Anteriormente...
-Eso fue una orden de los Grigori. Tendrán una audiencia disciplinaria contra el tutor de Japón, Mephisto Pheles.- anuncio -¡La espero con ansias!- respondió Mephsito con tranquilidad.
-Shura, vendrás conmigo como testigo. Primero nos llevaremos al engendro de Satanás mientras que la heredera de Azazel se quedara bajo custodia. Serán dos juicios separados que decidirán el destino de ambos.- anuncio Arthur. Yukio intento intervenir para que lo dejaran ir también pero Mephisto se interpuso.
-Tiene que vigilar a los estudiantes del colegio hasta el final, ¿no?- le dijo Mephisto mientras juntaba la espada de Rin y la guardaba en su estuche. Antes de cerrarlo por completo dejo a la vista del de lentes una pequeña rajadura que había en la hoja de la espada -Al parecer ya no será posible controlar esas llamas con esto.- comento y Yukio se mostro sorprendido aunque había entendido exactamente lo que tenia que hacer.
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.Narrador Omnisciente:
En aquel salón de techos altos, pilares grandes, enormes lamparas colgantes e infinidad de decoraciones de oro lo único que se escuchaban eran los murmullos de las personas. Todas hablaban de un mismo tema: el joven semi-demonio que se encontraba inconsciente y atrapado dentro de un cristal en el centro del lugar.
Inmediatamente ante el golpe de un martillo los murmullos cesaron -La audiencia disciplinaria contra el acusado, Mephisto Pheles, el tutor de Japón de la Orden de la Cruz Verdadera entra en sesión. Yo, Timothée Timowan, Director Judicial de la Orden, haré el interrogatorio, junto con el Paladín Arthur Auguste Angel.- anunció un hombre que se encontraba en una de las gradas principales. -Los Grigori, Supremos Consejeros de la Orden de la Cruz Verdadera, la presidirán.- agregó por último el Director Judicial.
Los Grigori se encontraban sentados en los asientos principales de aquella grada. Eran tres en total: Melchor, el más viejo de los tres, Gaspar, la única mujer del grupo, y Baltasar, el más joven. Los tres usaban unos trajes bastantes particulares: llevaban unas capuchas con una punta saliente en la parte superior de un color diferente, verde para Melchor, rosa para Gaspar y azul para Baltasar. A lo largo de estas tenían dibujados diferentes símbolos y les tapaba una gran parte de sus caras.
Ante la orden de los Grigori comenzó el interrogatorio.-Lord Feles, vayamos directo al grano. ¿Es ese demonio frente a mi el hijo de Satanás?- fue la primera pregunta. -Eso es correcto. Es muy tarde para excusas.- respondió Mephisto haciendo una reverencia ante los Grigori pero sin soltar aquel aire de tranquilidad.
-¿El hecho de que el hijo de Satanás, y también hijo de la exorcista Yuri Egin, fue subyugado por Shiro Fujimoto con la espada Koma, es falso?- preguntó Gaspar -Si. Uno de los hijos que nació no heredo el poder de Satanás. El que lo heredó es este que esta aquí. Fui yo quien selló la fuente del poder de este niño y su corazón demoníaco con la espada Koma.- explicó Mephisto.
-¿Cuál era tu propósito de criarlo secretamente bajo el cuidado de Shiro Fujimoto, Lord Feles?- siguió preguntando la Grigori a lo que Mephisto sonrió con arrogancia. -Para convertirlo en una arma para luchar contra Satanás.- dijo provocando que los murmullos volvieran a resonar por todo el lugar y sorprendiendo hasta a los Grigori.
-¿Luchar contra Satanás?- cuestionó Melchor -¿Un arma?- cuestionó también Gaspar sin poder creer lo que decía aquel hombre frente a ellos. -¡Tontearías!- intervino Angel -¡Les aconsejo que no tomen en serio las palabras de este estafador! Caballeros, seguramente no han olvidado la historia personal de Pheles ¡Confabular es su especialidad!-se quejó el Paladín. Inmediatamente ante el alboroto que se volvió a desatar en la sala, el Director Judicial volvió a golpear su martillo para pedir silencio y orden.
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Siempre Juntos {Rin Okumura}
FanfictionNaomi Subaraki es una chica de 15 años que vive desde los 3 años en un monasterio junto a Shiro Fujimoto, sus hijos Rin y Yukio Okumura y los monjes del lugar. Todo cambia cuando junto a Rin se enteran de varios secretos que les tenían ocultos: Por...