Doce

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—¡Eres un idiota! —ejercí el sonido de ¡Shh! Con mi dedo índice sobre mis labios. Yeonjun me podría exhibir frente a tanta gente que se quedó mirando con una mínima discreción.

—¿Crees que no lo sé? —el camino se estaba volviendo pesado, mis piernas temblaban ante los regaño de mi Hyung, esa tortura debía terminar pronto —. Simplemente no lo pude evitar, es como si ese grado de autocontrol en mi desapareciera.

—Está bien, te entiendo —suspiró —. Pero ahora piensa un poco, ¿Qué harás si Dohyun se entera? No creo que quieras negarlo todo como es tu costumbre, tampoco creo que quieras que alguno de nosotros o tus padres vaya a reconocer tu cuerpo a la morgue.

—¡Oye, no es para tanto!

—Crees que no es para tanto, pero ni tú y mucho menos yo, sabemos como reaccionaria ese tipo. Sobre todo porque es avaricioso y lo más probable es que tenga un obsesión con su hermoso novio —no puedo negar que Yeonjun tenga razón, pero tampoco había que hacer el problema más y más grande. La única forma que tendría para enterarse sería que Beomgyu le contará o que Hyung le dijera, pero eso es muy poco probable.

Mis piernas dolían bastante, el día en el trabajo resultó siendo agotador y a eso agreguemos que no he podido recuperarme del viernes, fue un día lleno de promociones y a quién no le gustan los descuentos.

—Yeonjunie Hyung, al menos quiero saber que no me delatara con Taehyun y HueningKai, pero sobre todo con Taehyun —. Casi era capaz de ponerme de rodillas con tal de que Hyung no dijera nada.

—Esos son asuntos que no se pueden andar diciendo por la vida —suspiré aliviado —. Sería poco leal de mi parte llegar con los chicos y decirles “Oigan, Soobin me dijo que se acostó con alguien, y ese alguien es Beomgyu”.

Solté un leve golpe sobre sus labios. No había nadie conocido alrededor, pero tal vez podría estar equivocado y el mismísimo Dohyun caminara por la zona.
No tenía que sentir vergüenza, ni siquiera tenía una pizca de arrepentimiento, pero sabía bien que me metería en muchos problemas.

—No diré nada, lo prometo —extendió su dedo meñique hacia mi, hice lo mismo y sellamos la promesa de Yeonjun.

Llegamos a la parte baja del edificio, otra vez en elevador tenía el pequeño letrero de “fuera de servicio”, lo ignoramos y subimos por las escaleras. Mis piernas volvieron a doler como nunca imaginé, debía hacer más actividad física. Llegamos al noveno piso, caminamos solo unos metros, pasando puertas vecinas, nos colocamos frente a la de Beomgyu. Comencé a elevar plegaria para que Dohyun no estuviera, aunque en dado caso de no ser así, Yeonjun estaría conmigo y así estamos.

Había una maleta en el recibidor, sentí nerviosismo incluso sin saber por qué. Miré a Yeonjun, pero él prestaba más atención en las fotos colgadas en la pared.

—¡Llegué! —grité, llamando la atención de Yeonjun y al parecer logré que Beomgyu supiera que estaba ahí.

Apareció corriendo desde el pasillo, se acercó rápidamente y me abrazó por milésimas de segundo. Su rostro neutral comenzaba a ser preocupante para mí. Oí como saludó a Yeonjun aún pegado a mi cuerpo. Se alejó cuando unos pasos parecían escucharse cada vez más cerca.

—Oh, Soobin.

Mordí mi lengua, Yeonjun tomó mi mano libre para intentar tranquilizarme. Contuve por un tiempo mi respiración hasta que no pude más y exhale.

—Buenas tardes, señora Choi —actué una sonrisa, hice que se notará lo más natural posible para evitar mi rostro de disgusto.

Beomgyu sonrío a su madre después de mirarme sin expresión alguna. El aura del momento fue tan pesada, Yeonjun se aferraba a mi pata evitar conflictos, aunque no podía cesar los latidos de mi corazón alterado. La señora Choi sonrió un poco, me sorprendí demasiado.

—Me alegra mucho que por fin haya encontrado pareja, Soobin —fruncí el ceño, mire a Yeonjun y entendí la razón a su estúpida suposición —. Sinceramente, estoy feliz por usted.

Lo que en realidad quiso decir es que estaba feliz de que me alejaría de su hijo, me hubiera dado tanta pena decirle que es más probable que Yeonjun deje de teñirse el cabello antes de que pase eso.

—Mamá, es mejor que vayamos con papá, nos debe estar esperando —Beomgyu tomó el brazo de su madre y luego la maleta que había visto momentos atrás.

Es extraño, ellos vinieron a Seúl hace apenas una semana, ¿Por qué razón volverían? Como dije anteriormente, tal parece que tienen cámaras de vigilancia por todo el departamento.

Beomgyu y su madre salieron, ni siquiera se despidió de mí. Yeonjun no se atrevió a hablar hasta que oyó el sonido de la puerta cerrarse.

—Ahora somos novios, cielo —Bromeó entre risas, pero yo no estaba de muy buen humor, así que solté el segundo golpe del día sobre él.

Tenía un muy mal presentimiento.

ola otra vez, les doy algunos episodios de más para compensar mi pequeña ausencia jeje :c

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ola otra vez, les doy algunos episodios de más para compensar mi pequeña ausencia jeje :c

Weekend | SooGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora