Capitulo 17

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Narra Naomi:

Hoy me desperté mucho más temprano de lo normal y de buen humor, pues hoy era el esperado aniversario. Me puse el uniforme como siempre aunque estos días de calor evitaba ponerme mi sudadera/buso y también, como era un día especial, hice algo que no hago nunca que es peinarme. Me quedé un rato frente al espejo hasta que me decidí por hacerme una media cola con 2 trenzas y atarlas con un moño rojo. Luego fui al cuarto de los chicos pero me sorprendí al ver que no estaban. Eran las 5:30 de la mañana: se me hacía completamente imposible imaginar a Rin despierto. Al final decidí ignorar eso, de seguro tendrían sus razones o estaban ocupados.

De todas formas agarré todo lo necesario para las sorpresas de los chicos pero me di cuenta de algo que no había notado la primera vez: en mi puerta había una nota pegada.

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¡Buenos días, boba!

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No pude evitar reirme por la nota, por su caligrafía y al haber usado el apodo de "boba" sabía muy bien que lo habia escrito Rin. Guardé la notita en el bosillo delantero de la mochila y bajé para desayunar. Me sorprendí al no ver el desayuno preparado como siempre pero luego pensé que probabablemente era muy temprano así que aproveché para acomodar la sorpresa de los chicos ahí en el comedor. De repente escuché la voz de Ukobach llamandome y cuando me acerqué a la barra de la cocina me extendió otra nota junto a un boleto de tren.

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¿Qué mejor que desayunar donde empezó todo?

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Esta nota sin duda era de Yukio. Intenté pensar a que se refería pero luego al ver el destino del tren no pude evitar emocionarme. Sin pensarlo dos veces agarré mis cosas y me despedí de Ukobach para poder llegar a tren que necesitaba tomar. Próxima parada: Monasterio.

Para mi suerte el viaje hasta allá no era tan largo así que no tomaría mucho tiempo. Al llegar a mi destino, salí de la estación de trenes y empecé a caminar hasta el monasterio. En la entrada ya estaban esperando todos los monjes que al verme se acercaron a darme la bienvenida. -¡Qué raro! Naomi peinada.- se burló uno y todos se rieron mientras que yo me reía de forma sarcástica.

Fuimos adentro y no pude evitar esbozar una sonrisa al ver el lugar y recordar todo lo que había vívido aquí. Al llegar a la entrada vi que todos se detuvieron atras mío espectantes y al mirar mejor la puerte pude ver otra nota pero esta había sido escrita por uno de los monjes.

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¡Hogar dulce hogar!

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Cada vez me ponía más alegre por todas las notitas. -¿Y qué esperas niña? ¡Entra!- dijo uno de los monjes mientras otro abría la puerta y me empujaban adentro. El lugar seguía como lo recordaba y en la mesa estaba el delicioso desayuno que tanto esperaba. Nos sentamos en la mesa y en mi lugar encontré otra notita escrita por Yukio.

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¡Bon appétit!

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Empezamos a desayunar mientras charlabamos y la mayoria me hacían preguntas de "¿qué tal la academia?", "¿cómo te van los estudios?", etc. Tambien me preguntaban si habia tenido alguna misión ya y ellos me ponia al día también con lo que pasó en el monasterio desde que no estamos. Me sentía feliz estando ahí. Me sentía una niña pequeña de nuevo desayunando en aquel comedor. Como si volviera atras en el tiempo.

Siempre Juntos {Rin Okumura}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora