La casa por el tejado [Todobaku]

Epílogo

Una semana después...

-¡Que no, Shittyhair, no voy a dejar tu estúpido culo tirado!

-¡Pero, Blasty, te he notado distante!

-¡Y un huevo, que he estado durmiendo contigo 3 noches!- Se escuchó un golpe seco y varios pasos antes de que se abriera la puerta -Ahora, mueve el trasero y ve abajo mientras yo termino de arreglar mi habitación- Ordenó, obteniendo un "sí, mi capitán" para bajar corriendo antes de que Bakugou le explotara la cara -Estúpido- Bufó, volviendo a entrar a su cuarto, dispuesto a cumplir con su labor, hasta que vio a Todoroki apoyado en el umbral.

-Te veo ocupado- Puntualizó, observando como las cejas de su novio se alzaban, burlonas.

-Que observador- Replicó, sarcástico, pasando por su lado.

-¿Ni un beso?- Preguntó el bicolor, haciendo un puchero, lo cual generó ternura en el pecho de Bakugou. A pesar de no querer admitirlo.

-Imbécil- Le sacó el dedo en respuesta, pero, también, le dio un beso. Al principio, tranquilo, lleno de cariño. Sin embargo, poco a poco, sus manos se escondieron tras la camiseta de Todoroki y el ambiente se tornó más tenso.

Shoto, gruñó en respuesta, moviendo una de sus manos -la caliente- para situarla en el trasero de Katsuki, quien sonrió en mitad del beso antes de separarse.

-¿Eh?- Preguntó el bicolor al verse solo otra vez. Su novio estaba yendo hacia el baño.

-Te jodes- Dijo, sonriendo de forma pícara, antes de cerrar la puerta con el pie. El otro, solo suspiró.

La relación iba bastante bien. Todavía no habían pasado de los besos, pero preferían que fuera así. Querían hacerlo de forma especial. Vivir todas las experiencias que pudieran acumular.

Inevitablemente, la mirada de Todoroki viajó a la fotografía -esa que había a la izquierda de la puerta y Bakugou le impidió ver- y sonrió. Era una foto suya. Acababa de encender la hoguera con su lado izquierdo, sin poder evitar que una sonrisa emergiera en sus labios. Estaba algo borrosa, supuso que la hizo muy rápido por los nervios.

Pero él se encargaría de darle más y mejores, al igual que Bakugou lo hacía.

Pronto, el rubio salió de su cuarto, preparado para salir. Toda la clase había quedado para ir a la feria esa noche. Para celebrar lo de Midoriya.

-Ya estoy- Afirmó. Y era cierto. Una sudadera negra cubría una camisa blanca que se asomaba por el bajo. Todoroki sonrió. Bakugou siempre llevaba ropa 3 tallas más grande. Y, para que negarlo, se sonrojó un poco al ver que los pantalones vaqueros se ajustaban perfectamente a su cuerpo -Se te va a caer la baba, estúpido.

-Es que estás muy guapo- Shoto le abrazó, gentilmente. A Bakugou se le traspasó el color carmesí a sus mejillas.

Katsuki, por su parte, era más discreto analizando a su pareja. Se había puesto una camiseta de manga larga bajo una camisa roja. Y los vaqueros blancos tampoco le quedaban nada mal.

-Vamos, idiota- Todoroki le dio un casto beso en la mejilla.

-Sí, que se hace tarde.

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Cuando el cielo fue pintado con las pinturas rojizas, naranjas y lilas, todos los de la clase ya estaban esperando, en la puerta iluminada de la feria.

-Me voy a quedar ciego- Gruñó Bakugou, rascándose los ojos. Kirishima, a su lado, rio. Él estaba pensando lo mismo, pero lo habría dicho con otras palabras. No obstante, según el delegado, no podían moverse aún, ya que estaba contando que estuvieran todos.