Hilo rojo

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Los días pasaron tan rápido y para hacer un resumen de esta semana fuimos con Senjuro a Tokio donde la pasamos muy bonito, compramos muchas cosa y algunos regalos para su padre y Kyojuro, Douma me obsequio una caja de pinturas para mis próximos cuadros de paisajes los cuales serian algo fuera de lo común. La compañía del pequeño rubio en el templo era agradable y cálida, pues él se había robado no solo mi corazón sino también el de muchas seguidoras, las señoritas del templo e  incluso mi adorado esposo también quedó maravillado con Senjuro por su forma de ser. Haciendo quedar a los Rengoku como hombres muy carismáticos.- Oh Yune en serio me encantó pasar tiempo con ustedes, gracias por todo.- me abrazó.- Los voy a extrañar mucho.- me soltó para ir hacia el ojicolor y abrazarlo.- Realmente eres un gran hombre, cuida mucho de Yune por favor.

Le tomó de sorpresa aquel acto pero no dudó en corresponder el abrazo- Eres un gran chico, sin duda te vamos a echar de menos.- acaricio su cabello.- La próxima vez iremos a la fiesta del templo ¿Qué te parece?

- Es una gran idea Douma-san, espero no sea molestia que mi padre y mi hermanito nos acompañen también.

- Oh pequeño, claro que ellos pueden acompañarnos.- le acaricie la cabeza haciendo que sonría aun más.

- Yune-chan en serio cumpliste tu palabra y me siento muy feliz de ello.- Kyojuro estaba con una gran sonrisa cruzado de brazos viendo esa tierna escena.- Gracias a ti también, Douma.

- Kyojuro no pensé que estabas mirando.- solté una risa.- Cómo no cuidar de él si lo quiero mucho.- tomé de sus mejillas para amasarlas amablemente.

- No es nada, aunque a fin de cuentas sabes todo lo que hicimos.- habló sin mirarlo  para seguir entretenido con Senjuro.

- No entiendo a que te refieres.- me fijé en Kyojuro sin entender lo que estaba ocurriendo.

- No es necesario que te hagas el desentendido, lo que hiciste es comprensible por el hecho de que Yune y yo somos unos demonios.- Senjuro y yo intercambiamos miradas tratando de entender lo que el ojicolor decía.- Me encantó mucho tu cuervo Kyojuro.- le dedicó una sonrisa mientras que el mencionada se mostraba serio.

¿Esperen él en serio hizo tal cosa? No tenia palabras para esto y tampoco me gustaría discutir frente a un niño.-  Bueno no es para tanto Douma.- ambos me miraron con sorpresa.- Rengoku-san tuvo sus motivos y no me molesta que se preocupe por su familia.- acaricie al pequeño.

Soltó un leve suspiro para así hablar.- Gracias Yune, lamento si los incomodé por eso, fue un cuervo que envié para cuidar de todos en caso suceda algo.

- Sinceramente no creo nada de lo que dices, pero lo haré para que ahorres tus explicaciones.- mi rubio le dedicó una falsa sonrisa.

- Bueno fue un mal entendido y no hay por que esponjarse.- trate de sonreír pero en el fondo me me sentía un poco triste.

- Lo siento en serio.- lo miré atenta.- Yo no voy a negar lo que hice pero no fue por ese motivo, simplemente quería que todo este bien y en caso pasará algo malo con ustedes ir para ayudarlos.- agachó la cabeza.-Nosotros ya tenemos que irnos, probablemente el otro mes Senjuro se quede una semana más.- miro a su hermanito.- ¿Verdad?- se veía muy incomodo así que me acerque a él.

- No te sientas mal por lo que hiciste es algo que yo también hubiera hecho por Jiro.- le sonreí para luego tomarlo por los hombros.- Eres un gran hermano y eso es lo que admiro de ti.- lo abracé.- Ahora dedica esa hermosa sonrisa que tienes y ve con cuidado a casa.- lentamente me correspondió el abrazo.- en un abrir y cerrar de ojos me mostro su mas radiante sonrisa, contagiando a su hermanito.

- Yune sin duda me hubiera encantado que las cosas sean diferentes.-  se separó de mi.- pero en el fondo de mi corazón deseo que seas feliz.- la tos de alguien hizo que nos fijemos en un Douma totalmente serio.-Es hora de partir nos veremos luego.- dicho esto los Rengoku poco a poco desaparecían de nuestra vista.

Crossed lines [Rengoku Kyojuro] [Douma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora