CAPÍTULO 29

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JARED.

Mi padre ha estado actuando como un completo imbécil, y no sé que mierda le pasa. Hace unos días no fui a mi entrenamiento en el futbol, y se molestó tanto, que terminó golpeándome, ocasionando un hematoma en mi ojo izquierdo, y todavía me amenazó conque no dijera nada a mi hermana Freya, porque no quiere que la perturbe en sus estudios, lo cual sé que es mentira. Él tiene miedo de que Freya se moleste con él, después de todo es su favorita.

El día de hoy llegué de la escuela y sin siquiera dirigirle la palabra, ya me estaba gritando, por lo que Jonathan salió a mi defensa, pero no debió de hacerlo, puesto que se gano la golpiza de su vida.

Mi padre nunca había actuado de esta manera, inclusive ha estado peleando demasiado con mi madre, esto me trae recuerdos de cuando era más chico; recuerdo a mi hermana mayor llorar por las noches, en ese entonces yo pensaba que era demasiado tonta, siempre que peleaban ella lloraba, cosa que nunca entendí, quizá era su manera de desahogarse.

—Ya estoy hará George, no puedo seguir así, creí que esto ya lo habíamos superado antes, que ya habías dejado esos malditos hábitos —grita mi madre.

—Pues tú que no entiendes Felicity, ves cosas donde no las hay, tus malditos celos hacen que veas cosas que no —grita mi padre—. Te estás volviendo loca por algo tan insignificante.

—¿Loca yo?, ¡Te he dado toda la confianza del mundo!, ¡Siempre te he perdonado!, y lo sigues haciendo, una tras otra, tras otra, siempre es lo mismo contigo, ¡Nunca cambias! —vuelve a gritar mi madre.

—¡YO TE AMO FELICITY!, entiéndelo de una puta vez —insiste mi padre.

—¡Ya déjala en paz!, me tienen harta sus malditos gritos, ya no lo soporto —se queja mi hermana Feith llorando.

—No te metas donde no te llaman Feith, tu a mí no me dices lo que yo tengo que hacer —escucho como la golpea mi padre, e inmediatamente bajo corriendo.

—¡Le vuelves a poner una mano encima, y te juro que le digo a Freya, y no me va a importar que me vuelvas a golpear, no sé qué sea lo que esté pasando, pero tus problemas soluciónalos en silencio! —le digo molesto.

—Es que estoy tan agobiado con el trabajo —dice defendiéndose.

—Pues los problemas del trabajo no los traigas a la casa, que no nos merecemos esos tratos de parte tuya, ni mi madre, ni mi hermana, nadie de nosotros lo merece, así que vuelve a actuar así y ten por seguro que Freya se entera —amenazo y veo como agacha la cabeza y se va a encerrar a su estudio.

Subo al cuarto de Feith y toco la puerta antes de entrar.

—Pasa. 

—¿Estás bien? —le pregunto y ella niega.

—Es que no sé que le pasa, desde que se fue Freya no deja de tratarnos mal, es como si solo ella tuviera el poder de tranquilizarlo, solo con ella se porta bien —se escucha enojada.

—Oye, nuestra hermana no tiene la culpa de nada, y te a puesto a que si se entera es la primera en brincar por nosotros, así que no te molestes con ella, porque no tiene la culpa —le digo y asiente.

—Es que no entiendo que le pasa —suspira—. Creo que papá engaña a mamá.

—No creo, no sería tan tonto para hacer algo así. 

—No sabes nada de papá, Jared — bufa.

—¿Y tú sí? —la cuestiono.

—Más que tú, sí. 

—Pues dime, ¿Qué debo de saber de él? —me siento en su cama.

—¿Recuerdas cuando Freya lloraba por las noches, cuando mamá y papá peleaban, y nosotros decíamos que estaba tonta?

DESDE QUE TE CONOCÍ  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora