Capítulo 8
❈── ∗ ⋅Deepness⋅ ∗ ──❈
El gran ventanal de grueso vidrio, que da luz natural y una vista total al bosque desde donde está el piano, es en realidad una puerta corrediza de seguridad antibalas. Aunque esté en el medio de la nada, las costumbres de seguridad no se pierden, en especial, cuando creces en un hogar como fue el mío.
Los gritos desesperados en esas agudas voces que suplicaban piedad, atormentan mis pensamientos, volviéndose insoportable al punto de no dejarme descansar algunas noches. Es como un recordatorio constante de que no merezco nada de este mundo, debería estar muerto junto con ellos, pero eso sería muy fácil, mi castigo es no poder disfrutar de las cosas simples de esta vida, y yo mismo me lo he impuesto.
Maté a tantas personas, claro, tenía un propósito, no eran buenas, estaban allí para hacer daños, para quitar otras vidas, no merecían continuar plagando este mundo. Eso le dije a mi mente para calmar los fantasmas que me perseguían, para callar la conciencia que algún día tuve cuando era un niño y la vida parecía ser pacífica y agradable.
Sin embargo, el mundo real es muy diferente, hay monstruos ocultos en cada esquina disfrazados de sonrisas y gestos de supuesta compasión. Hay orgullo, rencores, vanidad y un hambre insaciable de poder y dinero que destruye todo a su paso sin remordimientos. Pero, ¿quién soy yo ahora?, me convertí en las personas a quienes buscaba detener, soy un pecador tanto como ellos, un asesino, que arriesgó a quienes más le importaban por puro orgullo. Soy tan solo una basura más, otra escoria que ha creado este sistema inútil.
Me pongo un suéter y me siento frente al piano, tras abrir la pesada puerta de vidrio, la brisa fría del bosque con su tenue olor natural a pino llena mis pulmones, en una respiración profunda, recupero un poco de calma en mi mente, después de una noche repleta de pesadillas.
Esa sensación suave y helada que recorre mis huesos, inunda mi corazón, ni siquiera merezco esto, es algo maravilloso de la creación y no es justo que yo pueda apreciarlo de esta forma tan especial cada día. Con mis ojos ligeramente vidriosos, coloco los dedos sobre las teclas y comienzo a tocar, dejo que el sonido poderoso del piano inunde todo el ambiente, los árboles anidan la melodía con un eco que hace que resuene en el aire.
Esta pieza es especialmente devastadora para mí, en cada sentido. Cierro los ojos, dejándome llevar, mientras mis dedos van de un lado a otro; cada nota que llega a mis oídos me hace revivir como una película las partes más oscuras de mi vida, los silencios más profundas arraigados en mis pensamientos, el dolor persistente en mi pecho. Pero no es solo eso, también me hace soñar, tener la esperanza de lo imposible, de que tal vez algún día pueda perdonarme a mí mismo, quizá en algún momento me den otra oportunidad de hacer algo diferente. Es como un suave flash de lo que podría ser si tan solo pudiese dejar atrás todo y empezar de nuevo, si tan solo pudiese ponerle fin.
Al oprimir las últimas teclas, mis ojos se encuentran inundados de lágrimas. Me quedo en silencio unos segundos respirando pesadamente. Cubro mis ojos con mis manos limpiándolos. Un leve crujir a mis espaldas me tensa, siento a distancia el olor de Lucios, así que imagino quien debe estar cerca.
Respiro profundo una vez más, recomponiéndome, y dejo que mis dedos vuelvan a deslizarse en las teclas. Interpreto otra melodía suavemente, permitiendo que la música tenga ese efecto reconfortante y tranquilizador en mi mente. Poco a poco siento como ella se va acercando a medida que la melodía aumenta su intensidad. Volteo levemente para hacerle notar que ya sé que está aquí.
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#4 Deepness
Teen FictionDeepness no fue atrapada por ellos, ella nació entre sus garras. Su madre fue secuestrada por la despiadada red de tráfico de mujeres conocida como "Athenas" y vendida a uno de sus líderes más poderosos. Desde entonces, Deepness ha vivido una existe...