#4 Deepness

Epílogo

Epílogo

❈── ∗ ⋅Zeth⋅ ∗ ──❈

6 años después...

        Me quedo apoyado en mi brazo, recostado de medio lado, observándola.

         Es hermosa.

         Tan hermosa que opaca la vista fuera del ventanal.

          Está acurrucada en el cobertor, su respiración tranquila y sus ojos cerrados, pudiese dormir todo el día si quisiera, yo no tengo ese don.

          Sin embargo, intento esperar a que ella despierte para levantarme porque no le gusta despertar sola. Eso ha implicado hacer todo un cambio en mis rutinas.

         Deep aún tiene noches difíciles, aunque sus pesadillas han desaparecido con los años. Ella es la mejor decisión que he tomado en mi vida, desde el segundo que la vi por primera vez.

        Es un regalo que no merezco, no obstante, intento vivir a la altura, intento cada día ser digno de poder descansar a su lado.

         La veo retorcerse, su respiración cambia y pasa el brazo por sus ojos, parpadea un par de veces antes de mirarme con sus lindos ojos azules.

        —Odio que me veas dormir —murmura.

        Su malhumor me hace sonreír. —Es un poco difícil no hacerlo si te levantas tarde.

        —Yo no me levanto tarde —se incorpora peinando un poco su cabello—, tú te levantas muy temprano.

        Asiento. Deep se arrima más cerca de mí, la recibo entre mis brazos, su cabeza descansa en mi pecho permitiéndome absorber ese olor suave a rosas que se ha convertido en su esencia.

         Dejo un beso en la cima de su cabeza, ella me da un beso en el pecho antes de apartarse. Se coloca de pie y se tambalea hasta el baño.

         Aprovecho el momento y saco de bajo la cama la caja, con eso me siento sobre el colchón esperando...

          Cuando finalmente sale, se ve más despierta, me observa con curiosidad y se acerca cuando le extiendo mi mano.

        —¿Qué es esto? —pregunta con emoción en sus ojos al ver la pequeña caja cuadrada a mi lado, es blanca con un lazo azul oscuro arriba y una rosa del mismo color.

         —Es tuyo —ella se sienta junto a mí y le extiendo la caja—, feliz aniversario.

          Ella niega con una sonrisa, primero toma la rosa, la huele y suspira, colocándola a un lado, desata la cinta y abre la caja.

         Lo primero en ver es la nota, el poema que dice:

        "Te amo, te amo de una manera inexplicable, de una forma inconfesable, de un modo contradictorio.

        Te amo, con mis estados de ánimo que son muchos, y cambian de humor continuamente. Por lo que ya sabes, el tiempo, la vida, la muerte.

         Te amo..., con el mundo que no entiendo, con la gente que no comprende, con la ambivalencia de mi alma, con la incoherencia de mis actos, con la fatalidad del destino, con la conspiración del deseo, con la ambigüedad de los hechos.

        En efecto, no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados, para fundamentar este amor que siento por ti, que surgió misteriosamente de la nada, que no ha resuelto mágicamente nada, y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada ha mejorado lo peor de mí.