Amor de mi vida, te odio [XiSang]

Capitulo 41: La mejor boda

Nada ha cambiado. Nie Huaisang está comprometido con Lan Xichen, como ya lo estaba. Está enamorado de Lan Xichen, como ya lo estaba. Lan Xichen lo ama, de lo cual...no estaba seguro , pero tenía fuertes sospechas sobre eso, así que tampoco es exactamente nuevo.

Todo sigue igual.

Todo es diferente, porque Nie Huaisang se despierta con fuertes brazos sosteniéndolo, con su rostro presionado contra la piel cálida, con las piernas enredadas, con una docena de pruebas de que no soñó, que Lan Xichen todavía está vivo, que están enamorados, que se van a casar no porque se les ordene, sino porque lo quieren. Nie Huaisang sonríe para sí mismo, mareado de felicidad después de meses de tristeza.

Cuando Lan Xichen también se despierta, Nie Huaisang ve su alegría reflejada en el rostro de su prometido y tiene que besarlo una y dos veces, y suficientes veces para que comience a perder la cuenta, su mente está vacía de cualquier cosa excepto la felicidad de saber que Lan Xichen está allí con él.

Estaban bien anoche, ambos demasiado agotados para hacer algo más que caer en la cama y quedarse dormidos rápidamente mientras se aferraban el uno al otro, pero eso fue anoche. Esta mañana, Nie Huaisang no ve ninguna razón para comportarse tan bien. De todos modos, no es desagradable. Lan Xichen no protesta ni lo detiene a medida que sus besos se vuelven más insistentes, ni cuando sus manos comienzan a vagar y acariciar de una manera que nunca antes lo habían hecho, explorando la piel cálida que oculta la ropa interior de Lan Xichen. Nie Huaisang comienza a presionar mordiendo besos en la garganta de su prometido y jugando con el dobladillo de sus pantalones, solo como una sugerencia para que Lan Xichen los tome o rechace.

Un golpe en la puerta interrumpe lo que de otro modo prometía ser la mejor mañana que Nie Huaisang haya pasado en los Recesos de las Nubes. Incluso así, es tentador ignorar a este visitante no deseado, hasta que escuchen la voz de Lan Qiren, amenazando con entrar si no responden.

Lan Xichen se tapa los ojos con un brazo y suspira profundamente, como si este momento exacto fuera lo peor por lo que ha pasado.

-¡Estaré ahí en un momento, tío! - Anuncia tan fuerte como puede sin romper aún más reglas, antes de dejar caer su brazo para sonreír débilmente a Nie Huaisang - Probablemente me iré de los Recesos de la Nube después de hablar con el tío, pero...volveré contigo tan pronto como pueda.

Así, la realidad vuelve a la perfecta burbuja de felicidad de Nie Huaisang. Todavía hay una guerra ahí fuera. Las personas que ama están todas vivas por ahora, pero eso puede cambiar en cualquier momento.

Nie Huaisang se acurruca sobre sí mismo mientras se sienta, incapaz de mirar a Lan Xichen ahora. Todo esto podría terminar en cualquier momento, los Wen podrían regresar a los Recesos de la Nube en este mismo instante y masacrarlos como lo hicieron con el Muelle de Loto, o podrían atrapar a Lan Xichen solo más tarde y matarlo, o desaparecerá como Wei Wuxian y nunca ser encontrado, o caer en batalla, o...

Siente movimiento en el colchón cuando Lan Xichen también se sienta, las manos de su prometido sobre las suyas, tratando de llamar su atención, los pulgares frotando círculos en su piel. Nie Huaisang se niega a mirar y quiere quitarse las manos. Todo se sentía tan bien y perfecto antes, pero ahora...

-Dame un segundo - Pregunta Lan Xichen, dejando un cuidadoso beso en su frente antes de levantarse de la cama.

En lugar de vestirse como Nie Huaisang espera, Lan Xichen camina directamente hacia la puerta, descalzo y con nada más que su ropa interior. Conmocionado por su ataque de miseria, Nie Huaisang mira hacia arriba mientras su prometido intercambia algunas palabras con Lan Qiren, exigiendo más demora antes de venir a hablar sobre lo que sea que necesita. Aunque Lan Qiren está oculto a sus ojos, Nie Huaisang puede decir que no está contento con toda esta situación y, sin embargo, Lan Xichen no retrocede. Nie Huaisang no puede entender lo que están diciendo, pero se da cuenta cuando Lan Xichen gana la discusión, cerrando la puerta nuevamente con una sonrisa de satisfacción. Un poco desconcertado por lo que pasó, Nie Huaisang también intenta salir de la cama ya que hay mucho que hacer.