Capítulo X - Rivalidad incipiente.

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La sede del Partido Progresista en la región central, era un poco más grande y  tenía un salón de reuniones bastante amplio. Podías apreciar varios escritorios sencillos organizados en columnas frente a una enorme pizarra acrílica, junto a la cual había un escritorio de mayor tamaño, y algunas sillas plásticas sueltas. Justo ahí estaba Naisha, sentada sobre ese escritorio dirigiéndose al resto, disgregados entre los escritorios restantes. Mariana estaba sentada en una de las sillas al frente, cerca de la pizarra, junto a Nana, escuchando con atención cada palabra de Naisha.

Pocos dentro del partido conocían la palabra "meritocracia", no en cuanto a su definición, sino al peso que tenía para Mariana.

Una muestra de lo que digo, lo pueden apreciar en Naisha. Ella estaba llevándose a todo el mundo por el medio, sin importarle de quién se tratara; era una mujer leal, en toda la extensión de la palabra. Si lo que hacías, perjudicaba a Mariana, ella te haría pedazos antes de que pudieras entender lo que pasó.

Evidentemente, esto causaba incomodidades en algunos miembros del equipo; sabemos que Michel fue el primero en ser desplazado, pese al gran trabajo que había realizado con Mariana durante tantos años, y ahora parecía ser el turno de una "diminuta" Eddy, para nada feliz desde la conversación que tuvo a solas con ella.

Cuando se trata de mujeres, las cosas tienden a ser más dramáticas, y ojo aquí, que es importante. Las mujeres son más competitivas, territoriales y conflictivas que los hombres en este tipo de situaciones. Mientras Michel aceptaba a regañadientes el liderazgo avasallante de Naisha, puede que Eddy mostrara cierta resistencia. Estaba en su territorio, con su gente, y ella simplemente daba órdenes que todos acataban, aún sin conocerla o haber compartido con ella. Sí, así de fuerte era Naisha como jefe de campaña.

En ese momento, era lo que sucedía. Naisha estaba dando una cátedra de liderazgo, y Eddy parecía una más del grupo. Mariana solo observaba, su admiración hacia ella crecía sin medida... por momentos sentía que se le mezclaban las aguas, pero rápidamente se sacudía esas ideas de la cabeza.

El centro del discurso de Naisha estaba enfocado en la iniciativa, las ideas, el empuje. Daba ejemplos prácticos de esto, hablando del trabajo de Isabella en el Sur, o el logro de Michel al hacerse con el liderato de la zona Norte.

Es importante resaltar que a pesar de lo que sucedía con Michel tras bastidores, tanto Naisha como Mariana buscaban mantenerlo ahí, por distintas razones que convergen como una. Michel tenía consolidado un buen trabajo de varios años, y siendo una figura influyente en la zona con mayor relevancia dentro de la estructura, era conveniente tenerlo de amigo y no de enemigo. Justo ahí radica la importancia de separar lo personal de lo profesional, y ambas lo manejaban bien. No malinterpreten el que Mariana no se dirigía hacia él directamente, esto tenía una razón de ser.

Luego de la pequeña "charla", comenzó la parte interesante. Muchos de los que pertenecían al equipo de Eddy mostraron entusiasmo por el desarrollo de las actividades.

Una persona en especial destacaba sobre el resto, su nombre era Julieta; de cariño le decían Jules. Se acercó a Naisha y conversó un par de cosas con ella. Al otro extremo, y al notarla tan cerca de Naisha, podías ver a Mariana caminando hacia ellas de manera inconsciente, movida por una sensación urente en la boca del estómago.

—Mariana, escucha esto. —Naisha animaba a Julieta a repetir lo que acababa de decirle.
—He estado trabajando en una aplicación que podemos operar desde cualquier sede, para registrar los resultados del "exit poll" en cada región. Quienes estén levantando la información en el campo, transmitirían a la sala situacional y ahí se recopilarían los datos. Eso nos daría una tendencia bastante cercana a la real.
—Me gusta. —Mariana mostró genuino interés en lo que decía la joven. —¿Cuál es el margen de error?
—Es relativo. La fiabilidad va de la mano con lo que se recopile en campo. Si se obtiene la intención real de voto, podemos hacer una proyección que determine la tendencia.
—¿Cómo controlarías esos casos en los cuales la intención de voto no coincide con el voto en sí?
—Podemos establecer un porcentaje que lo refleje, tomarlo como margen agregado y que ese valor le reste votos al total. De ahí la aproximación.
—Naisha, vamos a darle atención a este proyecto. Podemos hacer un simulacro  para recoger tendencias, y ver cómo se comporta ese sistema.
—Sí. Eso pensé. Y hay que localizar otros ingenieros en cada zona para que se unan al proyecto. Manejar toda la data desde un solo núcleo puede ser un riesgo.
—Tengo a alguien en la capital, pero no pertenece al partido. No recuerdo que tengamos ingenieros en la capital. Pregúntale a Michel.

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