Capítulo 19 "¡Lían, Ayúdame! "

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Cuando llego a la casa le cuento  a mi madre mi gran aventura de hoy, ella me da unas galletas  y leche para la merienda. Nos sentamos en el sillón grande de la sala a ver una comedia. Suena mi móvil

—¡Nenaaaaaa! —Grita Kira  haciendo que tenga que despegar el móvil de mi oído.

—¿Que rayos pasa?— Le digo,  siento un bip en mi oído derecho.

—Hola

Pongo los ojos en blanco, un día de estos ella va a provocarme un paro cardíaco.

—Hola

—¿Estás en tu casa?

—Si, estoy en el salón viendo una película con mamá, ¿Porqué?

—Quería pasar por allá a ver mi mejor amiga

—Oh, pues ven, mamá hizo galletas

—¡Amo las galletas de tu madre!

—Eso me queda más que claro

Ese pozo sin fondo la última vez que vino me dejó dos galletas de una cacerola llena que había horneado mi madre, ella es adicta a esas galletas y a todo lo demás siempre y cuando sea cocinado por la chef de la familia. Cuando escucho la bocina del auto de mi amiga salgo a recibirla, ella me pega un  gran abrazo como si tuviese dos años sin verme.

—¿Oye que tienes? No eres muy afectiva que digamos, hoy estas un poco mmmm ¿rara?

—Nada, ¡Es solo que estoy feliz, amo la vida y amo a mi novio Adam!

—Bueno, eso ya lo sabía pero  ¿qué paso entre ustedes?

—¡Me preparó una velada romántica! En una  cabaña en el campo frente a la chimenea, todo estaba precioso, ¡creo que me he enamorado más!

—¡Oh ese Adam es todo un romántico!

—¡Siii! Es lo q más adoro de el, bueno aparte de sus músculos y su...

—¡Oye! Calmate... No necesito  esa información 

—¡Lo siento!

—Bien, pero ya entremos, no deberíamos sostener esta conversación aquí afuera.

—Oh si cierto, es que no me pude aguantar.

A medida que íbamos entrando a la casa visualice una furgoneta negra aparcada al frente de la casa, es primera vez que la veo, vi el sello y decía que era de la compañía de cable y no le di importancia, entré a la casa junto a Kira y subimos a la habitación donde mientras comía ella me contaba todos los detalles de su velada con Adam. Esta mujer es un caso grande, no deja al pobre novio en paz, solo piensa en sexo, vive hablando de sexo y se molesta cuando la llamo ninfomana ¿Quién la entiende? Pero no puedo negar que prefiero verla así, feliz, que cuando está deprimida comiendo helado en el sillón el salón de mi casa a media noche, si, se escapa de su casa cuando está triste y acaba con el refri.

Luego que Kira se marchase le marco a Lían quien  no respondió a mis llamadas, no es primera vez que pasa y eso me desanima un poco hasta que recuerdo que el es un hombre muy ocupado y se me pasa. Me doy un baño y me pongo unos jeans, una camiseta rosa pálido y unos zapatos bajos a juego, quiero salir a tomar aire, tengo un mal presentimiento y quiero olvidarme de ello, le sigo marcando a Lían pero no atiende, ¡Dios que no le halla pasado nada, por favor!

Tomo mis llaves y el móvil y salgo de la habitación  y de la casa posteriormente, iré al parque, allí hay niños y me encantan, eso hará que me distraiga. De camino al parque voy intentando que Lían me coja la llamada, van 8, no quiero parecer intensa pero en serio estoy preocupada. Siento un fuerte olor en mi nariz y aprisionando mi boca por unas manos, todo se está poniendo negro y me siento indefensa, me estoy desmayando.

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Abro los ojos pero está oscuro, estoy atada a una silla de madera con mis manos en cada brazo de la silla y mis piernas atadas a cada pata de esta, huele a madera mojada y puedo escuchar árboles moverse por la brisa, no se donde estoy, ¡Me han secuestrado! ¿Pero quién? ¿Porqué? ¿Donde estoy? ¿Que quieren de mi? ¿Tienen a Lían también?

Veo como una luz se enciende y cierro los ojos ante la molestia que me produce en ellos. Es un hombre de algunos 40 años de edad, pelo canoso y bastante elegante, hasta parece mafioso, fuera puedo ver a unos hombres armados bastantes corpulentos, estoy muriendo de miedo, mis piernas tiemblan, sudo frío, Lían ¿Dónde estas?

—¿Que tal la estadía señorita Smith?

—¿Q... quién es usted y que quiere de mi?—pregunto con voz entrecortada, mi respiración se acelera al igual que mi pulso, pero no debo quedar inconsciente

—Yo no quiero nada que no me pertenezca, Esmeralda

—¿Cómo  sabe mi nombre?

—Te observo, te he investigado, sé todo de ti

—¿Qué quiere de mi? ¿Es dinero? Mis padres no son adinerados pero tengo una amiga que...

El señor ríe a carcajadas

—¡Ay niñita, que ingenua! Tengo demasiado dinero como para querer el tuyo.

—¡¿Entonces que quiere?!

—No me grites zorrita, yo solo quiero que usted llame al Jefe y le diga que devuelva mi mercancía.

¿Qué? ¿Pero de qué habla este hombre?

—Señor no se de que rayos me está hablando usted...

—Mira niña insolente, no hablaré mucho contigo, vas a llamar al Jefe y le dirás que devuelva lo que no es suyo, o si no tu sufrirás las consecuencias.

—¡No se de que diablos habla! ¡¿que mercancía?!

—200 kilos de cocaína fueron robados del muelle donde los recibiría, y tengo bien claro que quien lo robo, fué el Jefe y sus malditos empleados, ¡¿Qué se cree ese idiota?! No se como pueden llamarlo Jefe, deberían de llamarlo Ladrón.

Ahora si no entiendo nada, de quien me está hablando este hombre, me queda claro que es un narcotraficante ¡Pero yo no lo conozco, por Dios!

—¡Yo no conozco a ningún Jefe! — le grito, estoy desesperada, las lágrimas no deja  de brotar, mi pulso está acelerado y respeto con dificultad.

—¡No mientas niña idiota! —Me pega una fuerte cachetada y siento las lágrimas caer sobre mi mejilla ardiendo

—¡Se lo juro señor, no lo conozco!

—¿Vas a seguir mintiendo?

El hombre se queda pensativo, confundido.

—Oh ya veo lo que pasa aquí, has sido engañada, aparte de estúpida, ingenua, "El Jefe" no es  nadie más que el Narco más grande de Miami, el más poderoso, el de la Red más grande y con más conexiónes, quien robo mi cargamento y me las va a pagar, nada más y nada menos que Lían West, tu novio.

Me Enamoré De Un Impostor - Akary Gressed [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora