Siempre Juntos {Rin Okumura}

Capítulo 8

Narra Naomi:

Un grito de Rin que resonó por todo el lugar me despertó. Cuando me levante pude ver que estuve durmiendo en el suelo y que estaba en una habitación que ocupábamos con Rin para estudiar ya que nadie mas dormía en el edificio a parte de nosotros tres. En el piso habían varios libros, papeles, cuadernos, fotocopias y útiles tirados. Yo traía ropa de casa y al lado mio estaba Rin que se levanto de golpe. -¡Mierda! ¡Naomi! ¡Nos quedamos dormidos!- dijo y cuando reaccioné ambos corrimos hacia nuestros cuartos para buscar nuestros uniformes y cambiarnos. Volvimos al cuarto para juntar nuestras cosas. Usé mis poderes para poder ordenar todo rápido y luego nos apuramos para al menos comer algo. Al llegar al comedor nos encontramos a Yukio que ya había terminado de comer y nuestra comida ya preparada.

-Buenos días, chicos- dijo Yukio con toda la tranquilidad del mundo -¿Por qué no nos despertaste?- se quejó Rin mientras nos sentábamos en la mesa. -Bueno, intente tres veces, pero no despertaron. Pensé que estaban agotados y los dejé dormir.- respondió Yukio -la próxima intenta cuatro veces- dije mientras Rin y yo nos arreglábamos un poco mas ya que nos habiamos vestido a las apuradas. Agradecíamos por la comida para comer lo mas rápido posible. -¿Por qué el apuro?- preguntó Yukio -tenemos una prueba de tercer periodo. Vamos a morir si no comemos.- expliqué y el luego se retiró.  Cundo terminamos, dejamos los plato y fuimos corriendo para poder llegar al examen. 
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Luego de las clases normales al fin llegó la hora del esperado almuerzo. Por mala suerte, perdí a Rin de vista y cuando llegue ya era muy tarde. De repente escuché que estaba pasando una pelea cerca. Me acerqué y pude ver que Shima y Koneko también estaban viendo lo que pasaba así que me acerque a ellos. -¡hola, chicos!- dije apoyando mi mano sobre el hombro de Koneko y los dos se dieron vuelta para saludarme -¿Que es lo que esta pasando?- pregunté -Bueno... veras...- dijo Shima mientras se movía para dejarme ver como Rin y Suguro se peleaban como niños por un pan de yakisoba. Se me ocurrió una idea y me acerque por atrás para arrebatarles a ambos el pan de yakisoba. Los dos se dieron vuelta confundidos para ver quien se los había arrebatado -¡Oye! devuélvelo- dijo Suguro. Pero antes de que alguno intentará hacer algo, todas las miradas se concentraron en algo que pasaba a unos metros del lugar.

A unos metros se encontraba Yukio rodeado por las tres chicas del accidente y todas tenían un almuerzo para el. Luego Yukio se dio cuenta de nuestra presencia - A-acabo de recordar que voy a almorzar hoy con mi hermano. Disculpen, señorita.- dijo para luego correr hasta donde estábamos -¡Ven conmigo!- dijo mientras agarraba a Rin del brazo quien rápidamente me agarró a mi haciendo que se me caiga el pan de yakisoba y Suguro lo atrapó.  
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Estuvimos corriendo hasta que llegamos a la cafetería de la academia -¿Por qué no aceptaste los almuerzos? Que desperdicio- dijo Rin -No puedo comerme tres almuerzos a la vez y si escogía uno las otras se hubieran molestado.- dijo Yukio -¡Rin, mira!- dije sin despegar mi vista de una vitrina que había al lado con muestras de todos los tipos de comidas que vendían. -¡Tienen hasta langosta en esta cafetería!Comida italiana, francesa, china... ¡hay de todo!- dijo Rin mientras se acercaba junto a Yukio a la vitrina -Bueno, la Academia Veracruz es una escuela para ricos.- explicó Yukio. -Entonces eso significa que ahora somos de clase alta.- dijo Rin mientras pasaba su brazo por mis hombros sin dejar de fantasear -Primero tienen que comprar sus tickets en la maquina expendedora- comentó Yukio. Cuando fuimos a ver los precios nuestros ojos se abrieron como platos -¿Que diablos? ¡Estos precios tienen un cero de mas!- se quejó Rin -¡Es como una apuñalada directo a la billetera!- me quejé. Yukio suspiró -Ya les dije. Es una escuela de niños ricos.- dijo -¡Malditos niños de clase alta!- dijo Rin molesto mientras agarraba su espada con intención de sacarle la funda. Con Yukio intentamos calmarlo para que no lo haga y los demás alumnos se quedaron mirándonos como si estuviéramos locos.

Fuimos a la oficina de Mephisto para hablar con el -¿Bajar los precios del menú de la cafetería? Me temo que es imposible. Para ofrecer una cocina de primera compramos los mejores ingredientes y contratamos cocineros expertos.- explicó Mephisto -¡Pero una cafetería estudiantil no tiene que ser de primera clase!- se quejó Rin. -Comer es cultura. La vida de uno se enriquece con la alta cocina.- dijo y se puso a comer sus fideos enlatados. "Y eso lo dice alguien que come fideos enlatados" pensé  y solté un suspiro -¿Y... que te parece darnos una pensión?- dije buscando llegar a un acuerdo con Mephisto y para mi suerte aprobó la idea. Agarró su billetera y de esta saco un billete de 2.000 yenes, algo que era muy raro de ver. -Les daré solo eso por cada mes- dijo mientras volvía a comer y nosotros lo miramos confundidos -¿solo 2.000 yenes para mantener a 3 personas? ¡Es imposible!- dijo Rin pero al final no logramos llegar a ningún acuerdo y Rin estaba a punto de querer partir en dos a Mephisto con la espada. Por suerte cuando estábamos saliendo de la oficina a Yukio se le ocurrió un nuevo plan ya que Rin estaba desesperado y hambriento.
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Estábamos en el supermercado comprando varios comestibles ya que el plan de Yukio se trataba de que Rin cocine la comida. Yukio le daría dinero para lo que necesite y el tendría que cocinar para nosotros tres y de esa manera el ahorraría dinero y ninguno tendríamos problemas para comer. No iba a ver ningún problema ya que Rin podría usar tranquilamente la cocina principal por que solo vivíamos nosotros tres en el edificio -Ademas, cocinar es lo único que sabes hacer bien. Y a las chicas les gustan los tipos que saben cocinar.- terminó de decir Yukio. Con eso de que "a las chicas les gustan los tipos que saben cocinar", una afirmación que no esta del todo mal aunque que no todas las chicas son iguales, fue suficiente para que Rin cambie de objetivo por el cual estamos ahora acá y empiece pensar en como lucirse. Yo estaba sentada adentro del changuito/carrito de compras que venía empujando Rin y no podía sacar mi vista de Yukio que parecía tener otras intenciones ocultas bajo este plan.