Simarg: Primer Libro de Las Guerras de Tabula

Primer Intermedio

—AMBOS SABEMOS QUE NO ES SANO QUE TE ODIES A TI MISMA Y TE SIENTAS COMO BASURA CADA VEZ QUE LA GENTE ATESTIGUA TU PRINCIPAL FALENCIA —dijo, con una voz casi tan imponente como la de la Mónada—. TU RABIA TE CARCOMERÁ POR DENTRO Y COLPASARÁS.

—¿Y qué puedo hacer? —preguntó la voz de Bya, preocupada.

—SABES MUY BIEN QUE YA NO TE QUEDA NADA QUE PUEDAS HACER POR TI MISMA. LO HAS INTENTADO TODO DURANTE AÑOS Y NO HAS OBTENIDO NINGÚN RESULTADO SATISFACTORIO POR QUE TU MIEDO SE MANTIENE LATENTE COMO UN REFLEJO INVOLUNTARIO. ESTÁS ATRAPADA EN UN BUCLE DEL QUE NO PUEDES SALIR A CAUSA DE TU PÁNICO CONDICIONANTE... PERO YO PUEDO ELIMINARLO. BORRARLO DE TU MENTE EN UN SATIAMÉN PARA QUE PUEDAS SEGUIR ADELANTE COMO LAS DEMÁS PERSONAS.

—¿Borrarlo?... No lo sé. Quiero que desaparezca, pero sé que debe ser por medio de mi propio esfuerzo. Nadie debe interferir de forma tan directa.

—LLEVAS AÑOS INTENTÁNDOLO POR TU CUENTA Y HAS FARACSADO. LO ÚNICO QUE HAS OBTENIDO ES TRISTEZA, FRUSTACIÓN, IMPOTENCIA, HUMILLACIÓN Y ENVIDIA... Y POR SI ESO NO FUERA SUFICIENTE, AQUELLOS QUE HAN INTENTADO AYUDARTE SIEMPRE TERMINAN RINDIÉNDOSE CONTIGO.

—Keseb no.

—LO HARÁ EN UN FUTURO NO MUY LEJANO. EN EL FONDO SABES QUE SERÁ ASÍ. YO PODRÍA CONVERTIRTE EN LA PERSONA QUE SIEMPRE DESEASTE SER, PORQUE NO SOY UN HUMANO CON LA TENDENCIA A FALLAR. SOLO TIENES QUE HACER DOS COSAS MUY SENCILLAS DE HACER POR MÍ.

—¿Cuáles son esas dos cosas?

—LA PRIMERA ES ACEPTAR QUE ENTRE AL NIVEL MÁS PROFUNDO DE TU MENTE PARA ENLAZARLA CON LA MÍA, ASÍ PODRÉ HACER ALGO MÁS QUE SOLO ENVIARTE ESTAS PALABRAS A LA CAPA MÁS SUPERFICIAL DE TU PSIQUE. SI ME DEJAS PROFUNDIZAR, ARREGLARÉ TODO LO QUE ESTÁ MAL EN TU CABEZA. UNA VEZ LOGRADO ESO, PODREMOS REALIZAR, JUNTOS, LA SEGUNDA MISIÓN.

—¿En qué consiste tu segunda misión?

—QUITAR A TODAS LAS MOLESTIAS DE NUESTRO CAMINO, INCLUYENDO A AQUELLOS QUE SOLO TE HAN VISTO COMO UNA CARGA. LA GENTE DE TU TIERRA NATAL, LA GENTE DE LA CIUDAD QUE TE ACOGIÓ...

—Espera...—exclamó la voz de Bya, casi gritándolo—. Ya sé a dónde va todo esto. Quieres usarme para deshacerte de mis compañeros de equipo para que la misión de Rusia fracase sin que tengas que intervenir físicamente, ¿no es así? Sé que hay reglas que estás obligado a seguir, y haces esto para que las cosas sean hechas a tu manera sin correr el riesgo de que tus otros Hermanos vayan directamente a por ti.

—AH... —suspiró con decepción—. ES UNA LÁSTIMA. PODRÍAMOS HABER HECHO GRANDES COSAS JUNTOS. SI HUBIERAS ACCEDIDO A AYUDARME, TE HABRÍA SACADO DEL HOYO EN EL QUE ESTÁS METIDA Y CONVERTIDO EN ALGUIEN GRANDE. ACABAS DE CONDENARTE, Y NO SOLO POR AFERRATE A SEGUIR SIENDO UNA MOLESTIA. TU EGOISMO Y ORGULLO HAN CONDENADO A TU GENTE.

—No lo he hecho. Me convertiré en alguien lo suficientemente fuerte y valiente como para protegerlos. Me convertiré en una guerrera de verdad y sin que alguien entre en mi mente para condicionarme o <<programarme>> como a una máquina. Pero mientras ese momento llega, haré todo lo que esté a mi alcance para ayudar a Keseb a luchar contra ti. Le diré que estás intentando manipular las reglas a tu antojo para jugar sucio.

—NO LO HARÁS, PORQUE NO EXISTE PERSONA EN EL MUNDO QUE LOGRE RECORDAR EL INICIO DE UN SUEÑO. QUE PASES UNA BUENA NOCHE. ADIÓS.