Capítulo 4

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Narra Naomi:

Estaba terminando de poner un par de cosas en mi bolso y también estaba guardando el ukelele en su estuche. Miré por última vez mi habitación y luego me puse a caminar un rato por los pasillos del monasterio. Este había sido mi hogar desde muy pequeña y siempre lo seguiría siendo. Luego de un rato salí para dirigirme a la calle donde estaría Rin, pero en cambio lo vi caminado por el patio. Estaba muy concentrado en sus pensamientos así que decidí asustarlo. Cuando se dio la vuelta para verme se agarraba con una mano el pecho y yo no podía parar de reírme por su reacción -Ya se van, ¿verdad?- preguntó uno de los monjes -los vamos a extrañar- dijo otro que estaba a su lado -Regresen cuando quieran. Esta es su hogar después de todo.- dijo otro monje que estaba limpiando las ventanas - Seguro - dijimos Rin y yo. -¿han visto a Yukio? No ha vuelto a su dormitorio, ¿verdad?- preguntó Rin -No. No lo hemos visto desde esta mañana.- respondió un monje. Era cierto, hoy me había levantado temprano y en ningún momento en el que me encontraba ordenando mis cosas lo vi.
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Con Rin estábamos afuera del monasterio esperando a que Mephisto llegara como prometió pero pasaban las horas y aun no habían señales de este. Yo estaba sentada en el cordón de la vereda y Rin se encontraba parado intentando ver si veía algo a la distancia pero era inútil -Ese payaso esta tardando mucho. Y Yukio tampoco esta en ninguna parte ¿tu lo viste hoy a la mañana?- preguntó Rin -No. Ni un "buen día"-  dije. Rin empezó a mirar hacía todos lados pero volvió a mirar al frente cuando se empezó a escuchar el ruido de un auto a la distancia. Me paré y fui al lado de Rin para ver mejor y vimos en frente nuestro una limusina de color rosa. "Debe ser Mephisto, no hay duda." pensé pero salí de mis pensamientos cuando me di cuenta que la limusina estaba cerca y parecía que no iba a frenar. Con Rin nos movimos rápidamente hacia la vereda antes de que nos atropellaran. -¡Mira por donde vas! ¿Acaso estas ciego?- dijo Rin molesto y de repente la puerta de la limusina se abrió dejando ver a Mephisto. -¡Salió el sol! Que día tan apropiado para un nuevo viajes ¿no creen?- dijo mientras salía de la limusina. -¿Qué pasa con este auto?- preguntó Rin -¿Y adonde nos vas a llevar?- continué -A la Academia de la Cruz Verdadera, por supuesto.- respondió. Rin y yo lo miramos sorprendido -¿La Academia de la Cruz Verdadera?- dijimos en unísono -Exactamente. Verán, oficialmente soy el director de la academia. Por lo tanto, desde hoy serán también un estudiantes de nuestra academia-.

-Lamento haberlos hecho esperar- se escuchó detrás nuestro. Cuando nos dimos la vuelta vimos a Yukio usando un uniforme que parecía ser el de la academia. -Me alegra que ya no estemos separados, chicos.- dijo Yukio -¡Yukio!- dijo Rin -lamento causarle tantas molestias, Sr. Fausto.- dijo Yukio -¿Fausto?- preguntó Rin -Oye, ¿que no era Mephisto?- pregunté acercándome a Mephisto -Johann Fausto Quinto. Digamos que es mi nombre oficial.- me explicó y luego gritó emocionado -¡Vamos ya a la Academia de la Cruz Verdadera!-.

Olviden la apariencia por afuera de la limusina...¡Era el paraíso ahí adentro! Me encontraba sentada junto a Mephisto mientras que Rin estaba al lado de Yukio que no sacaba su vista de un papel. -puedes agarrar lo que quieras de comer, Naomi- dijo Mephisto mostrándome la mesa al lado de el con mucho comida. -¡Gracias!- dije mientras agarraba una bolsa con caramelos y empezaba a comerlos junto a Mephisto pero no podía sacar mi mirada de los chicos, ambos estaban muy serios -Sabes... te pondré un apodo.- me dijo Mephisto mientras comía otro caramelo -¡Ya se! Nomi-chan es perfecto- dijo emocionado -¡claro! no hay problema- dije con una sonrisa mientras comía otro más. Luego escuche a los chicos volver a hablar -¿donde estuviste a la mañana?- preguntó Rin -fui a visitar la tumba de papá. ¿ustedes fueron?- preguntó Yukio y nosotros negamos. 

-Casi llegamos al pueblo de la Academia de la Cruz Verdadera.- dijo Mephisto entonces me acerqué a la ventana y cuando la limusina salió del túnel pudimos ver lo inmenso que era -¡Bienvenidos a la Academia de la Cruz Verdadera!- dijo Mephisto -Aquí podrán encontrar todas las instituciones educativas que existen. Por favor, estudien hasta saciarse-. Durante el resto de viaje que quedaba no podía quitar mi mirada de la ventana, pero cuando llegamos a la entrada de la academia la voz de Mephisto me sacó de mis pensamientos -Rin, Nomi-chan. Por favor, pónganse sus uniformes- . -¿ahora lo dices?- se quejó Rin pero luego nos dimos cuenta de un pequeño detalle... -y... ¿cómo hacemos?- pregunté. Mephisto se nos quedó mirando hasta que entendió el problema. - Nomi-chan puede cambiarse en la parte de adelante de la limusina-.

Siempre Juntos {Rin Okumura}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora