que eres suya, aunque tú no sabes quién es él ni cómo llegaste allí?