Deepness no fue atrapada por ellos, ella nació entre sus garras. Su madre fue secuestrada por la despiadada red de tráfico de mujeres conocida como "Athenas" y vendida a uno de sus líderes más poderosos. Desde entonces, Deepness ha vivido una existe...
"Pensé que la vida me estaba permitiendo al fin disfrutar un poco de ella. Pero no. Me golpeó de nuevo, destruyéndome. Quizá el dolor que siento ahora es el más profundo que he tenido que experimentar, y vaya que sé lo que es el dolor".
Termino de escribir y tomo una respiración profunda, me sigue ayudando plasmar mis emociones en papel, me permite saber cuál es mi realidad, y que no, simplemente, estoy teniendo pesadillas.
Coloco a un lado mi cuaderno, allí sobre el libro que leo en este momento se encuentra la última nota que Zeth me dio, sí, lo sigue haciendo, y yo respondiéndole, pero ya no hablamos de ello. Todo lo que alguna vez pudo haber pasado entre nosotros ha quedado congelado en medio de la ira, el dolor y la concentración de lo que tenemos que hacer para rescatar a mi hija.
"Dulces son los frutos de la adversidad, los cuales como sapo feo y venenoso, portan una preciada joya sobre su cabeza". (William Shakespeare)(1).
~Z
Sí, tiene razón, todo este esfuerzo tiene un objetivo, una meta, no importa cuan espantoso sea esto que estamos viviendo, lo superaremos, tenemos que hacerlo, debo ser fuerte...
Me coloco un suéter, el clima está seco hoy, a unos 2°, quizá pronto comience a nevar. Mis botas de entrenamiento no pueden faltar, las ato bien, Zeth me consiguió todo lo necesario para ir "a su ritmo", no ha tenido ninguna piedad, y eso me gusta. Estoy cansada de ser la víctima.
Comienzo a caminar por el helado bosque, Shihiro, me acompaña desde que salí de la cabaña. Llego a mi árbol favorito, un roble de gran tamaño. Trepo con agilidad y me recuesto sobre ramas altas, descansando en la fría humedad de este bosque salvaje y silencioso, tal como me siento por dentro.
Las ramas crujen, el silencio arrastra el único sonido del viento, esa paz vuelve detectable todo alrededor, aprendí a mezclarme en este hogar de alma natural, de forma sigilosa y ágil, como si fuese parte de él. Esa es una de las lecciones que más me ha dado Zeth, de hecho, creo que hemos estado más tiempo afuera que en el mismo gimnasio.
Me quedo aquí por un largo rato, intentando liberar mi mente. Desde aquí arriba puedo ver a Zeth, está sentado, tiene un largo rato frente al arroyo, como siempre con un descuidado suéter oscuro, solo se encuentra observando el mundo, pareciera parte del paisaje. Me gusta como puede ser un animal salvaje y fuerte y al mismo tiempo un caballero culto y de gustos refinados.
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Los lobos, definitivamente, son parte de él, su vínculo es muy fuerte, y lo entiendo, me siento igual ahora. Ellos nos protegen de otras especies peligrosas, ellos salvaron mi vida, ellos me encontraron y me dieron una oportunidad de continuar. Cada que los veo pienso en mi pequeña, Agatha paseaba en estos bosques como si fuese todo una gran casa acogedora, los lobos la adoptaron como fieros protectores desde el día que la conocieron, igual que a mí.
