Diecisiete

470 82 77
                                    

Sí que dormí bastante, era de madrugada y Beomgyu estaba a mi costado, quería suponer que solo tenía frío o quizás solo necesitaba un consejo. Nos mirábamos a los ojos, gracias a la poca iluminación desde su teléfono móvil. Inconscientemente tenía ganas de llorar, de abrazarlo, pero a la vez de darle un golpe. El fin debía estar cerca, no creía poder aguantar más ese dulce sufrimiento.

—¿Estabas pensando en mi? —automáticamente comencé a hablar, como si hubiera una fuerza superior a la mía que me obligaba hacerlo.

—En todo, de hecho —masculló, pero no molesto, sus expresiones eran neutrales y por tanto, su voz también.

¿Cómo debería tomarlo?
Suponer que nada pasó y seguir adelante ignorando los problemas, como siempre o luchar por tener una resolución, sea buena o mala, pero yo no quería perder, a nadie le gusta perder y más sabiendo que fue por que simplemente se dio por vencido.

—Y eso, ¿Tiene algo bueno?

—Debería, creo que entendí muchas cosas —oh, todos sabemos que no era así, juraba que volverías a rogar la atención de Dohyun –aún cuando no debería ser así– y harías como si yo no sintiera nada por ti, tal como siempre ha pasado.

Empezaba a creer que la solución era simplemente actuar indiferente hasta un día recordar este error con una mueca de asco. Nuevamente un pensamiento de perdedor.

—Lo siento tanto, Soobin—¿Remordimiento? Eso si que es nuevo —. Siempre creí yo era insignificante para ti, tal como cuando íbamos en la secundaria. Nunca se cruzó por mi cabeza la idea de que yo te podría gustar, y aparte nunca dijiste nada al respecto, tal como lo hicieron Dohyun y Taehyun.

También tengo culpa, pero vamos, ¿quién no nota cuando alguien gusta de él? Más cuando es demasiado obvio. Me quería aventar por la ventana.

—No te disculpes, simplemente dí que no quieres nada conmigo y recupera tu relación con Dohyun. Anda ve con él, es tu novio —pellizcó mi brazo que estaba a su alcance, me dolió, pero mi corazón dolía más.

—Deja de confundirme más —suplicó casi al grado de llorar, se veía frustrado, pero yo también era tan idiota como para saberlo. En ese instante, yo ya no pensaba.

—No estoy intentando confundirte, Beomgyu.

—Soobin, no había notado cuanto significabas para mí, hasta ahora —palabras que diría alguien arrepentido, pero aún así, no quería volver a caer porque probablemente solo significaba más dolor emocional y no quería permitir eso, pero ese presentimiento de que Beomgyu correspondería, me estaba volviendo loco.

Negué con la cabeza y me tiré de costado, obviamente dándole a espalda a Beomgyu. No me dejaba en paz y yo estaba cerca de mi límite, tenía miedo de mi mismo y lo que podría llegar a hacer en ese momento. Cerré mis ojos ignorando el fuerte apretón en mi cintura.

Pensé en varios caminos que podía tomar, pero mis emociones ganaron, así que me levanté y por consiguiente, Beomgyu también. Inconscientemente tomé sus mejillas y lo acerqué a mi hasta impactar sus labios con los míos. Rozamos fuertemente nuestros cuerpos, nada iba a detenernos, ni siquiera la voz molesta en mi cerebro que decía lo mal que estaba eso y que mi acción de ese momento era una recaída más a lo que juré sacar de mi vida para siempre.

Beomgyu se había convertido en una tentación, y todo sabemos que las tentaciones nunca han sido buenas.

Amaneció, y sí, no quería despertar, muchos menos a causa de golpes en la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amaneció, y sí, no quería despertar, muchos menos a causa de golpes en la puerta. Beomgyu fue quien abrió y comenzaron los gritos. Era Dohyun.

Empezaba a resultar fatal, pero me quedé sentado en la cama, aguantando el hambre y las ganas de salir a defenderlo.

Resiste, Soobin.

Oía de todo, muchos insultos, palabras fuertes y declaraciones espantosas. Era una tortura bien elaborada. Me volví a recostar y cubrí mis oídos con la almohada. En esos momentos me sentía como un niño que sus padres estaban en proceso de divorcio, también me sentía inútil y esa sensación me aturdió al grado de despertar rabia en mi y no poder contenerla.

Me importó poco el hecho de andar en pijama y me levanté a buscar mis pantuflas que estaban debajo de mi cama, las coloqué en mis pies y abrí la puerta agresivamente, por poco rompo la perilla. Escuché cada vez más cerca la pelea, pasé saliva en seco y llegué a la recepción con un andar digno de alguna serie de mafiosos.

—¿Qué mierda haces aquí? —preguntó Dohyun gritando. Beomgyu se refugio tras mi espalda y yo tomé su mano discretamente.

Entre los insultos que contenía esa discusión, estaba el que más me hizo enfurecer. Aquel gran hijo de perra le dijo a Beomgyu que era un fácil.

Creo que no entré en detalles, pero desde la última vez, esas peleas se repetían tanto y yo no entendía el por qué, hasta aquellas palabras que me hizo salir de mi comodidad para armarme de valor y soltar una bofetada sobre la "linda, hermosa y perfectamente bien hecha" cara de Dohyun.

Estaba dispuesto a pelear, no me importaría el reclamo de Beomgyu después de eso.

Era buen momento para hacer que entrará en razón. Y si no resultaba como yo quería, sería yo quien entraría en razón.

Ya pues, quizás no sea el mejor capítulo que he escrito, pero está bien): supongo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya pues, quizás no sea el mejor capítulo que he escrito, pero está bien): supongo.

Gracias por leer, lxs tkm :3

Weekend | SooGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora