Amor de mi vida, te odio [XiSang]

Capítulo 5: Conejos

Lleva un tiempo acostumbrarse a la vida en los Recesos de las Nubes, pero no es tan malo. A Nie Huaisang le gusta. Seguro que las lecciones son un infierno, la comida es atroz, todavía no ha hecho un solo amigo, los otros discípulos de Nie son dos o tres años mayores que él, por lo que no se preocupan mucho de él, y Lan Xichen hace un esfuerzo especial, para demostrar que lo ignora, pero...

Pero al menos el paisaje es bello.

No es que se suponga que Nie Huaisang realmente disfrute del paisaje, por supuesto. Lan Qiren siempre dio muchos materiales extra para que sus estudiantes trabajaran como regla. Y luego, una vez que noto que Nie Huaisang tenia problemas en clase, le dio materiales extra extra. Es una pesadilla, especialmente porque Nie Huaisang no los entiende tampoco, a pesar de que se supone que deben ayudarlo.

Es muy tentador rendirse. Nie Huaisang sabe que si intenta estudiar o no, el resultado siempre será mas o menos el mismo. Podría deslizar libros de poesía dentro de sus reglas de cortesía, podría practicar caligrafía en lugar de copiar talismanes, podría saltarse la practica de espada y salir a las montañas, estar solo y pintar. No lo hace. Se esfuerza por ser tan bueno como todos quieren que sea, y todo lo que obtiene a cambio es regañarlo porque, aparentemente, lo mejor de él no es suficiente.

Dos meses después de su estadía en los Recesos de las Nubes, Nie Huaisang cede a la tentación.

Ha sido una mañana terrible, después de una semana terrible. Ha fallado su última prueba, tan mal que Lan Qiren tuvo una conversación individual con él diciendo que tiene que hacerlo mejor porque esta avergonzando a su secta. Y luego se cruzo con Lan Xichen, a quien no pudo evitar saludarlo y lo miro como si su propia existencia fuera un insulto personal.

Se supone que tendrán práctica de espada esa tarde, pero Nie Huaisang decide que no ira. En cambio, después del almuerzo, toma una piedra de entintar, un poco de papel, su pincel favorito y se dirige a la naturaleza.

Se siente como una eternidad desde la última vez que hizo esto. Ha sido imposible en los Recesos de las Nubes, y antes de eso estuvo la larga enfermedad de su padre, desde luego. Es tan bueno ser libre y simplemente vagar por un camino en su mayoría sin usar. Después de caminar por un tiempo, Nie Huaisang se da cuenta de un sendero apenas visible que va al costado del camino hacia el bosque, por lo que decide seguirlo por capricho. Se siente como un sendero creado por alguien que no pocas veces va por ese camino, por lo que podría haber algo que valga la pena revisar.

El sendero lo lleva a un pequeño lugar,  claro que se siente un poco decepcionante por lo mucho que ha tenido que caminar. Pero ese sentimiento permanece solo hasta que los ve.

Conejos.

Toda una pequeña familia de ellos, saliendo de su madriguera a la luz del atardecer. Nie Huaisang casi chilla ante la vista, apenas deteniéndose a tiempo. Lo ultimo que quiere es asustarlos cuando claramente esta entrometiéndose en su casa.

En cambio, Nie Huaisang se sienta con cuidado a una distancia respetuosa, coloca un papel frente a el, prepara un poco de tinta y se pone a pintar.

No llega muy lejos (Solo hay un conejo cuando había planeado pintar cuatro) antes de que una presencia lo haga mirar hacia arriba.

Nie Huaisang jadea, tan sorprendido de encontrar a Lan Xichen mirándolo que deja caer su cepillo, arruinando su trabajo. Se prepara para una reprimenda, o al menos un comentario hiriente, pero no llega a pesar de que Lan Xichen parece increíblemente molesto.

Demasiado molesto, de hecho. Es extraño ver a su prometido sin esa molesta sonrisa educada suya, pero eso es porque en realidad no es Lan Xichen en absoluto.