Sassenach | Highlanders II

Capítulo II: Unos eventos desafortunados

Capítulo II: Unos eventos desafortunados

—¡Oh no! —La pelirroja se levantó corriendo, pero una de las sirvientas retiró el vino antes llevándolo a la sala.

—¡Ups! —Mackenzie intentó contener la risa, pero finalmente soltó una gran carcajada. Nimue miraba la puerta por donde se había ido la sirvienta, como si eso la fuese a hacer volver.

—Necesitamos un plan. 

Entraron en la sala y avanzaron rápidamente hacia el guerrero que alzó una ceja temiéndose lo peor.

—Idiota prepotente. —Nimue sonrió inocentemente a Elliot.

—Pelirroja salvaje.

—Siento interrumpir esto de los motes cariñosos, pero tenemos un problema. Corrección, un gran problema que puede acabar con todos nosotros siendo gritados por un furioso Laird MacLean.

Los dos miraron a la rubia que se encogió de hombros. Nimue comenzó a relatar lo que había pasado incluyendo detalles innecesarios para alargar el momento de confesar el problema.

En cuanto terminó de contar la historia Elliot escupió el vino que estaba tomando. Ela que en ese momento pasaba por ahí se giró preocupada.

—¿Todo bien cariño?

—Todo estupendo. 

Mackenzie abrió mucho los ojos al ver que Ela llevaba una copa de vino en su mano. Empezó a palmear con fuerza la espalda de Elliot que la miraba como si estuviese loca.

—Ela, se está atragantando.

Elliot al entender lo que la chica intentaba empezó a toser exageradamente mientras Nimue aguantaba la risa. Ela con rapidez les cedió su copa de vino, para que el chico fingiese beber. 

—Una copa menos. Ahora solo tenemos que asegurarnos de que nadie más beba. — Ante la atónita mirada de Elliot y Nimue, Mack se acercó a otro invitado. —¿Me concede este baile? —Antes de que el invitado contestase cogió la copa y vertió el contenido en una planta cercana para a continuación tirar de su mano hacia la pista de baile.

Nimue soltó una carcajada y dio un pequeño saltito.

—¡Esto va a ser tan divertido!

Se alejó de Elliot procediendo a chocar con los invitados y haciendo caer las copas.  

—¿En que momento dejo que me enreden estas dos? —Elliot suspiró y se dispuso a perseguirlas, en su camino fue quitando copas a los invitados y fingir que bebía de ellas. Los invitado le miraba extrañados, pero ninguno dijo nada.

***

Mackenzie se sentó en una de las sillas agotada. Había pasado horas pensando excusas para robar las copas de vino a la gente, y aún así seguían quedando. Ya se podía ver algún invitado que había bebido de más recostado sobre las mesas.

—No te he visto bailar. —Alastair se sentó a su lado. En su mano llevaba una copa de vino.

—¿Has bebido vino? —Ante su asentimiento la rubia encerró su cara entre sus manos.

—Ven conmigo. —Con dificultad el guerrero se levantó y la siguió. En cuanto salió del salón tuvo que apoyarse en la pared. —¿Qué haces?

—Tengo sueño. —Sus ojos se entrecerraron mientras apoyaba la cabeza contra la pared.

—No, no te duermas. ¡Vamos ven! —Mackenzie pasó el brazo del chico por encima de sus hombros y tiró de él hacia las escaleras. —¿Cuál es tu habitación? —Alastair tenía los ojos medio cerrados. —¡Alastair! ¡Vamos abre los ojos!