La propuesta

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Caminamos por dos horas para llegar al templo, al ver las luces encendidas me dio a entender que los chicos aun seguían despiertos, realmente trabajan muy duro. Al entrar nos encontramos con un grupo de chicas quienes al vernos inmediatamente hicieron una reverencia y se pusieron a nuestra disposición.

- Buenas noches Douma-sama bienvenido a casa, nos alegra mucho volver a verlo.al levantarse se fijaron en nosotros.- Al parecer los hermanos también lo acompañan, sean bienvenidos.

- Buenas noches señoritas, espero que mi ausencia no haya causado problemas.- puso una cara de frustrado.

- Buenas noches a todos.- saludamos ambos con la mano recibiendo una hermosa sonrisa de parte de ellas.

- Hemos solucionado la mayoría de problemas así que no hay de qué preocuparse mi señor.- respondió una de ellas que en segundos nos vio de pies a cabeza.- Inmediatamente prepararemos tres baños para que después descansen.

- Ehhh que sean solo dos por favor.- habló el rubio con una sonrisa, las chicas asintieron y se retiraron.

- ¿Solo dos acaso tú no piensas bañarte?- pregunté curiosa, pero no obtuve una respuesta de su parte.

- Yo también iba a preguntar eso.- al parecer mi hermano también tenia esa duda, después de unos segundos él se mostró con gran disgusto.- Eres un...- antes de terminar fue interrumpido por un grito, llamando la atención de todos.

- ¡Jiro! Me alegra verte otra vez y sobre todo que regreses con vida.- Una chica de cabello castaño y grandes ojos azules lo abrazó.- Te extrañé demasiado.- Al parecer mi hermano tenía alguien a su lado y nunca lo comentó.

- Hola pequeña Saiko, me alegra verte otra vez.- Douma y yo cruzamos miradas ya que entendíamos muy bien que estaba pasando y más por el cambio radical de su tono de voz.- ¿Te parece si mañana vamos de paseo?- pero ella miro al suelo con algo de tristeza.

- No pongas esa cara Saiko, tienes el día libre para que salgas.- su rostro resplandecía de alegría.

- Muchas gracias Douma-sama, espero tenga un buen día.- su mirada se poso en mi.- Yune-san se ve muy hermosa hoy.- contesté un "gracias" ante su comentario y ambos se marcharon juntos.

- Al parecer tu hermano anda embobado ¿No lo crees?- sentí su mirada pues había caido en un pequeño trance.- ¿Yune-chan?

- Yo me siento feliz de que él haya encontrado una persona especial como yo.- mis ojos se conectaron con los suyos cambiando su confundido rostro por uno feliz.

No pasó unos minutos en que me tomó del mentón para darme un tierno beso.- Bueno cariño es hora del baño.- tomo mi mano para ir a su habitación. Es ahí donde por fin entendí cuando solo pidió dos baños ¿Acaso él piensa...?

- E-Espera no quiero que me veas de esa forma.- detuve mi paso haciendo que me mire.- Yo entiendo que pasemos tiempo juntos pero siento que aun no es momento de vernos así.

Se notaba totalmente confundido hasta que me sonrió.- Eres sin duda una hermosa mujer y mas cuando se sonroja.- fue lentamente hacia mi para abrazarme.- Entonces deja que me bañe primero y luego mandare que preparen un baño para ti.- asentí mientras íbamos a su habitación. Vi como se dirigía al baño, no quería estar parada mientras sea mi turno así que me eché un tatami la cual era muy cómodo.

Pasaron unos minutos y ya empezaba aburrirme, me fijé que a mi lado se encontraba su sombrero ¿Será que puedo probármelo? Lo tomé con mucho cuidado y me lo coloqué, me quedaba un poco flojo pero no tanto como para taparme los ojos.- Vaya cariño, no te queda nada mal.- volteé a verlo...Oh dios como se le ocurre.

Crossed lines [Rengoku Kyojuro] [Douma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora