Crossed lines [Rengoku Kyojuro] [Douma]

La verdad

- Solo tienen que concentrarse, si no dejan que fluya en su cuerpo no podrán conseguir un aliento.-  Ahora seria yo quien los tendría que entrenar para que ambos consigan un aliento ya que era una orden de Muzan-sama.  Hace unos días les era complicado controlar su respiración pero poco a poco lo lograban, ambos tienen potencial pero eso baja un poco cuando se trata de controlar su respiración.- no necesariamente tienen que aprender mi aliento, puede que salga algo más solo tienen que dejarlo fluir.

- Esto es realmente difícil Kokushibo realmente como puedes mantenerte tranquilo.- habló Jiro.

-Pero daremos mucho de nosotros ¿Podemos descansar?- posó su cabeza en el hombro de su hermano.

-Solo van a descansar cuando una de sus katanas me de un toque.  Ambos con una sonrisa vinieron hacia mi pero no tuvieron éxito alguno, ambos solo hacen que sus cuerpos no sean más ágiles.- No olviden lo que les dije.- hable mientras esquivaba cada estoque. Después de un momento trataron de calmar su respiración, ambos se miraron para dar una sonrisa y luego ir hacia mi, vi como el cuerpo de Jiro se ponía aun más fuerte y aumento en su resistencia, mientras que el de Yune se veía serena ante esta situación. 

-Primera forma.... Luna Oscura ¡Palacio de la tarde!- Jiro aprendió a usar la primera técnica, al parecer no fue difícil que lo lograra.

Instantáneamente mi vista se fijo en Yune.- Empuje de girasol...- Mi cuerpo, trataba de moverse pero por unos segundos se quedo inmóvil por esas palabras. Pero al reaccionar ya era tarde, Jiro me cortó una parte del cabello y Yune llegó a cortar una parte de la mascara que usaba.- Eso significa que ya vamos a descan...- Antes de que terminara Akaza  les dio un golpe dejándolos noqueados.

- Los recuerdos de Muzan-sama- fue lo que se me vino a la mente.

- Él requiere de la presencia de las lunas superiores urgente.- La voz de Nakime se hizo presente así que nos transportó hacia el amo. Me costaba creer como Muzan-sama se veía asustado e inquieto.

- Kokushibo ¿Te das cuenta de lo que tenemos en nuestras manos?- Ahora con una enorme sonrisa en la cara ansioso esperaba mi respuesta.

- Si.- Sentí la mirada de las demás lunas puestas en mi llenas de confusión.- Este es el fin de los cazadores de demonios.

-¡Exactamente! Van a dejar de tratar a los hermanos Hattori como unos niños desde ahora. Que su entrenamiento sea más fuerte cada día.- Tres rostros estaban indignados, puesto que no aceptaban a esos dos humanos.- Ahora me tengo que ir tengo mucho que planear, probablemente ellos vayan en la siguiente misión junto a Gyokko y Hantengu.- estos dos intercambiaron miradas  para final asentir ante esa orden.- Pueden hacer sus deberes.- dicho esto se marchó.

- Un día de estos esos dos nos van a cortar la cabeza.- Habló Gyokko.

- T-Tienes razón.- hablo con miedo Hantengu.- ¡El amo no se da cuenta eeeep!

- Tranquilos, esos mocosos no van a vivir por mucho tiempo.-  Daki trató de calmarlos.- Si ellos descubren quienes somos realmente, tenemos la obligación de matarlos.

- Pero no podemos hacer eso- hablé y en un segundo sus miradas estaban en mi.- No podemos cuestionar las decisiones de Muzan-sama.

- Siempre y cuando no sepan lo nuestro, no dejaremos que unos sucias katanas terminen con nuestra vida.

- Eso dependerá de nosotros, si somos buenos escondiéndonos.- habló Akaza.- ustedes pueden matarlos si los descubren, pero tengan en cuenta que ellos les pueden rebanar la cabeza.

- ¡Así es! Posiblemente nosotros terminemos decapitados por ellos.- comentó el rubio con una sonrisa.

No tenia nada más que hacer, no me gusta opinar de ellos  así que me retiré para ir con los hermanos. Al llegar ambos se encontraban inconscientes aun. Realmente serian los que le pondrán fin a los cazadores de demonios ¿O a nosotros?