Diecinueve

451 75 78
                                        

—Vamos, acércate —dijo él con su voz ronca.

—¡Déjame! —gritó empujándolo.

Reí fuertemente, hasta que aquel tonto se acercó a mí y puso sus manos en mi regazo. Sentí que mi expresión era una asqueada, la verdad no recuerdo muy bien que tal estaba aquel día. Lo único que sé, es que me hicieron olvidar todo de una manera divertida, pero perturbadora.

—Dame un beso, Soobin —susurró Yeonjun muy cerca de mi oído. Yo, con mi poca conciencia, lo alejé y ni siquiera recuerdo como.

El único que estaba normal, era HueningKai.

No sé como llegué a esa situación de beber tanto al grado de no poder recordar mucho. Y no era la primera vez, eso era lo triste. Desde aquel día en que Beomgyu me pidió tiempo, arreglé todo para que eso no me consumiera, pero ahogar mis penas en alcohol, no fue la mejor decisión de mi vida.... Pero me liberaba.

—¿Qué pasó con Beomgyu? —preguntó Yeonjun con la voz más estable, pero seguía viéndose demacrado.

—Yeonjun está más que ebrio — HueningKai tapó sus oídos y cerró sus ojos mientras movía su cabeza de un lado al otro.

¡Shhhh!

—Creo que está molesto o quizás triste, en realidad solo estoy esperando lo que sea que quiera decir —dí otro tragó a mi vaso, este se quedó vacío.

Mi cabeza comenzó a doler.

—Al menos terminó con Dohyun, o en realidad creo que fue al revés —bostezó —.  Taehyun debe saber.

—¿Taehyun por qué debería saberlo? — pregunté. Quizás en ese momento no lo sentí, pero actualmente, recordarlo me da rabia.

HueningKai miró a Yeonjun con los ojos bien abiertos y bastante confundido.

—Él le dijo a ese idiota todo —rió fuertemente—. Le gusta hacerse la víctima, en realidad a los dos, pero Taehyun le dijo. Por eso Hyundo te odia.

Esas palabras, por más desordenadas y estúpidas que hayan sonado, me despertaron. Miré a HueningKai y me respondió:

—Dicen que los borrachos dicen la verdad —a pesar de mi estado, reaccioné rápido. HueningKai le dio un trago a su refresco y se encogió de hombros.

Casi rompo aquel vaso en mi mano.
Me sentía asqueado, traicionado y aún más herido. Me levanté, pero desgraciadamente me volví a caer sobre la silla.

Digamos que así terminó mi noche. Salí de la casa de Yeonjun cerca de las siete en punto y me dirigí al departamento como si nada. Sentía las miradas, pero las comprendía, mi estado no era el mejor, seguramente me veía terrible y con cara de zombie.

No me sentía capaz de tomar las escaleras, así que, me dirigí al elevador. Aún no me explico como llegué hasta ahí, todo parecía moverse y veía borroso.

Tampoco logro explicar las coincidencias del destino y cómo es que Beomgyu estaba a punto de subir al elevador con una bolsa de papel de que por dentro –según lo recuerdo– llevaba las compras de la semana.

Me recargue con los ojos cerrados en una esquina, no quería que me viera en ese estado, pero era demasiado idiota pedir eso, inclusive me estaba hablando, aunque no entendía ni una sola palabra.

—Estoy bien —hablé en automático. Beomgyu estaba tan molesto, que me dio pena tan siquiera mirarlo. Aún seguía perdido entre mis pensamientos.

Antes de llegar al octavo piso, la estúpida máquina que nos iba transportando, se detuvo.

—¡Mierda, Soobin!

Como si yo hubiera tenido la culpa.

—Me quiero salir de aquí —gritó Beomgyu y eso sí logré entenderlo, se notaba frustrado, cansado y alterado.

Me dio pena porque no pude hacer nada, yo también tenía miedo, pero apenas y comenzaba a recordar lo que había hecho hace horas. Me dolía la cabeza, era parecido al dolor de la migraña. Esa situación no ayudaba en nada.

Y sobre todo, por lo incómodo que se había vuelto. Sentí a Beomgyu cerca de mí, me había abrazado... Yo simplemente tenía ganas de llorar, muy fuerte.

—Tranquilo —dije acariciando su cabello tratando de mantener en el la calma.

Odio horriblemente al destino.

Días después, pensaba que “al menos seguía vivo” como si eso fuera a solucionar mis problemas.

El amor destruye, no lo voy a negar, pero al menos fuí feliz, pero haber aguantado tanto tiempo tirado en mi cama llorando por él... Fue algo que nunca imaginé llegar a hacer y cada uno de esos malditos días, lo recuerdo con una presión constante en el pecho.

Él no me amaba, él solo pensaba hacerlo, pero nunca me dí cuenta. Nunca noté que solo era un chico confundido en busca del afecto que le hacía falta cuando su novio no estaba. Me arrepiento terriblemente del daño que yo mismo me cause, no tendría porque darle culpas a él... Yo solo caí en sus manos.

Mis amigos lo dijeron, lo dijeron tantas veces y yo estaba tan ciego para aceptarlo.

Pero justo en ese momento, viendo como estaba con quién ya había dañado antes, me hizo reaccionar.

Y definitivamente, ya no creía en sus palabras, él no es para mí.

[☕]

aH, gracias Selena por tu canciones hermosas que me inspiran 🥺

¿Cómo están?
¿Ya comieron?
¿Durmieron bien?
¿Les trata bien la vida?

Lxs amoo💕

Weekend | SooGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora