Quince

453 76 61
                                    

—¿Eso es verídico? —pregunté ingenuamente al móvil con el que sostenía una llamada, no tan importante, pero resultaba interesante.

Beomgyu me miraba con rencor mientras comía el cereal que yo mismo le había servido. Hice señas fingiendo acabar pronto, más sin embargo, Yoomi no tenía hora para terminar.

¡Claro que sí! Mis profesores también se sorprendieron, pero fue el promedio más alto en mi nivel —si ella se oía feliz, era suficiente para yo también estarlo. Nuestra “amistad” floreció tan rápido, hablabamos por las tardes y también iba a la tienda de licuados. Creo que era lo único bueno de mis días.

Desde la última vez, cuando consolé a Beomgyu en mi pieza, ya habían pasado dos semanas. También los padres de Beomgyu habían desaparecido, que felicidad. Lastima que los problemas con Dohyun, no. Es evidente que esas peleas no me corresponden, pero por alguna razón siento que estoy involucrado de cierta forma. Pelean y se besan después, en mi cara.

Últimamente eso lo paso por alto, igual tengo dos chicos que me ayudan y nueva amiga que no me deja.
¿Por qué solo dos? Oh, Taehyun me evadía mucho y creía saber la razón, pero no me importaba, creí que necesita reponerse del todo.

Mi plática continuó aproximadamente diez minutos más hasta que ambos colgamos al par, sorprendente. Dejé mi celular en el sofá y me acerqué a la mesa del comedor donde Beomgyu se terminaba a cucharadas su plato de cereal.

—¿Todo bien? —asintió desesperado antes de levantarse y correr por más cereal. Definitivamente se debía a que odiaba sentirlo aguado —. ¿Dormiste bien anoche?

—No tanto como hubiera querido —levantó sus labios de una forma cautivadora, tanto, que tenía ganas de besarlo en ese mismo instante.

Resiste, Soobin...

—¿Se podía saber por qué?

—Leí todos los apuntes que había saltado desde que los problemas con Dohyunie comenzaron, ¿Puedes creer que afecte hasta mis estudios? —actuaré como sorprendido, inútilmente —. Pero aún así, lo quiero.

Mi voz interior gritaba que le diera una fuerte lección de lo mal que estaba todo eso, me detuve, me tranquilice.

Resiste, Soobin...

—¿Por qué no dices nada? —me preguntó tomando su cuchara hacia arriba, para nada amenazante, si eso es lo que quería aparentar.

—¿Qué quieres que diga?

—Lo que piensas —respondió farfullando, casi imposible de entender, aunque no entendía su desesperación.

—No creo que quieras saber lo que pienso —. Tengo razón, ¿o no?

Rodó sus lindos ojos, reí con maldad solo para hacerlo refunfuñar un momento, pero en ese momento creí que se salió de control porque se levantó de su silla, no sin antes tirar aquella inocente cuchara y tomar mi mentón para dejar un largo y agresivo beso sobre mis labios, en esa ocasión si puse resistencia, aunque el deseo pretendía derrumbarme.

—¿Qué...

—Beomgyu, te dije que mientras no sepas que harás con Dohyun, no quiero que me utilices de está forma —pase mi mano derecha por mis labios para retirar la humedad. Me dolía mucho, pero era eso o volver a sufrir lo que había desaparecido hace unos días.

Eso lo hizo enojar más de lo que ya lo había hecho con mi risa malvada.

—Entonces deberías dejar de hacerme sentir de esta manera —Gritó. Aguante mis ganas de reír mordiendo mis labios por dentro. ¿Yo lo hacía a propósito? Definitivamente no, ni siquiera hice algo para provocarlo —. Me gustaría que dejaras de actuar así conmigo.

—¿A qué te refieres?

Él, que por primera vez se veía más alto que yo, solo por el hecho de yo estar sentado en la silla, se alejó un poco.

—Que siempre actúas lindo conmigo cuando Dohyun no está —asentí —. ¿Lo haces solo para que no sienta su ausencia?

Tomé aire agresivamente, trate de contener mi furia apretando mis puños lo más fuerte que pude. Esa pregunta fue tan jodidamente dolorosa.

—¿Crees eso?

—No... Pero de repente me haces creerlo, no hay otro por qué —¿Cómo que no hay otro por qué? ¡Qué ganas de que en ese momento por fin se diera cuenta de lo que nunca nota!

—Creo que quiero colgarte del techo —aliviane un poco mis cargas de cortisol con la idea acertada de que no todo era su culpa, yo nunca dije lo que sentía...

—Lo siento, pero no sé que pasa, Soobin —ni yo lo sabía.

—Lo mejor es que me vaya —me intenté levantar de la silla, pero esos delgados y fuertes brazos me detuvieron empujando mi cuerpo desde mi hombros hasta tocar con el trasero la silla.

Beomgyu me miró como nunca lo había hecho y no puedo saber si es coraje o quizás intriga. Suspiré.

—Creo que es momento de que seamos sinceros —no sabía a que se refería, hasta que acarició con delicadeza mi rostro y mi mente empezó a arrojar teorías que confirmaban todo.

Tragué saliva muy fuerte, él lo notó por la forma en la sus ojos me vigilaban a profundidad. Choi Beomgyu me tiene mal.
El fin de semana se había vuelto pesadilla, pero me perdí en el momento en que lo hizo.

Volví jsjsjs Tengo que contarles que después de unos días, la clorofila no sabe tan mal kskskske

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Volví jsjsjs
Tengo que contarles que después de unos días, la clorofila no sabe tan mal kskskske

Gracias por estar aquí, gracias a los que votan y comentan.

You make me happy ✨

Weekend | SooGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora