Capítulo XIX - Día D.

184 13 6
                                    

1:30 PM Día de la reunión.

Naisha estaba nerviosa, su garganta se anudaba, eran horas sin saber de Mariana y le estaba costando mantener el control. Helena se acercaba a ella, su rostro también expresaba preocupación, y ninguna parecía estar en desacuerdo con esas manifestaciones nacientes de su fragilidad.

—¿Nada? —Helena la tomaba de las manos, hacía una ligera presión en ellas, como expresión de solidaridad y apoyo para con ella.
—Nada... ella me dijo que esto podía pasar, que siguiera adelante, sin importar qué.
—Todas están concentradas, incluso Jules. En la sala de prensa está todo listo, es tu turno.
—Aquí vamos.

Naisha comenzó a caminar a paso firme en dirección a la sala de prensa del hotel. Le costaba respirar, porque solo quería llorar y salir corriendo para buscar a Mariana, pero sabía que si fallaba, todo se vendría abajo.

Los reflectores apuntaban su rostro, estaba a punto de dirigirse al país, y aquello marcaría definitivamente el rumbo de la campaña, para bien o para mal.

—Buenas tardes a todos, gracias por atender a la convocatoria extemporánea de esta rueda de prensa. En aras de mantener la transparencia en todos nuestros procesos, de cara a las próximas elecciones presidenciales, requerimos hacer del conocimiento público, una situación irregular que se está suscitando en este momento en las inmediaciones de la prisión federal. —Naisha suspiró, le costaba disimular lo que estaba sintiendo. El tono de su voz se quebraba mientras hablaba. —La doctora Mariana Elizabeth Salvatierra Marcano, candidata del Partido Progresista a la presidencia de la República; en medio de su agenda inclusiva, y en un intento por llevar un mensaje de esperanza a esos hombres que, por una u otra razón tomaron decisiones incorrectas en su vida, ha quedado comprometida en medio de un motín que las autoridades no han podido controlar.

Los presentes murmuraron, pero mantenían la atención puesta en lo que Naisha tenía para decir.

—Pasadas más de cinco horas sin recibir comunicación por su parte, o del equipo que le acompaña, decidimos contactar con las autoridades policiales, a fin de escalar el conflicto y dejarlo en manos expertas. Esperamos de todo corazón que puedan extraerla del recinto a salvo, así como también a quienes están con ella en este momento. Pido a todos mantener la calma y estar atentos a próximos comunicados emanados de las autoridades correspondientes, sean del Partido Progresista o de las entidades locales. Por el momento, no se responderán preguntas, pido comprensión en este particular.

Naisha se levantó, y salió rápidamente de la sala. Helena notificó a los reporteros que podían permanecer a la espera, recibirían refrigerios y apoyo logístico. Luego fue tras ella, intentando alcanzarla lo más rápido posible.

—Naisha... vamos a mi oficina.

La haló del brazo y Naisha cedió. Una vez dentro, puso el pestillo a la puerta.

—Para entender qué carajo planea, tenemos que comparar nuestras tareas. ¿Qué te pidió?

Naisha se quedó en silencio, y aquello tenía una razón de ser.

Día previo a la reunión: 10:20 AM.

—Naisha... —Mariana sujetaba sus manos con ternura.

Estaban en la sede del partido, sostenía reuniones privadas con cada una, y en ese momento, era su turno.

—Mariana, tengo miedo. —Naisha estaba cabizbaja.
—Escúchame, eres la pieza primordial en esto, y debes ceñirte a lo que te diga. Quiero tu confianza sin reservas.
—No tienes que decirlo, creo que anoche te dejé claras las cosas. —Naisha se sonrojó.
—Hay algo ahí que no me quedó claro, si no es molestia, me encantaría que me lo repitieras. —Mariana la acercó un poco más a ella, buscaba su mirada, era importante.
—¿Qué parte exactamente?  —preguntó, esbozando una sonrisa muy sutil.
—Todo... por favor. —Mariana dejó caer la cabeza en su hombro y comenzó a reírse.

La CandidataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora