Sexto Intermedio

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—¿Aló? —preguntó la voz de Hache—. ¿Se escucha? Probando... ¡Probando!

—¿Qué carajos? —preguntó la voz de Mitya.

—Hola, Mitya —dijo Hache—, tú no lo recuerdas, pero ahora vuelves a estar en un espacio de tu mente donde tu cuerpo no te obedece y tu cerebro no puede responder de una manera satisfactoria. Aquí es donde yo tengo la libertad absoluta de hacer lo que quiero con tu psiquis, como plasmar tus más profundos miedos y revivir tus más desgarradoras aflicciones para torturarte durante horas hasta hacerte morir de un infarto cardiovascular o cerebrovascular. Ahora sí que me divertiré de verdad y sin que nadie pueda venir a ayudarte. Empezaré diciéndote que... quiero jugar un juego.

—¡Fuera de aquí! —exclamaron las voces de Yanshuf y Keseb.

—¡Demonios! —exclamó Hache antes de esfumarse.

—¿Qué mierda está pasando? —preguntó Mitya.

—Nada, Mitya —respondió Keseb—. Continúa soñando.

Simarg: Primer Libro de Las Guerras de TabulaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora