Kirishima Volvió a llamar, insistente.
Y otra vez.
Y otra más.
Sabía lo que Bakugou era capaz de hacer cuando estaba solo y hecho un lío por dentro.
-¿¡QUÉ pasa ahora, imbecil?!- El rubio abrió la puerta gritando tan fuerte que probablemente se escuchó en todo el edificio. Acompañado de explosiones.
-Hey, viejo, tranquilo- Denki salió de su habitación sobandose un oído -Hay gente que intenta urgarse la nariz tranquila- Pero, al ver la cara de Bakugou, un miedo le carcomía poco a poco. Le miraba como un león acechando a su presa.
-Hey, tranquilo, ya nos callamos- Eijiro se puso en el campo visual de Bakugou, lo que provocó que apartara la mirada con un chasquido de lengua.
Kaminari, volvió a su cuarto y los otros dos entraron en el impoluto, pulcro y ordenado del oji-rubí.
-Bakubro, tienes que controlar tus impulsos, fiera- Le dio un toquecito en el hombro con una sonrisa, pero él no estaba presente.
Se sentó en la cama, acunando su cabeza entre sus manos, enredando las hebras rubias entre sus dedos.
-Estoy en la mierda- Susurró con un hilo de voz.
-Bro, tranquilo- El más bajo se sentó a su lado, pasando un brazo por los hombros de su mejor amigo para pegarle a su pecho -Ahora las cosas están algo tensas- Comenzó a masajear su cabeza mientras, con la mirada, vigilaba a Deku, quien estaba jugueteando con los deberes de Bakugou.
Rio un poco. Si el rubio no estuviera mal, probablemente Izuku no estaría desordenado la habitación.
Hacía poco que habían salvado a Eri-chan, y los nervios estaban en la superficie.
Bakugou no dijo nada, pero comprendía la situación. Y, sobre todo, agradecía la compañía de Kirishima. Había tenido mucha suerte con sus amigos.
Incluso con Kaminari.
Asintió, levemente y disfrutó del tacto del pelirrojo. Sin embargo, no duró mucho, pues, al abrir los ojos, encontró al nerd jugando con SUS deberes de inglés.
El pequeño, pareció notar los ojos inyectados en sangre de Bakugou, ya que le miró, con inocencia, extendió los deberes y dijo:
-¿Gipipolas?
Kirishima se empezó a partir de risa, mientras intentaba detener a Bakugou.
Deku también sonrió y repitió mil veces la palabra a la vez que daba vueltas de forma patosa.
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Una vez obtuvo sus deberes de inglés y cogió a Izuku, se preparó para ir al cuarto de Todoroki.
-Bueno, bro- Kirishima le dio una palmadita en el hombro -Que vaya muy bien- Puso voz de tontito justo cuando le apretó las mejillas pecosas a Deku.
Ya se disponía a irse cuando la voz agresiva de su amigo le detuvo.
-Shittyhair- Más que un sonido, parecía un rugido de dragón -Gracias- No dejó tiempo de reacción. Empujó a Eijiro fuera de su habitación y él se fue por el otro lado, en dirección a la de Todoroki.
Pero Kirishima ya conocía esas reacciones de su amigo, así que se quedó con el esfuerzo que requerieron esas palabras limitadas en su vocabulario.
Se alegraba de haberle dado ánimos para que pudiera ir con Todoroki.
Y así lo hizo. En un abrir y cerrar de ojos, ya se encontraba frente a la puerta del bicolor. El frío se colaba por las rendijas, parecían brazos que le indicaban que no pasara.
No obstante, en un arrebato dio 4 puñetazos al guardián del cuarto y su compañero no tardó en abrir.
-Ya era hora- Fue el único sonido que le cedió el heterocromático, antes de coger a Deku -Vayamos al supermercado. Hay que comprar.
Dicho y hecho, ni siquiera le dio tiempo a Bakugou a mirar en el interior de la habitación. Cerró y caminó. Delante de él, como bien sabía que odiaba.
-No pongas tu estúpido culo delante de mí- Avanzó, más rápido, dejando atrás a Shoto mientras murmuraba algo que Bakugou ignoraría.
Durante el camino, el rubio sólo podía preguntarse el motivo de la hostilidad de Todoroki. Vale que él era un poco irascible y explosivo, pero tampoco era para tanto.
Además, ¿por qué se había enamorado tan perdidamente de él? Ni que fuera el chico más increíble del instituto.
Bah, parecía una colegiala. Le odiaba a él y a sí mismo por sentir mariposas bailarinas en el estómago cada vez que sus miradas chocaban accidentalmente en clase...
Y eso que ocurría muy poco.
Pero, dentro de él... Sabía que Todoroki tenía algo especial. Era un imán del polo opuesto que atraía a su corazón con demasiada fuerza. Tanta que dolía.
-Ya estamos- La voz de Shoto interrumpió sus pensamientos, de forma brusca.
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La casa por el tejado [Todobaku]
FanficDebido al quirk de un villano, Izuku Midoriya se había convertido en un bebé. Un bebé llorón del que la clase tenía que hacerse cargo. Por eso, el profesor Aizawa tuvo la gran idea de encargar a sus alumnos del cuidado del infante. Cada semana, una...