✨Especial 2K de lecturas✨

574 66 1
                                    

One-Shot

Narrador Omnisciente:

Un año y unos meses atrás...

Naomi se encontraba en su habitación aún acostada en su cama. Recién se despertaba pero no le veía el sentido a levantarse. Aunque sabía que si no lo hacía los demás en el monasterio se preocuparan por ella. Con las pocas energías e ignorando la fatiga que tenía, se levantó y se dirigió al baño para arreglarse un poco.


Estuvo parada unos minutos frente al espejo del baño admirando su reflejo. Todo de ella le disgustaba: su cabello, su cuerpo, su rostro y especialmente sus ojos. Los odiaba. Sus ojos que en algún momento tenían un toque brillante y alegre, ahora eran dos orbes opacos y tristes.

Luego de arreglarse un poco volvió a su cuarto para colocarse el uniforme de estilo marinero típico en muchas escuelas de Japón. Tomó su mochila y antes de salir de su habitación intentó poner su mejor sonrisa. -Buenos días- dijo mientras entraba al comedor y se sentaba junto a los monjes, Shiro y Yukio que le devolvieron el saludo.

-Buenos días- dijo Rin mientras dejaba escapar un sonoro bostezo al final. Se sentó en el asiento libre que había del lado izquierdo de Naomi mientras que en el derecho estaba su hermano.

Rin no pudo evitar mirar de reojo a la chica. Aquellos ojos rojos brillantes habían perdido toda chispa de felicidad y temía que eso empeorara. Quería devolverle cada pulgada de alegría que irradiaba en algún momento su amiga pero no tenía muy claro cómo hacerlo.

Luego de terminar el desayuno los tres jóvenes se despidieron para poder ir a la escuela.

En el camino, adelante iba Naomi que tenía la mirada perdida en otra cosa y detrás de ella venían caminando los gemelos que observaban con detenimiento a la chica. Ambos se miraban de reojo o se hacían alguna que otra señal. Los dos podían ver claramente el comportamiento de la chica y les preocupaba.

Sin darse cuenta habían llegado a la escuela dando comienzo a largas horas que se pasaban lentas. Horas en los que los alumnos suplicaban a la persona o cosa que se encuentre allá arriba para que llegue el recreo o la salida.

Ni bien entraron los 3 jóvenes a su clase, comenzaron a sentir las miradas sobre ellos o al menos sobre el Okumura mayor y la chica. Acompañada de las miradas no podía faltar las palabras "demonio" y "fenómeno". Hoy sería otro largo día.

.
.
.

El día hasta ahora pasaba aburrido y lento. Pero al final había llegado el tan deseado recreo. El menor de los Okumura se encontraba parado en la puerta del salon. De repente divisó a su hermano que volvía a donde el estaba. -¿la encontraste?- preguntó preocupado y el mayor negó mientras intentaba recuperar aliento.

Por ahí para cualquiera que se encontraba en ese salón, que un compañero se encuentre ausente por unos 15 - 20 minutos dentro del edificio no era nada de que preocuparse. Pero estábamos hablando de Naomi. Era imposible para los gemelos no preocuparse.

Los dos estaban desesperados por encontrarla pero hasta ahora no había indicios de donde podía estar. -Tal vez no la busqué bien... iré de nuevo a revisar.- dijo Rin pero cuando estaba a punto de volver a salir se chocó con alguien. Al mirar mejor se encontró en frente suyo a la chica que tanto buscaba.

-¡Naomi!- de inmediato los gemelos la abrazaron más aliviados. La chica correspondió al abrazo mientras mordía un poco su labio intentando aguantar el dolor punzante en su abdomen. Luego de un rato se separó de inmediato de ellos con la mejor sonrisa que logró esbozar.

Siempre Juntos {Rin Okumura}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora