Capítulo 20. Eres un Impostor

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Siento como mi mundo se derrumba, las lágrimas no paran, me duele el pecho, siento que mi corazón se va a salir, ¿Cómo pudo Lían engañarme así? ¿Porqué yo? ¿Que le hice? ¿Que buscaba? ¿Acostarse conmigo y luego irse? No puedo creer esto, estuve todo este tiempo viviendo con un desconocido, con un delincuente, ¡Un narcotraficante! ¿Cómo se atreve? Ya no me importa nisiquera estar secuestrada, tal vez aquí estoy mejor, no quiero volver a ver a Lían West, si es que así se llama. El señor me mira fijamente pero no se inmuta, nisiquera dice nada. Abre la puerta y le dicta una orden a los guardias y se va posteriormente. Las luces se apagan, quiero gritar pero se que nadie va a escucharme, quiero salir de aquí e irme lejos, lejos de todos, lejos de Lían.

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Cuando abro los ojos nuevamente veo que es de día, no se cuanto tiempo dormí ni en que momento lo hice. Uno de los guardias abre la puerta y entra con una bandeja. Es un señor moreno de ojos marrones oscuros y pelo rapado al estilo militar, corpulento y bastante alto, muy intimidante.

—Señorita le traje algo de comer — Dijo esté mientras colocaba la bandeja en el piso.

—¡No quiero su asquerosa comida! ¡Lo único que quiero es salir de aquí!

—Eso no se va a poder, el señor no lo permitirá—Dice seriamente—

—¡Yo no tengo nada que ver con esto!— ¡Déjenme ir!

——Le recomiendo que no grite, ahorre energía y menor obedezca al señor, sería mejor no enojarlo.

Eso me queda claro, creo que debo tener los 5 dedos de su mano marcados en mi mejilla.

—¡Son unos imbéciles! ¡No llamaré a nadie! ¡Pueden irse al demonio los tres!

El moreno se sorprendió, pero inmediatamente volvió a su postura anterior, recta y seria, dejó la bandeja en el piso y salió. Luego de unos minutos se abre la puerta nuevamente, esta vez es el señor canoso tal y como el moreno había dicho.

—Buenos días Esmeralda, veo que no te has comido el desayuno que te envié. —Dice el hombre moviendo ligeramente la bandeja con los pies —Eres muy desobediente,  ¿qué voy a hacer contigo? —Se acaricia la barbilla fingiendo pensar.

—Dejarme ir, talvez—Digo sarcásticamente

—Mal plan Esmeralda, mal plan.

—¿¡Qué rayos quiere de mi?!

—Ya te lo dije, solo quiero que convenzas a tu noviesito, el Jefe de que entregue mi cargamento y te dejaré ir. Pero parece que no le importas porque si hubiese sido así ya se hubiese puesto en contacto conmigo y ¿Qué crees? No lo ha hecho.

Lo que me faltaba. No sólo me engañó, si no que me dejará con este psicópata para que me haga quien sabe qué . ¡Te odio Lían West! ¡Te odio!

—Toma—Dice el hombre y me extiende un teléfono

—Primeramente, no puedo tomarlo, estoy atada, y segundo no voy a llamar a nadie.

Los ojos del hombre arden de la ira, se desespera y me pega dos cachetadas, siento sangre en mi boca proveniente de mi labio y mis lágrimas empezaron a salir.

—¡Deja ya de pegarme idiota! ¡Eso no va a resolver nada!— Digo llorando pero llena de valor, no se porque carajos no hundo al imbecil de Lían.

—¡No vas a aguantar mucho! ¡Ya lo verás niñita!

El hombre se quedó en silencio unos minutos como tratando de escuchar algo. De repente se oyeron disparos exaltandonos a ambos.

—¡¿Pero que rayos pasa?! —Dice resolviéndose el pelo nervioso —

Me Enamoré De Un Impostor - Akary Gressed [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora