CAPÍTULO 31

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RYAN.

No he dormido, se me hizo algo injusto dormir y saber que Freya no lo hizo, por lo cual pienso hacerlo hasta que ella lo haga, o sea cuando vuelva de sus clases y sea de noche nuevamente, y no me afecta, si ella puede, yo también.

Me doy una ducha rápida y me cambio; escucho que alguien ya se ha despertado, por lo que me dirijo a la cocina a preparar algo para que desayunen, lo que hizo Freya será la comida. Saco los platos, y todo lo demás, cuando me percato de la presencia de Jonathan, quien se encuentra recargado en la pared.

—Hola — me sonríe.

—Hola —contesto.

—¿Qué mierda haces? —arquea una ceja.

—Pongo la mesa para que desayunen, ¿quieren hot cakes? —pregunto.

—Tienes el mandil bien puesto Ry, ¿desde cuándo salen? —pff como si hubiera posibilidad.

—No salimos, y no hay ningún mandil —me cuesta aceptar que ella es la que manda en esta relación de amistad.

—Pensé que al darte su dirección le pedirías que fuera tu novia, o una mamada de esas —se ríe.

—Te equivocas, solo es mi amiga, nada más —suspiro ante eso.

—No lo creo, ¿sabes qué es lo que siento que pasa contigo? ¿quieres escuchar mi opinión? —se tira en el sofá y me acerco a él.

—Suéltalo —me siento frente a él.

—Siento que la amas Ryan, y no me refiero a querer, o a sentir atracción por la persona, si no la palabra amor en todo su esplendor, y por eso te conformas con solo ser amigos, porque sientes que solo así podrás tenerla para siempre en tu vida, ¿o me equivoco? —me sonríe.

—No sabes lo que es el amor, y créeme que yo sé menos que tú en estas estupideces.

—Hay muchos conceptos del amor, pero cuando te veo a ti con mi hermana en lo único que pienso es en el libro del principito, ¿lo has leído? —me pregunta.

—No leo novelas para niños Jonathan — me río de él.

—Pues en el libro... deja lo busco en internet, es muy famosa esa parte —saca su celular para buscarlo.

—Jonathan, ni al caso, solo me agrada tu hermana y ya, deja de buscar lo que sea que... —me interrumpe.

—Lo encontré, escucha: - me dice y asiento. 

Te amo le dijo el Principito. 

Yo también te quiero respondió la rosa. 

Pero no es lo mismo respondió él, y luego continuó—. Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía. Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes. – me observa y sonríe.

—Eso no significa nada, déjate de mariconadas —me molesto con él.

—Solo déjame terminar, pedazo de mierda.

—Apúrate —me quejo.

Amar es desear lo mejor para el otro, aun cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aun cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento. 

DESDE QUE TE CONOCÍ  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora