Capítulo 18

583 64 2
                                    

Nos separamos y fuimos hacía diferentes direcciones en busca del niño. Luego de estar un rato corriendo me detuve en una de las estatuas de Mephisto para recuperar el aire. Escuché unos pasos acercarse y al levantar la vista me volví a encontrar a Rin. El también se detuvo e intentó recuperar el aire -¿Lo encontraste?- dijo algo cansado y yo me limité a negar con la cabeza. -Creo que deberíamos llamar a Yukio.- le dije y el buscó su celular para marcarle a Yukio pero no contestaba.

Intenté usar mi celular pero levanté la mirada al escuchar la voz de Rin quejándose -¡Oye! ¡¿Qué demonios?!- se quejó y cuando miré mejor vi a un tipo extraño de pelo verde y vestimenta algo llamativa trepado a la estatua con la espada de Rin en la mano comiendo un chupetín.

.
.
.

Narrador Omnisciente:

-¡¿Quién demonios eres?!- dijo el semi demonio molesto -Ah, cierto. Soy Amaimon, un Rey Demonio. Digamos que soy tu hermano mayor. Mucho gusto.- se presentó -Tampoco voy a devolver esto.- dijo para sacarle la funda roja a la espada.

-Así que esta es la espada Koma ¿Con qué mecanismo funcionará? - comentó mientras la revisaba. -¡Oye! ¡Devuélvela!- se quejó Rin pero de repente antes de que Amaimon pudiera desenvainar la espada, se detuvo... o algo lo detuvo.

La de ojos rojos había logrado manipular las manos del Rey Demonio. Era complicado para la castaña mantenerlo así y lo único que logró controlar fueron las manos y no el cuerpo por completo. -Ah, cierto. Casi me olvido de ti.- dijo el mayor y de repente un Goblin empujó a Naomi y le arrebató el collar. Luego se lo entregó a Amaimon y desapareció.

-Veamos que tenemos aquí...- dijo mientras sostenía el collar con una de sus manos desde la piedra. Ante el contacto de las manos de Amaimon con la piedra del collar, Naomi comenzó a sentir un inmenso dolor de cabeza.  Rin se acercó para sostener a la de ojos rojos que parecía que pronto perdería el equilibrio. -De-detente...- intentó decir Naomi mientras aguantaba el dolor pero el Rey Demonio la apretó con más fuerza provocando que Naomi soltara un quejido de dolor.

A este punto a Rin se le gastaba la paciencia -¡Déjala en paz!- gritó enojado. Amaimon miró a ambos adolescentes por unos segundos -Esta bien.- dijo soltando la piedra -Ahora en lo que estaba...- dijo para luego desenvainar la espada Koma y dejando al descubierto el poder de Rin.

Aquel demonio empezó a jugar con la espada sacando y poniéndole una y otra vez la vaina de la espada. -¡No juegues con eso!- dijo Rin pero Amaimon  lo ignoró. -Entiendo. La espada es una entrada a Gehenna y la vaina es la puerta. Enfundando la espada, la entrada se cierra, y desenfundándola, se abre.- dijo Amaimon mientras seguía jugando con la espada. -¡Maldita sea! ¡Decídete de una vez!- dijo Rin cansado de los juegos del Rey Demonio -Esta bien, la dejaré abierta.- dijo para sacar la espada de la vaina por completo. Amaimon se quedó analizando otra vez los poderes de Rin -Entonces tus llamas están en Gehenna, mientras tu cuerpo existe en Assiah-.

A este punto ambos adolescentes, que ya estaban cansados de escuchar a Amiamon, intentaron atacarlo. Por mala suerte Amaimon logró esquivar el ataque y se terminó rompiendo la cabeza de la estatua de Mephisto. -Oh, oh. Rompieron la cabeza de mi hermano mayor.- dijo Amaimon que ahora se encontraba sobre uno de los soportes de la montaña rusa mientras amarraba el collar a la empuñadura de la espada. 

Naomi intentó usar sus poderes con la cabeza de la estatua de Mephisto y atacar al de cabello verde con eso pero lo logró esquivar saltando a un soporte más alto. -¡dinos que demonios quieres!- dijo Naomi molesta -Oh, nada. Solo estaba aburrido, así que vine a jugar.-dijo y ambos lo miraron atónitos. -Como estamos en un parque de diversiones, gocemos al máximo.- dijo y con tan solo chasquear los dedos la electricidad se activó. En todos los rincones de Mephylandia empezaron a funcionar los juegos llamando la atención de los demás alumnos que seguían buscando el fantasma y la de ambos profesores.

Siempre Juntos {Rin Okumura}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora