Amor de mi vida, te odio [XiSang]

Capitulo 23: Planes

En este momento, todo parece un hábito. Nie Huaisang llama a la puerta, luciendo hosco de una manera que deja en claro que preferiría estar en cualquier otro lugar. Lan Xichen enciende el incienso, la única forma en que puede esperar obtener una reacción humana de su prometido. Luego les sirve té a los dos y...bueno, aquí al menos hay novedades. La taza de Lan Xichen se llenó un poco antes mientras el té aún estaba liviano, por lo que lo que ahora está sirviendo para Nie Huaisang es un poco más fuerte y más de su gusto.

Es ridículo que Nie Huaisang nunca se haya molestado en decir que ese era el problema. Por supuesto, probablemente también sea ridículo para Lan Xichen que nunca adivinó que este podría ser el caso, cuando Nie MingJue hizo una reflexión similar, una vez. Los dos hermanos se asemejan más de lo que parece y, por supuesto, estarían acostumbrados a los mismos gustos. Lan Qiren regañaría a su sobrino por ser un anfitrión desatento.

Lan Xichen tiene que mantenerse firme cuando, una vez más, Nie Huaisang realmente bebe el té esta vez. Es una cosa tan pequeña que no debería hacerlo tan feliz. De todos modos lo hace.

El resto procede con más normalidad. Nie Huaisang se niega a jugar Go, y se muestra frustrantemente evasivo cuando Lan Xichen intenta iniciar una conversación. Está bien. El té es una prueba de que se pueden hacer progresos.

Están a la mitad de la varilla de incienso, y Lan Xichen está comenzando a quedarse sin temas de conversación, cuando Nie Huaisang se molesta incluso para mirarlo. Esto tampoco es nada nuevo. No sería una sorpresa cuando Nie Huaisang abra un abanico para esconderse detrás de él, excepto...

Lan Xichen no puede evitar sonreír al ver ese abanico que tiene un paisaje demasiado familiar. Esto es inesperado, pero de la manera más agradable. El corazón de Lan Xichen salta en su pecho, la comisura de su boca se contrae mientras lucha para que su sonrisa no se vuelva demasiado grande.

La emoción de haber encontrado finalmente una manera de complacer a Nie Huaisang solo se compensa levemente con el conocimiento de que su prometido habría rechazado el regalo si se lo hubiera dado en persona.

-No creo que te haya visto con ese abanico antes - Señala, tratando de transformar su expresión en una de cortés curiosidad.

-Es nuevo - Explica Nie Huaisang, sonriendo y tomándose un momento para admirar al fan - ¿No es hermoso? El peso es bueno, no demasiado pesado pero sí sólido, y el arte...¿No es encantador? Me encanta esa vista de la montaña desde el río, es increíble que alguien haya elegido al azar una escena así.

No hay aleatoriedad en ello. Lan Xichen ha notado que esta vista en particular estaba en la mayoría de esos estudios que Nie Huaisang olvidó en la habitación de Lan WangJi ese día, por lo que hizo suposiciones. Se alegra de tener razón. También se alegra de que el marco del fan obtenga la aprobación de Nie Huaisang. Lan Xichen nunca había hecho algo así, tuvo que ir a buscar un fabricante de abanicos para montar su pintura y le confió al hombre todos esos detalles. Volverá a comprar desde allí si es del gusto de Nie Huaisang.

-Parece que a Nie gongzi le gusta mucho.

-Lo adoro - Responde Nie Huaisang con deleite - Mira esas líneas, los tonos, el dominio de eso...debe haber costado una fortuna. No creo que vuelva a tener otro abanico en mi vida, este es demasiado perfecto. De verdad, ¡míralo! - Insiste, entregándole el abanico a Lan Xichen en un arranque de alegría - ¿Alguna vez has visto algo tan hermoso? Solo mirarlo me llena de asombro y me da ganas de mejorar para que algún día pueda alcanzar ese nivel.

Lan Xichen toma el abanico y lo levanta a la altura de su rostro. Aparentemente, lo hace para verlo mejor, pero realmente solo necesita ocultar el sonrojo que siente arrastrándose en sus mejillas ante el generoso elogio. Es la primera vez que Nie Huaisang habla tanto durante sus reuniones. Incluso en los temas que le interesan, siempre se mantiene cauteloso, por lo que siempre se siente como una victoria cuando Lan Xichen puede ponerlo en marcha un poco. Al mismo tiempo, esto plantea un problema.