Blah, blah y más blah.
Beomgyu no tenía otra cosa de que hablar, solo me recordaba que su novio "perfecto" lo llamó en la mañana de ese mismo día y arreglaron sus "insignificantes" problemas. Me sentía prisionero de su celda, sentía que me ahogaba conteniendo muchas palabras que quisiera poder decirle, no para ofenderlo, más bien, quería que entrará en razón.—¿Y sabías lo lindo que se sintió? —su sonrisa no podía ser ocultada—. Hubieras oído su voz, él se oía arrepentido y me pidió perdón, Soobin, doblegó su orgullo por mí.
Por primera vez lo hizo después de bastantes ocasiones en las que tenía que ser Beomgyu quien pidiera perdón, incluso por los errores de él. Hay tanta historia detrás, no quiero decirla, pero siempre me enteraba de todo y no, no es divertido ver como la persona que amo sufre de esta forma.
—Me dijo que el lunes volvería y me daría todos los besos que tiene ganas de darme. No puedo esperar para volver a verlo, de verdad me gustaría tocar sus mejillas o darle muchos besitos en su carita.
Piqué varias veces la ensalada bajo mi cubierto. No lo miré, solo lo escuchaba, aunque me hubiera gustado dejar de hacerlo.
—¿No crees que eso es tan lindo?
Ví por poco tiempo sus ojos, pero esos pocos segundos fueron suficientes para notar como sus pupilas se dilataban y brillaban hermosamente, amé esa mirada, lastimosamente era por una horrible razón.
—¡Soobin!
Me gritó, así que volví a mirarlo, tenía su entrecejo fruncido justo en ese momento y me miró como asesino a su próxima víctima.
—¿Qué quieres que diga, Beomgyu? —pregunté fastidiado.
—Tan solo quería que me prestarás un poco de tu valiosa atención.
—Esa mirada me está matando —Y sí, pareciera que tenía la fórmula perfecta para hacer que me sintiera tan peculiar. Quería solo una cosa en particular, para lograrlo, utilizaba sus lindas expresiones faciales.
—Oh, lo siento.
—¡Bah! De cierta forma también me gusta que me mires así, es lindo, adorable y hermoso —sonreí—. Eres la mejor persona en este mundo. Cada que quiero describirte, no me alcanzan las palabras.
—¿Eso qué tiene que ver con lo que acabo de decir?
—Nada, solo quiero que tengas claro todo lo que pienso acerca de ti.
Se limitó a asentir con una mínima sonrisa. Al menos puedo decir que logré regalarle un lindo momento, lo sé por sus mejillas que se tornaron de rojo muy leve.
Encontró un pedazo de pimiento en su ensalada y lo tiró lejos de su plato. Me miró con un poco de desagrado.
—¿Todo bien?
—Realmente odio el pimiento, pero a Dohyun le agrada demasiado.
—Dohyun —musité.
—¿Por qué te molesta que lo mencione? Siempre haces ese tipo de expresiones cuando digo su nombre.
No entendí bien, mis expresiones eran desinteresadas, nada más. No es como si cada que oía hasta el más mínimo detalle sobre él, formará muecas de molestia en mi rostro, para nada. Tampoco sentía náuseas con tan solo verlo, metafóricamente.
—¡Responde algo! Dohyun es un buen chico. Me gustaría que algún día hablarán y se dieran cuenta que ustedes dos tienen buenas cualidades y hasta pueden encajar y ser bue... —me levanté de mi asiento e hice que Beomgyu dejará de decir cosas que yo no quería escuchar con un beso.
Me siguió el ritmo, no puso oposición al respecto. Se sintió tan bien, pensé podría permanecer así el resto del día. Sentí esa hermosa sensación de cada vez que nos besabamos, no pude evitar sentir mi corazón acelerarse y mi cuerpo pedir por más. Me detuve al recordar que estabamos en un lugar público y alguien podría llegar a vernos y sentirse incómodo por eso.
Antes de volver a mi sitio, Beomgyu me detuvo y plantó un último beso en mis labios, uno muy suave y hasta juguetón, otra vez sonreí como idiota.
—¿Podrías intentar llevar una conversación tranquila con Dohyun al menos una vez? Verás que te agradará —casi suplica para que lo haga, no quería hacerlo, pero tampoco quería que se sintiera mal por mi culpa.
¿Eso era a lo que se referían con estar entre dos caminos y uno de ellos te llevará a la locura total, pero el otro puede ser gratificante y hermoso?
No sabía cual se las opciones posibles sería mi camino lleno de bendiciones.
—No hay una buena razón para hacerlo.
—¿Y si te doy muchos abrazos y te dejo usar mi laptop todo el tiempo que quieras? —abultó sus hermosos labios.
—Puede funcionar.
Se levantó de golpe y corrió a mi lugar, intenté no mostrarme nervioso, me abrazó muy fuerte e incluso dejó algunos besos en mis mejillas.
Sentí como me volvía a poner rojo de la emoción, me sumerjí en el frenesí de fuertes sentimientos que me provocaba. Cerré mis ojos y respiré aún más fuerte.
—Lindo, Soobin —movió la punta de su nariz en mi cuello y yo reí por las cosquillas —. ¿Aceptas o no?
—Está bien, voy a intentarlo —caí por sus encantos.
—Gracias, Soobin —me abrazo casi impidiendo el paso del oxígeno a mis pulmones—. Te lo agradezco tanto, eres lo mejor, gracias por ser mi amigo.
—Amigo...
Ahí vamos otra vez.

ESTÁS LEYENDO
Weekend | SooGyu
FanfictionSer crédulo es mi destino. Me gusta tocar el cielo enviciado en tus labios. De todos los errores que he cometido, este es mi castigo. Tú lo besas, le dices "te amo" y yo sólo miro desde la distancia... Hasta que llega el fin de semana. Gráficos hech...